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Freesia by Crabtree & Evelyn

Esta fragancia del año 1993 pertenece a la marca de perfumes inglesa Crabtree & Evelyn, fundada a comienzos de la década del setenta y apegada a un estilo artesanal de construcción de fragancias equivalente al usado en las épocas medievales y posteriores por los castillos y grandes casonas donde todos los productos de limpieza se preparaban de manera local destilando flores y frutas, en particular con Freesia aprovechando el aroma de las variantes de fresias cultivadas en las praderas y jardines británicos. El envase usa una forma de botella antigua dentro de las colecciones de la marca y que recuerda a Tommy Girl, con un frasco en vidrio transparente que posee hombreras en diagonal seguido de un tapón plateado cilíndrico que tiene un borde extra en su parte superior, con la caja teniendo en su parte frontal la ilustración de una flor de fresia con bordes morados. En el sitio de Crabtree & Evelyn no aparecen descripciones de este perfume, sin que se cuente con un detalle oficial de su estructura aromática.

En partida la fragancia presenta rasgos cercanos a las de perfumes clásicos de la década del ochenta y noventa, con aires que recuerdan a porciones de Red Door de Elizabeth Arden y que se mueven por gardenias que no llegan al nivel de una tuberosa dentro de una mezcla de profundidad mediana, sosteniendo la fragancia este estilo por lo menos hasta los 10 minutos cuando el aroma afina aportes alimonados que se mezclan con tonos de fruta madura de la familia del damasco como una variante del punto de gardenia, llegando a los 20 minutos con un enfoque más verde que recuerda partes del aroma delicado de Cabotine de Grès. En fase media a los 30 minutos el aroma toma un matiz verde con un dominio en florales todavía con un grado de densidad alto pero que van por el lado limpio de los jazmines hacia un acabado de jabón que es complementado por lirios del valle polvosos que contienen al aporte alimonado, con un fondo plástico suave menor al aporte de una flor de azahar y que se aproxima al aroma más natural y con polen de una fresia silvestre, conservando un fondo frutal ácido de la familia del damasco y retomando un acabado de tuberosa y gardenia ligeramente aldehídico con limones herbales y musk dulce a 1 hora. A las 2 horas la fragancia adquiere un matiz delicado que combina alimonados con damascos y una apariencia de tuberosa suave, con trazas vegetales de origen floral donde se mueve el punto plástico menor a una flor de azahar y que en conjunto dan la idea de olor de una flor natural, combinando a las 3 horas la nota de damascos y de gardenias con tuberosas en un punto denso que contiene el alimonado plástico de una flor de azahar y que es complementado por bergamota y acabados de musk que son más cercanas al aroma de una flor natural de un racimo o jardín al aumentar la sensación de polen y polvosos, adquiriendo una cercanía con aromas de jabón y tallos de rosas a las 4 horas que se acercan a un especiado de nuez moscada o jengibre. Al superar las 6 horas el perfume mantiene un acabado en gardenias con tuberosas bajas que van en descenso por influencia del ácido de damascos, profundizando el punto de jengibre que no causa picor y que en torno a las 9 horas se acerca a un tipo de resina inciensada que se complementa con un fondo de rosas en reemplazo de la tuberosa con gardenia, las cuales son absorbidas por el damasco el cual también queda contenido dentro de un ámbar, llegando a las 12 horas a un aroma híbrido entre plásticos de jazmín y flor de azahar complementados por crema de ámbar y fondos de madera especiada e inciensada que se mezclan con tallos de rosas fríos. En fase final a las 24 horas la fragancia mantiene rasgos de tuberosa y gardenia con damascos como nota central, suavizándolos con aproximaciones florales también clásicas que van por ylang-ylang con un punto de pimienta rosada, sintiéndose una capa polvosa de flores blancas atribuible a fresias pero que también da una sensación de mayor cercanía con jazmines por un aroma neutro sin aportes de limón.

El perfume se apega a un enfoque artesanal con un aire elegante propio de los años noventa, mostrando en un enfoque de diario un comportamiento atemporal y de interiores que se aleja tanto del frío extremo como de las estadías bajo el sol en climas calurosos, sin apuntar a usos deportivos por la ausencia de notas refrescantes o funcionales. En oficina el perfume destaca a corta distancia sin ser intrusivo, favoreciendo el uso de un vestuario pulcro y proyectando un aire semiformal no cotidiano de reuniones de coordinación sin ir al extremo de perfumes más complejos o profundos como Tresor de Lancôme o Red Door de Elizabeth Arden, con un efecto memoria bueno que se mantiene estable en una mezcla principal de tuberosa y damascos con un fondo ácido que tiende a especiado. En el caso nocturno el aroma apela a situaciones y eventos que están por encima del informal, como cenas especiales o visitas apegadas a un protocolo social que se aleja de lo juvenil y de las fiestas o idas a pubs, apuntando como un aroma correcto no recargado en matrimonios y galas. A nivel romántico el perfume tiene momentos sensuales que encajan mejor usándolo en compañía de una pareja conocida, funcionando también a una edad mayor dentro de un marco semiformal con alguien desconocido. Rango de edad entre 30 y 60 años.