Realiza una Búsqueda

Belle d'Opium by Yves Saint Laurent

Este perfume del año 2010 corresponde a una actualización y reinvención de Opium de 1977, unas de las fragancias clásicas de la casa YSL, diferenciándose de algunas ediciones especiales como Poésie de Chine que mantenían parte de las notas originales de Opium, al optar por un conjunto completamente nuevo de notas. Con Belle d'Opium se vuelve a jugar con conceptos narcóticos como lo hacía Opium al recurrir al concepto del opio, apostando por mezclas de incienso y tabaco oriental de pipas de agua, aligerado con una mayor proporción de flores y enfocándose en la imagen de una mujer que se ve inocente pero oculta una faceta inquietante y escurridiza. La botella recurre a una modernización del frasco de Opium de los años setenta, con una ventana central más grande y simétrica cambiando el colorido marrón opaco por un azul transparente más intenso, con el tubo de alimentación del spray cubierto por un plástico rojo trenzado que imita a una mecha, a modo de un incensario o pipa. En el sitio de YSL Parfums señalan que las notas principales del perfume son: lirio de Casablanca, incienso, jazmín, acordes de narguilé (de "Nargileh" un tabaco usado en pipas de agua, por lo general lavado e impregnado con miel y aromatizantes), durazno, pimienta blanca, resinas, sándalo.

La partida da una primera impresión de un caramelo tostado ligeramente terroso, como un praliné sucio parecido al existente en CH de Carolina Herrera, ascendiendo gradualmente por la línea de las resinas suaves hasta llegar a un ambarado con miel ligeramente tostado y ahumado, como un residual de caramelo quemado con rasgos de madera. En fase media se mantiene la idea de ahumados y amielados, con mayor inclinación hacia inciensos sin volverse denso o antiguo, llegando a 1 hora de la partida a un máximo de corte masculino con ideas de cedro fragante, vetiver y algo de tabaco con dejo a maderas orientales y especiados que producen picor en nariz, con un comportamiento parecido al que mostraba Elle de YSL. A 1 hora y media de la partida ocurre un cambio en el aroma, con una disminución de la madera y las líneas masculinas en favor de una apertura de la miel que ahora se siente como un frutal neutro tipo néctar y florales que en principio van por la madreselva, con una flor secundaria en ascenso rápido bastante fragante que presenta características frutales y que podría ser una gardenia por un tinte a duraznos. Sobre las 3 horas los florales comienzan a mostrar tonos conocidos, parte jazmines con flores clásicas de jardín tipo gardenias, por momentos solapadas por una capa intensa de tabaco aromático con incienso más cargado a la madera que a las resinas dulces, con vetas de lo que parece ser una canela ahumada. Alrededor de 4 horas de la partida el perfume muestra una caída en su intensidad, con fondos de resina más notorios y cercanos a alquitrán con puntos turbios de pachulí confitado y repetición de dejos ahumados, con las flores y los puntos frutales también presentando una baja. A 7 horas retornan las notas de madera con una ligera alza en la intensidad, volviendo las flores y los frutales que ahora se sienten como rojos azucarados, cambiando ahora la idea de cedro por un sándalo más oriental, con las resinas apegándose a la madera y al residual de canela, y dando puntos licorosos ocasionales. En fase final destacan resinas con tabaco fragante ligeramente masculino y con los aires de madera integrados en el tabaco, con una linea frutal secundaria un poco licorosa que aporta más ideas femeninas y que dejan al perfume al borde de un unisex oriental, con fondos atalcados que parecen un residual de polvo de pétalos de jazmín, recuperando la idea de canela turbia a la pimienta al fondo.

El aroma se presenta como un pariente más actual y simplificado del Opium original, dejando de lado la mayoría de las porciones especiadas y centrándose en una nueva capa de resinas e inciensos con aporte de flores y frutas que dan un enfoque más suave y joven, con dejos de canela que dan un vago eco de homenaje al primer Opium de la década del setenta. La fragancia maneja un estilo de diario que bordea por momentos la época veraniega en interiores y lejos del sol por una sensación de densidad del perfume que puede causar malestar, proyectándose mejor en invierno donde tiene mayor libertad para moverse en ciudad. En oficina el aroma muestra tonos misteriosos y llamativos, diferentes al promedio actual de aromas y sin llegar a un extremo antiguo, con un comportamiento un poco reposado y sin mucho dinamismo y apostando por un profesionalismo con seguridad y ligeramente autoritario a edad joven y mediana, mostrando una imagen un poco reservada y que se contiene las actitudes extrovertidas. Como aroma nocturno tiene un punto fuerte al girar en torno a resinas y maderas oscuras, abriéndose a eventos de invierno fresco y verano al aire libre dentro del rango formal sencillo y el semiformal joven , evitando nuevamente el dinamismo informal y sudoroso de fiestas y bailes, prefiriendo matrimonios no recargados o cenas elegantes. Por el lado romántico consigue despertar curiosidad por una imagen segura e intrigante a la vez, con un balance de notas que se siente mesurado especialmente para un público joven. Rango de edad entre 25 y 60 años.