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Agua de Bambú Exotic by Adolfo Domínguez

Esta fragancia del año 2016 es la versión femenina del lanzamiento doble para hombre y mujer de Agua de Bambú Exotic, de la marca del diseñador español Adolfo Domínguez en asociación con la casa Puig, con la versión Exotic basándose en la serie Agua de Bambú que a su vez es una derivada de Bambú y Bambú Mujer del 2010 agregando matices más frescos a un paseo imaginario por un bosque que destaca la necesidad de volver a estar en contacto con la naturaleza. El envase mantiene la botella usada por las versiones femeninas de Bambú y Agua de Bambú, que se inspira en una sección de tronco de bambú pero curvándolo y ampliando su base para dar la idea de un vestido largo de mujer, con el vidrio asumiendo tonalidades que van de un rojo naranja en la parte inferior y ascienden hacia transparente. En el sitio de Adolfo Domínguez no aparecen menciones sobre esta nueva serie, ni sobre las notas aromáticas usadas.

En partida el perfume se apega a una línea central cremosa y con características tibias de frutos rojos levemente alimonados que en primera instancia recuerda otras propuestas de perfumería femenina comercial, afinando el aroma a los 5 minutos hacia una línea floral alimonada que destaca un lirio del valle cargado a cálidos de musk que evoluciona rápido combinándose con secos amaderados de tallos para llegar a los 10 minutos a fresias de acabado más clásico, agregando a 15 minutos gardenias con una línea verde tosca y silvestre de corta duración que evoca al heno de la serie Swiss Army de Victorinox, estabilizándose a los 20 minutos en lirios del valle complementados por tallos a la madera con un limón próximo a efectos aldehídicos que absorbe a la veta silvestre verde. En fase media a los 30 minutos el perfume cambia el fondo aldehídico por secos de tallos que van acompañados de grupos florales que se sienten derivados de perfumería clásica, con aportes mesurados de jazmín e ylang-ylang con porciones oscuras de incienso todavía fresco, tomando matices de talco sin definición de violetas y girando en lirios del valle verdes con secos amaderados de tallos con un aire especiado ligero a 1 hora del inicio. A las 2 horas la fragancia persiste en una nota floral clásica con aportes de grosellas rojas que la ubican entre peonías, rosas, jazmín y flor de azahar, por momentos con el par de jazmín y flor de azahar dando eco a una versión más fresca y cremosa de Lou Lou de Cacharel sobre una madera que tiene características secas de loto, combinando a las 3 horas mezclas florales más amieladas en ylang-ylang, gardenias y flor de azahar con una menor proporción de jazmín y variaciones de vainilla con musk en la base, volviendo a las 4 horas a un centro alimonado cálido e inocente de fresias fragantes al musk con tintes polvosos de lirios de valle sobre aportes más notorios de jazmín. A las 6 horas la fragancia se apega a una linea de lirios del valle de acabado cálido y con aportes de polen que reemplazan al musk, sintiéndose en el fondo un aporte fragante de jazmines acotados e impresiones dulces verdes similares a guisante de olor, bajando a 9 horas el grupo floral que se mantiene en jazmines con una impresión en ascenso de flor de azahar, la cual queda como nota dominante a las 12 horas con un adicional que ronda las mandarinas. En fase final al pasar de las 24 horas la fragancia se estabiliza en una flor de azahar de acidez mesurada y puntos de naranja amarga montada sobre una base de polen dulce, con aportes de peonías próximas a frambuesas y tibiezas ligeramente cremosas de resina con un picor mínimo proveniente de tallos, destacando en la base un tono verde de corte limpio que combina lirios del valle con savia y calone al musk.

La fragancia tiene un inicio que en principio recuerda fragancia juveniles basadas en crema con frutas rojas, gradualmente apuntando hacia aromas más clásicos de flores amieladas presentes en perfumería previa a la década de los años noventa, aprovechando un carácter verde que a nivel de diario se adapta a situaciones cotidianas o especiales de primavera y verano, apartándose de situaciones deportivas. En oficina la fragancia centra su presencia en un acabado limpio de corte clásico y con aires elegantes que cubren el segmento informal maduro a semiformal joven, dejando una buena impresión como perfume profesional en reuniones importantes sin mostrarse autoritario o agresivo entre colegas, teniendo un efecto memoria variable que tiene sus puntos altos durante el dominio de las fresias pero que por momentos se confunde con otros perfumes de cuerpo verde. En el escenario nocturno la fragancia requiere de un ambiente limpio para expresarse de manera apropiada, apartándose del público adolescente de fiestas donde proyecta una impresión seria y clásica, teniendo mayor soltura de movimiento en reuniones con amigos en casa y ocasiones sociales de mayor protocolo dentro de lo semiformal, pudiendo llegar al escenario formal en verano y con una mayor dosis. En lo romántico el perfume apunta a ocasiones en compañía de una pareja conocida al combinar vetas acogedoras con una seriedad pulcra que muestra preocupación por la imagen propia, escapando de la intención de mostrar sensualidad explícita a gente desconocida. Rango de edad entre 25 y 60 años.