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Agua de Bambú Hombre Exotic by Adolfo Domínguez

Esta fragancia del año 2016 corresponde a un lanzamiento doble para hombre y mujer que se basa en las fragancias Agua de Bambú de mujer del 2011 y de hombre del 2013, agregándoles una componente exótica al concepto planteado desde los perfumes iniciales Bambú por el diseñador Adolfo Domínguez de imaginar un paseo por un bosque sintiendo la presencia de la naturaleza. El envase repite la forma de botella cilíndrica de extremos planos y surco vertical de las versiones masculinas de Bambú y Agua de Bambú, que imitaban la sección de un tronco de bambú, con el vidrio teniendo una tonalidad verde más clara que la usada en el primer Bambú de hombre. En el sitio de Adolfo Domínguez no aparecen descripciones de este lanzamiento, sin que se cuente con un listado oficial de notas.

En partida la fragancia presenta un cuerpo principal verde y seco que se siente familiar a nivel de perfumería masculina, variando entre puntos vegetales al apio de ensaladas con aromáticos de cenizas de tabaco y musgo sobre un fondo limpio menor a un limón, resaltando a los 5 minutos un cuerpo verde más fresco al musk con aportes florales poco precisos, elevando la capa de limón a los 10 minutos dentro de un marco de té verde que resume las propuestas iniciales vegetales y agregando a 15 minutos una madera delicada de aroma similar al de utensilios de bambú sobre flores neutras de cuerpo polvoso, sosteniendo a los 20 minutos un tono seco de perfumería clásica en sándalo con musgo y bergamota. En fase media a los 30 minutos el aroma gira en torno a maderas con base vegetal y tintes de limón discreto con recuerdos de aromas de musgo, pudiendo corresponder todos estos tonos a una nota de bambú concentrada, aumentando un fondo de talco asociado a violetas apagadas con un áspero de salvia al cabo de 1 hora. A las 2 horas la fragancia vuelve a traer ideas de perfumes masculinos conocidos, con un fondo en talco a la pimienta con sándalo y violetas rodeado de un marco mediterráneo tenue de bergamota terrosa sin definición de jengibre, por momentos apuntando a musgo, cuero y tintes marinos fríos, presentando a las 3 horas indicios de pimienta de bajo picor dentro de un marco de helechos y conservando constante un marco seco de madera al musgo y tintes frutales que están entre enebro y notas marinas, resaltando a las 4 horas un cardamomo con cuero que va seguido de resinas de bosque como en un ciprés, con trazas marinas al enebro parecidas a algunas propuestas de la marca Lush. Al superar las 6 horas el perfume combina notas diversas de violetas y lavanda con cardamomo amaderado, cuero húmedo y resina fragante tipo aquilaria que recuerda aromas de perfumes masculinos oscuros nocturnos en la línea de Ormonde Man de Ormonde Jayne, apegado a una intensidad acotada y perceptible a distancia de conversación, agregando un punto verde que deriva del cardamomo y que vuelve a dejar impresiones de enebro y ciprés, elevándose a las 9 horas una nota particular de pomelo verde con tintes alimonados que resalta por encima del resto para luego fundirse con las secciones verdes de cardamomo y aplanándose dentro de un marco de maderas limpias, volviendo a aparecer el pomelo a las 12 horas pero con variantes turbias que pasan por salvia y se estabilizan en pimienta. En fase final a las 24 horas la fragancia asume un cuerpo especiado y ligero al agua con base en madera, combinando cardamomo con lavanda y vestigios de resina aromática que siguen recordando propuestas clásicas de perfumería masculina de los años 90 y 80 en torno a un acabado de la línea marina no salada.

El perfume presenta un nuevo perfil que se siente más clásico y menos verde y cítrico en comparación con el primer Agua de Bambú Hombre, presentando ocasionalmente tintes gratos que se asocian a perfumes conocidos sin dejar la idea de ser una copia de un producto en particular, mostrando a nivel de diario una facilidad de uso en primavera y verano por un cuerpo fresco general, adaptándose a épocas más frías como un atemporal de interiores, con el dejo seco de musgo limitando un uso deportivo. En oficina el perfume tiene una estela mesurada que se percibe a distancia de conversación, dejando una impresión limpia con una intención de seriedad o pulcritud que no se siente madura o demasiado vieja y que se adapta a situaciones informales y semiformales, teniendo un efecto memoria que se mantiene en mediano al equiparar las características gratas y conocidas con una intensidad acotada. En el caso nocturno la fragancia requiere de reaplicaciones para hacerse notar, apartándose de fiestas y eventos juveniles o adolescentes, saltando directamente a eventos semiformales en espacios limpios pero quedando corto en potencia en situaciones formales. En lo romántico la mezcla de notas se siente seria, con algunos puntos ocasionalmente despertando curiosidad en el fondo pero como una mezcla general asumiendo una preferencia de disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 60 años.