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DKNY MYNY by Donna Karan

Este perfume, aparecido en el mercado durante el año 2014, se agrega a la serie de fragancias de la línea DKNY de la marca Donna Karan, la cual incluye otros productos como la colección Be Delicious, DKNY Men y Women, Pure DKNY y algunas ediciones limitadas como DKNY City y DKNY Love From New York, todas ellas haciendo referencia a la ciudad de Nueva York como tema central y con MYNY correspondiendo a las siglas de la frase "Mi Nueva York". El envase consiste en una botella con forma de corazón de vidrio rosado que posee una sección superior completamente plateada donde está el spray y que tiene un diseño de cuadrados de diferentes alturas que representan una vista panorámica de los rascacielos de la ciudad. En los sitios de DKNY y de DKNY Fragrances en Reino Unido destacan las siguientes notas para el perfume: frambuesas, gálbano, pimienta rosada, jazmín, fresias, iris, pachulí, vainilla, musk y ámbar gris.

En partida la fragancia comienza con una nota de frambuesa de baja acidez con impresiones de confitado de azúcar tipo gelatina que incluye dentro del primer par de minutos una traza de pachulí como origen del confitado y que oscila en rangos cercanos al chocolate, incluyendo porciones florales a partir de los 5 minutos que disminuyen la frambuesa hasta rebajarla notoriamente a los 10 minutos en favor de un aroma de rosas jóvenes y frescas que siguen el mismo patrón de frutal rojo, mostrando una inclinación hacia aromas más ligeros y blancos del tipo fresias a los 15 minutos donde se agrega un durazno de origen floral que bordea una gardenia a los 20 minutos. En fase media a 30 minutos la fragancia resalta líneas de pachulí de bosque más oscuro que se aproximan a un estilo masculino y que es compensado por un tono de rosas ligero, resaltando un efecto de duraznos cremosos que al cabo de 1 hora se definen hacia una vainilla con características de granos de tonka. A las 2 horas el punto de frambuesa sigue marcando tonalidades de rosas más oscuras que se aproximan a peonías que se mezclan con crema de vainilla matizada con gardenias similares a una tuberosa apagada, con un fondo que sigue una tendencia masculina en pachulí y musgo de bosque con un picor discreto en nuez moscada y que crea un efecto breve de higuera, reforzando a las 3 horas un tono de rosas mesurado pero que tiene rasgos de una flor de los años ochenta al contener un punto de tallo de flores que va por pimienta rosada y que junto al pachulí se aproxima a un chiprés fresco, reforzando a las 4 horas el cuerpo basado en pachulí con menos rosas y que desarrolla un dulzor de la familia de la mandarina ligeramente ácida combinada con vestigios de frambuesa y ascensos de musk tibio. A las 6 horas se mantiene un centro de pachulí de aspecto constante y que aporta porciones verdes mezcladas con tallo de flores a la pimienta rosada, con las notas florales reenfocándose en frambuesas concentradas que absorben el efecto confitado del pachulí que contienen una porción fría que considera lavanda y violetas con un especiado ligero, recuperando a las 9 horas un efecto de fruta madura que se reparte entre tonka y pachulí confitado que vuelve a dejar impresiones de una rosa chiprés de los años ochenta, incluyendo a las 12 horas un fondo de vainilla que recupera tonos de crema de fruta neutra y se combina con alzas de especiados de mayor picor mezclados con una resina que tiene un tinte masculino. En fase final al alcanzar las 24 horas la fragancia separa la línea de frambuesa del pachulí dejando en una capa superior un aroma de frutales ligeros más frescos y con recuerdos de peonías que tienen un aspecto más jovial, con el pachulí manteniéndose al fondo como un acabado terroso un poco más confitado y menos ochentero que se acerca al estilo de tierra al praliné de CH de Carolina Herrera, conservando al medio un aporte de especiados amaderados que mantienen un picor discreto en nariz.

La fragancia presenta una combinación particular, tomando una nota roja juvenil de frambuesas que es arrastrada hacia un chiprés al pachulí con más carácter, en parte modernizado y con referencias a la década del ochenta, adquiriendo una personalidad urbana medianamente elegante para un uso de diario que toma una inclinación invernal de mayor desplante con una opción atemporal de épocas más calurosas bajo techo, evitando las situaciones deportivas. En oficina la fragancia deja una impresión que se acerca a lo autoritario y con un rasgo profesional agresivo, sacrificando empatía con colegas en el camino y favoreciendo un efecto memoria bueno que toma influencia de los años ochenta y se resume en un frutal de rosas con pachulí. En el escenario nocturno el perfume mantiene el tono llamativo de oficina restringiéndose por seriedad del ámbito adolescente o demasiado informal, calzando mejor en situaciones sociales como reuniones con amigos o colegas después del trabajo, cenas y eventos apegados a un protocolo social, sin llegar al nivel formal donde la frambuesa resta complejidad al perfume. En lo romántico el aroma sostiene los aspectos serios del pachulí complementado por una frambuesa que se aleja del segmento sensual, dejando una impresión que ronda el disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 60 años.