Passenger pour Homme by S.T. Dupont

Esta fragancia del año 2008 corresponde a un lanzamiento pareado para hombre y mujer que aparece 2 años después de la última colección Noir-Blanc, con esta nueva serie rescatando el espíritu viajero asociado a la marca y que tuvo un inicio similar al de otras casas de finales del siglo XIX como Hermès y Louis Vuitton creando artículos de lujo en cuero que pudieran ser usados en viajes como bolsos, con el perfume aportando una imagen de sensualidad y conquista para un hombre atrevido que viaja por el mundo como un eterno pasajero. El envase se basa en una forma de botella rectangular forrada en un cuero marrón con puntadas en hilo blanco y una etiqueta de tela con el nombre de la marca, sobresaliendo por encima del cuero un tapón plateado que lleva escrito en su parte superior el nombre de S.T. Dupont. En el sitio de S.T. Dupont Parfums destacan que las notas aromáticas principales de esta fragancia son: bergamota, pomelo, hojas de violeta, jengibre, cardamomo, pimienta rosada, lavanda, madera de guaiac, pachulí, benjuí y cuero.

En partida la fragancia sigue una línea inciensada con una base ligera en madera, con impresiones de mirra y tabaco aromático levemente a la miel que incluyen gradualmente bases alimonadas clásicas, presentando antes de los 5 minutos un efecto de oliva similar al presente en Égoïste de Chanel y que se sostiene como una resina untuosa por encima de los 10 minutos, afinando el aroma en torno a los 20 minutos con un ascenso de especiados que incluyen nuez moscada y clavo de olor, con un dejo metálico discreto que hereda la sensación de agua de olivas y que da una apariencia de comino o de otro tipo de especiado adicional. En fase media a los 30 minutos la fragancia reduce de manera drástica el brillo del bloque de resina cambiándolo por una capa polvosa con mayor afinidad al cardamomo sin mentol y a una nuez moscada combinada con un jengibre apagado que reemplaza al clavo de olor, sumando dentro del mismo grupo de polvo una combinación floral de violetas con iris discreto al oler por más tiempo, teniendo momentos de aparición oscilante al compartir espacio con la resina y los especiados en una tendencia que se mantiene a 1 hora del inicio. A las 2 horas la fragancia mantiene un balance entre resinas y madera con una mejor definición del especiado que produce un picor más puntual de la familia del jengibre y el clavo de olor, comenzando a presentar una baja gradual de su intensidad sin cambiar de forma notoria su estructura, agregando a partir de las 3 horas una veta incipiente de lavanda que aplana al grupo de resinas acercándolas a grupos de maderas afines con los especiados, llegando a 4 horas a una mezcla mucho más próxima a la nuez moscada con sándalo y que presenta una lavanda más limpia que da un tono clásico al perfume. A 6 horas la fragancia vuelve a rescatar resinas en un formato dulce al ámbar y que trae mezclas de miel que no alcanzan a llegar a tonka, sosteniendo una lavanda tradicional que por momentos baja a segundo plano con respecto a los grupos tibios de madera reflotando una idea de tabaco ligero y cuero, mostrando a las 9 horas un enfoque mucho más amalgamado con menor independencia de notas al sentirse una nueva baja en su intensidad, apreciándose una combinación a nivel superior de ámbar y naranjas con polvosos imprecisos de la familia especiada, llegando a las 12 horas con un matiz más maduro que deja ver una mayor presencia de lavanda con cardamomo, dejando espacio para que se sientan vetas de cuero y pachulí al ciprés. En fase final a las 24 horas la fragancia enfoca la lavanda de manera más notoria combinándola con ámbar y consiguiendo aproximaciones con la base de Azzaro pour Homme, con puntos especiados cercanos a pimienta con una inclinación a cardamomo que potencia una base verde al ciprés más clásica sin llegar a un estilo de vetiver.

La fragancia sigue un enfoque derechamente clásico y muy apegado a la perfumería tradicional masculina aprovechando vetas típicas de madera y especiados con verdes sobre un soporte de resina, con todas las partes moviéndose al unísono y compartiendo los mismos grados de protagonismo, sintiéndose a nivel de diario como una opción segura atemporal con preferencia invernal y alejada del calor intenso que calza en un comportamiento más bien social que cotidiano o deportivo. En oficina la fragancia se mantiene apegada a una línea laboral tradicional, con momentos energéticos elegantes y de solidez masculina a cargo de las maderas con especias, teniendo situaciones de imagen más madura al ascender las capas verdes, dando a nivel general un desplante semiformal a formal de traje y corbata centrado en invierno, con un efecto memoria mediano al no tener la fragancia una especie de firma o veta distintiva que la diferencie de otros perfumes de la misma familia aromática. A nivel nocturno el aroma se aleja de los segmentos adolescentes e informales centrándose a nivel social en reuniones y eventos tipo matrimonios, presentando una situación similar a la de oficina donde no se siente un tono o nota alta distintiva que haga especial al perfume, actuando más como un aroma subliminal y subjetivo que da una idea de pulcritud y seriedad. En lo romántico la fragancia tiene vetas tradicionalmente masculinas que tienen un público femenino asegurado por el lado maduro, con algunas referencias a madera y resinas orientales que pueden crear un ambiente apropiado en salidas con pareja conocida, con las vetas verdes dando una impresión paternal que puede alejar a desconocidas y que restan dinamismo en alguien más joven. Rango de edad entre 30 y 60 años.