Narciso Poudrée Eau de Parfum by Narciso Rodriguez

Este perfume del año 2016 se suma a las fragancias de la línea Narciso de la marca del diseñador Narciso Rodriguez, que está conformada por una edición Eau de Parfum del 2014 y un Eau de Toilette del 2015, con Poudrée ofreciendo un aroma que mantiene el sello del diseñador de usar una nota común de musk en sus creaciones pero que agrega un efecto más cálido al reemplazar la notas original de gardenias del primer perfume Narciso por jazmín. El envase mantiene el diseño de botella preparado para Narciso Eau de Parfum y que se repitió en la variante Eau de Toilette, consistente en una botella cúbica de tapón rectangular horizontal y cuerpo de vidrio grueso cuyo interior se encuentra cubierto con una pintura opaca que en esta ocasión es una tonalidad que está entre rosado y color piel. En el sitio de Narciso Rodriguez presentan para el perfume las siguientes notas: maderas, rosa búlgara, jazmín y musk.

En partida el perfume posee una línea principal de musk dominante acompañado de aires frescos de peonías con un dejo alimonado, mostrando a los 5 minutos un brillo breve de frambuesas que luego se desvía a maderas secas y ligeras, volviendo a surgir a los 10 minutos un nuevo aporte frutal tibio de duraznos a la gardenia que resulta solapado a los 15 minutos por una veta de polen con bergamota y cálidos de flores neutras, apreciándose a los 20 minutos unas variaciones hacia lirios del valle con un aire de lavanda que se estabilizan en un jazmín sobre ámbar. En fase media la fragancia sigue en una línea atalcada dulce que combina musk, mimosas, gardenias y un fondo floral con aportes de limón verde que tiende a fresias amaderadas, elevándose a 1 hora la impresión de almendras que llega a flor de almendro sobre un fondo seco a la madera, surgiendo a la vez impresiones de un grano de tonka incipiente con turrón de maní y praliné. Al llegar a las 2 horas la fragancia se siente más dulce y acaramelada dentro de una línea de mimosas y polen que conservan la flor de almendro pero con mayor presencia de turrón de maní, sosteniéndose sobre un fondo de musk turbio con mezclas de vainilla como la usada en Kenzo Amour, dando a las 3 horas impresiones de una combinación de polen denso con vetas silvestres y una variante concentrada de vainilla y granos de tonka que pasa por la tonalidad de bronceador y sigue hacia cumarina arrastrando el tono de flor de almendro, tomando a las 4 horas una apariencia de vainilla densa amaderada con almendras, con una impresión secundaria de polvoso de lirios del valle y jazmín. A las 6 horas el perfume aumenta su cercanía con Kenzo Amour al incluir una veta anisada en la vainilla, aunque cambiando pronto el anís por un fondo de violetas como en el primer Narciso Eau de Parfum y agregando en el fondo tonos frutales ácidos similares a los producidos por un grano de tonka, bajando a 9 horas la intensidad de la vainilla con almendras y dejando ver aportes ligeros florales en jazmín con violetas y un fondo de ámbar que ocasionalmente presenta características de musk, disminuyendo a 12 horas la presencia de la vainilla en favor de una línea central de musk más notorio con secundarios de madera seca y almendras más grasas como en una mantequilla láctea. En fase final a las 24 horas la fragancia cambia el aroma de vainilla llevándola por momentos al nivel de una resina que conserva la presencia de flor de almendro pero con un adicional fresco cercano a un lirio del valle apagado que sigue la línea del musk, incluyendo una base conformada por madera, polen y jazmines con un desvío tenue a violetas secas.

Al comparar con sus predecesores Narciso Eau de Parfum y Eau de Toilette, el tinte central dulce similar a vainilla que ofrece el perfume deja una impresión más alegre y menos rígida en términos de elegancia, siguiendo un desarrollo más lineal con menos violetas y menos madera, resultando a nivel de diario en un carácter más primaveral que se sostiene como un perfume atemporal en invierno, manteniendo un enfoque no deportivo. En oficina el aroma muestra un perfil joven que se adapta bien a edades mayores, pasando de un informal limpio de invierno a un semiformal de épocas cálidas que requiere de aplicaciones mesuradas para no molestar o ahogar, teniendo un efecto memoria sobre lo mediano por la combinación de un aroma de evolución lineal con un centro dulce y notorio fácil de retener. En el caso nocturno el perfume se apega a líneas pulcras, tanto de fiestas informales como de eventos semiformales favoreciendo un grado de empatía social, pudiendo ser una opción joven en ocasiones formales como galas o matrimonios. En lo romántico la sección dulce y densa de la vainilla consigue crear curiosidad a gran distancia, facilitando una conversación desde cero con un desconocido, necesitando de dosis controladas para no molestar en ambientes limpios o a corta distancia con una pareja conocida. Rango de edad entre 20 y 60 años.