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Good Girl by Carolina Herrera

Este perfume aparecido durante el 2016 se agrega a la serie de perfumes de la diseñadora Carolina Herrera, ubicándose en una línea clásica paralela a otros productos más juveniles o urbanos como la línea CH y 212 compartiendo un segmento clásico con Carolina Herrera de la década del ochenta, Herrera for Men, Chic for Men y la colección de lujo Herrera Confidential, con Good Girl moviéndose bajo el concepto de una mujer moderna y audaz que aromáticamente celebra su lado bueno por medio de notas florales y libera su lado malo con el uso de notas cálidas. El envase se basa en la forma de un zapato de tacón alto o Stiletto como símbolo de seducción en colores negro y dorado con la botella de vdrio ocupando la sección del interior del zapato en color azul oscuro, con la válvula del spray ubicándose en la sección alta del talón. En el sitio de Carolina Herrera destacan el uso de las siguientes notas: tuberosa, jazmín, granos de tonka y cacao.

En partida el perfume sigue un perfil oscuro en madera licorosa con resinas que se definen en un grano de tonka que posee un aire inicial masculino y que se mantiene sobre los 5 minutos al mostrar la fragancia algunos rasgos suavizados característicos de 1 Million de Paco Rabanne también fabricado por la casa Puig y que son similares a ámbar gris, teniendo el aroma a los 10 minutos un alza de vainilla que inclina la fragancia al lado femenino destacando a la vez mezclas de madera a la pimienta rosada, volviendo a aparecer a los 15 minutos secciones frutales maduras del grano de tonka que siguen un perfil rojo que sigue recordando a 1 Million, llegando a los 20 minutos con una capa superior de madera y porciones de confitado de pachulí sin vetas verdes. En fase media a los 30 minutos el perfumes se estabiliza en torno a una nota central de tonka que reduce las proyecciones de frutas apuntando a vainilla con desarrollo de cumarina, desarrollando un punto de cacao ligero que parece provenir de una nota de pachulí denso pero en un formato ligero que a 1 hora se aproxima a madera, sintiéndose en la base mezclas florales clásicas al jazmín con un seco tostado similar a granos de café sin moler. A las 2 horas el centro de tonka se vuelve más amaderado y abriéndose a caramelo tostado, persistiendo en el fondo un tono al durazno y damasco ácido que da la idea de una gardenia o tuberosa sin desarrollar, volviendo a las 3 horas un tono de ámbar gris dentro del grano de tonka pero que es compensado por vetas más notorias de flores clásicas al jazmín con un tostado de café en variante instantáneo y no de grano, elevándose a las 4 horas secciones florales más dulces con un dejo verde alimonado que no llega a fresias y se centra en jazmines y gardenias, con un fondo de pachulí con tonka. A las 6 horas la fragancia agrega tonos verdes de fresias alimonadas con madera almendrada, simplificando el aporte de tonka que se aproxima a pachulí de bosques con una carga verde mesurada e inclinado a musgo y cuero con ámbar y vainilla, bajando la potencia del aroma a las 9 horas y permitiendo un alza de una línea fría que evoluciona del jazmín pero da un paso por tintes masculinos de lavanda y ámbar gris con madera y restos frutales de gardenias, surgiendo a las 12 horas nuevas líneas aromáticas que incluyen la presencia floral de un limón con porciones aterciopeladas de gardenia sobre una base tibia de ámbar con vainilla y madera. En fase final a las 24 horas el perfume se centra en un tono de madera turbia por influencia de resinas a la vainilla, desapareciendo el grano de tonka pero percibiéndose a nivel ambiental algunas características de esta nota como un punto de durazno tibio poco preciso, con las maderas dando un tono de clavo de olor mezclado con cáscara de limón y verdes mentolados de cardamomo que no alcanza definir una familia aromática especiada, verde o cítrica.

El perfume sigue una evolución desde tonos oscuros en resina y madera hacia variantes florales más frescas que incluyen un punto de limón con un aire clásico, destacando el uso de una nota central de granos de tonka que en este caso trae recuerdos involuntarios de un aroma masculino debido al incremento del uso de esta nota en la perfumería masculina comercial de la década del 2000 y 2010, usando una combinación de vetas amaderadas y alimonadas que a nivel de diario consiguen un desplante atemporal con preferencia invernal en las primeras horas, sin seguir un perfil deportivo. En oficina la fragancia no alcanza el nivel complejo de otros perfumes en la línea floral u oriental, mostrando una madera no autoritaria y medianamente profesional que se sostiene en el segmento informal y semiformal, con un efecto memoria mediano debido a una baja profundidad de las notas y una presencia de estela acotada más allá de la distancia de conversación. A nivel nocturno la fragancia se enfoca en situaciones semiformales no complejas que no llegan al nivel de una gala formal debido a un desplante lineal de las resinas y una baja potencia de las flores, cubriendo eventos tipo cenas o reuniones sociales, pudiendo ser una opción ocasional de perfume adolescente pulcro. En lo romántico la mezcla de notas se siente estable en el grano de tonka pero sin presentarla como una nota llamativa que cause curiosidad o adición, con las flores estando solapadas sin poder proyectarse durante las primeras horas en una faceta sensual y solo mostrándose con más brillo hacia el final, con la fragancia orientándose al disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 60 años.