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Magnat by Ésika

Esta fragancia del 2015, de la marca Ésika perteneciente al conglomerado Belcorp, se inspira en la imagen de un hombre con éxito que consigue lo que desea y lo demuestra como un lujo al igual que un magnate, siguiendo un perfil aromático que se apega en un comienzo a tonos frescos de perfumería clásica. El envase considera una botella de caras rectangulares de vidrio azul degradado con facetados asimétricos al frente, con hombreras plateadas y un tapón similar a la corona de un reloj de pulsera. En el sitio de Ésika describen el perfume de manera general, destacando sólo 2 notas: maderas y cuero.

En partida el perfume se centra en un acabado de enebro dominante que incluye trazas verdes de menta con calone que son seguidos por lavanda y maderas suaves, rebajando la lavanda a los 5 minutos en favor de la menta del enebro y de un brillo de moras con picor suave de especiados todavía indefinidos, enfocándose el aroma a los 10 minutos a enebro con nuez moscada derivada de la madera que crea un acabado frío clásico de la década del noventa con proximidad a florales neutros, variando el fondo verde que sigue basándose en enebro y menta pero teniendo variaciones más intensas a pino a los 15 minutos, volviendo a un mentol de lavanda con tintes de pimienta a los 20 minutos. En fase media a los 30 minutos la fragancia se apega a un carácter frío cercano al de aire marino que sigue marcada por un enebro dominante a la menta, incluyendo turbiedades de flor de azahar y lirios del valle dentro de una gama verde próxima a un frutal en desarrollo, mostrando en la base un paso de madera a canela suave con pomelo apegada a un frío de agua de lavanda, llegando a 1 hora a menta de bayas de enebro con fríos de bosque más limpios y vestigios de arándanos ácidos. Sobre las 2 horas el perfume agrega una componente de fruta madura al grano de tonka que reduce el dominio del enebro, con la lavanda asumiendo un acabado atalcado que va al fondo y con pérdida del punto de menta en favor de secos de musgo discretos, mostrando mayor precisión en resinas amplias a las 3 horas que cubren el rango del olíbano, benjuí y granos de tonka con frutal maduro donde la base se vuelve más seca al musgo con cuero fresco, con la mezcla absorbiendo al enebro y lavanda en un tinte turbio licoroso, volviendo a tonos de pomelo a las 4 horas que incluyen una línea verde un poco más cotidiana que se acerca a salvia dentro del marco de tibios de tonka con lavanda y retornos de enebro. A las 6 horas la fragancia cambia el tinte verde del enebro por salvia y pachulí que se combinan con musgo y cuero dulce con influencia de resina licorosa, creando un efecto más cotidiano y más conocido en otras fragancias y desodorantes de diario, cambiando esta tendencia a las 9 horas con un incremento del cuero con resina que se aleja de la base de pachulí con tonka y licor, sumando cáscaras secas de mandarinas y pomelos al ládano con flor de azahar plástica que vuelven a crear un acabado clásico de los años 90 pero más invernal a las 12 horas. En fase final a 24 horas de aplicado el aroma mantiene un centro basado en mandarinas con pomelo que muestran un matiz seco y ácido que se aproxima jengibre, conteniendo aportes verdes herbales menores que pasan por lavanda pero que se sienten más cercanos a calone, con la reducción de tonos de resina dando un aroma que vuelve a tener las características de perfumería fresca de los años noventa de la fase inicial.

El perfume muestra una evolución que en sus primeras horas se apega a una faceta de perfumería clásica masculina limpia en verdes fríos que evolucionan a una base licorosa más contemporánea en su punto medio y que amplía su uso a nivel de diario desde verano hacia invierno, con la combinación de notas alejándose de eventos deportivos. En oficina el aroma respeta la mayoría de los lineamientos laborales clásicos, con la fase verde al enebro siendo más pulcra dentro de lo semiformal y con la porción de resina ampliando el uso a situaciones informales invernales más cotidianas, con el efecto memoria comenzando en bueno por un recuerdo de un perfume particular de los años noventa y luego bajando a mediano por un tinte más estándar en resina y tonka. A nivel nocturno el perfume cobra más fuerza en su segunda etapa, con el aroma licoroso abarcando situaciones como salidas con amigos, fiestas y situaciones más elaboradas nuevamente dentro de lo informal maduro a semiformal de mediana edad y joven, faltándole profundidad para equiparar a la competencia en ocasiones formales. En lo romántico la mezcla de tonos verdes y resinas con fruta madura tienden a alejarse de la intención de proyectar una imagen sensual, en beneficio de un disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 60 años.