The Bug by Lush

Esta fragancia de finales del año 2012 forma parte de lo que se conoce como el Volumen 2 de perfumes de la marca Gorilla Perfume, asociada directamente a la marca británica de productos de limpieza Lush, los cuales siguen una filosofía donde cada aroma se inspira en una obra de arte, un poema, una canción, una persona o un sentimiento destacando el uso de ingredientes naturales y de alta calidad, con The Bug derivando de la idea de un pequeño ruido o melodía constante que es capaz de despertar y sacar de una tendencia mundana a quién lo usa, casi como un lema de protesta contra la paranoia de una sociedad ante la vigilancia de las cámaras ubicadas en la calle y en pasillos, los susurros a espaldas de uno, la policía secreta y los ataques de hackers. El envase sigue los formatos de botella planteados para toda la colección del Volumen 2, donde todos ellos llevan una etiqueta adherida de fondo morado donde se aprecia una cámara de vigilancia con un ojo en su interior y el título "The Bug", alcanzando a verse en los tamaños más grandes el perfil de una boca donde se ve un vahído o la idea de una conversación capturada por la cámara. En los sitios de Lush con base en Gran Bretaña y Estados Unidos destacan que los ingredientes del perfume son: ládano, sándalo, gálbano, granos de tonka, resina de elemí y pimienta negra.

En partida la fragancia comienza con un tono de hierbas alimonadas montadas sobre una base de resinas, tomando un aspecto de aromas de pradera intenso y que se define como porciones verdes de resina de gálbano puro que se abren a anís, menta y herbales de cocina con apio de ensaladas, presentando sobre los 10 minutos un acabado de jabón al agua que aísla e intensifica la nota herbal, tomando aproximaciones naturales hacia regaliz e hinojo que muestran un matiz de la familia de la menta a los 20 minutos. En fase media a 30 minutos el perfume sostiene la veta central de hierbas alimonadas con un acabado de jabón verde al agua, con ideas de ambientes orientales de incienso de flores al jazmín con rosas que tienden pronto a savia y tallos de lavanda y romero combinados con efectos de hojas de salvia natural, no de perfumería, al cabo de 1 hora del inicio. A las 2 horas la fragancia baja en intensidad conservando una idea de hierbas que bordea un calone acuático con influencia de ajenjo e hinojo, dejando ver una nueva variante en la línea de jabón que se aproxima a un vetiver de barbería con trazas de menta y limón que tienden a sándalo y cedro, aproximándose a las 3 horas a un aroma de agua fría de naranjas que mantiene un verde de aspecto herbal medicinal en ajenjo y anís, bajando la intensidad de la fragancia y permitiendo que se aprecien en la base capas de presencia resinosa que rondan el ámbar pero con un aspecto más fragante y limpio que conserva una constante alimonada, bajando más la intensidad de la fragancia a las 4 horas y planteando tonos alimonados cercanos a naranja con jengibre sobre ámbar. Al pasar las 6 horas la fragancia mantiene el tono alimonado apegado a un formato de agua, pero a la vez dejando la idea que esta nota tiene un origen verde diferente a un limón al incluir tonos plásticos que se enfocan en resinas limpias y cristalinas con un pequeño picor de salvia y tomillo mezclado con tierra de jengibre y cáscara de naranja, sosteniendo esta estructura a las 9 horas aunque con una baja de intensidad que sigue favoreciendo el enfoque de agua fría, llegando a las 12 horas con una estabilización de este aroma verde como un gálbano puro complementado por anís y madera polvosa con agua de olivas que bordea el fondo de Must de Cartier pour Homme. En fase final al llegar a 24 horas la fragancia se siente más suave y apegada al papel, con retornos de acabados de resinas a nivel de aura tibio y que siguen centrándose en una nota verde alimonada ligeramente terrosa con aportes del interior de una cáscara de mandarina, teniendo en este punto el aroma una mayor cercanía al olor ambiental que se siente en el interior de una tienda de venta de varillas de incienso.

La fragancia presenta un aroma atípico que incluye características adictivas a corta distancia que crean curiosidad y centrados en un aprecio más bien personal que, dentro de ámbito de diario, conservan un desplante unisex no deportivo con una presencia que gira la mayor parte del tiempo en enfoques de primavera y verano por el dominio de tonos limpios verdes alimonados frescos que hacia el final se proyectan mejor en situaciones de mayor calor e incluso medianamente deportivos, teniendo un inicio más cercano a momentos en interiores o de inicios de día un poco más frescos. En oficina el aroma se apega a un estilo personal y artesanal con personalidad que puede presentar restricciones a la hora de mostrar una imagen profesional equivalente al de un líder coordinador de una reunión, con un efecto memoria destacado al poseer un aroma que no se encuentra en otros perfumes y que se asocia a extractos de jardines, teniendo una pequeña diferenciación por géneros donde el caso masculino se siente más relajado que el femenino. En el caso nocturno la fragancia sigue un perfil que no calza en situaciones de fiestas dinámicas adolescentes o informales ni en escenarios formales estrictos, alcanzando en el segmento semiformal de eventos sociales íntimos en ambientes limpios una impresión levemente femenina de perfumes antiguos anteriores a la década de 1970 donde se mezclaban notas verdes con aldehídicos, como el equivalente más cercano al aroma de este perfume. En lo romántico el efecto que produce el perfume es discutible y sujeto a la personalidad y condiciones de uso, pudiendo chocar en el caso de conocer a alguien por primera vez y teniendo mejor potencial como aroma subconsciente y de complicidad con una pareja conocida. Rango de edad para ambos sexos entre 25 y 60 años.