Ungaro for Him by Emanuel Ungaro

Esta fragancia del 2013 aparece en el mercado acompañada de una edición femenina, ambas siguiendo un enfoque que parece dejar atrás la herencia de aromas más elegantes y clásicos de la marca, apegándose en estilo a las nuevas creaciones aparecidas desde el 2008 como Ungaro Man y Ungaro Fever que apuntan a un público más joven y apegado a líneas cotidianas urbanas. El envase usa una forma de botella igual a la de Ungaro for Her, consistente en un frasco cuadrado plano de bordes redondeados y tapón con forma de cubo, destacando un colorido en tonos celeste y agregando una estrella que acompaña a la frase "for Him". En el sitio de Ungaro no se menciona esta fragancia, ni la masculina ni la femenina, sin que se tenga un detalle de sus notas aromáticas.

En partida la fragancia muestra una nota principal que recuerda un grano de tonka de aspecto limpio o una resina sintética de comportamiento lineal, complementada por giros florales de jazmín y violetas que tienen similitudes con el aroma de algunas fragancias de Esprit, manteniendo esta tendencia por al menos unos 15 minutos cuando se refuerza la resina hacia un aromático más oscuro con rasgos de madera, con las violetas dando un aspecto más polvoso. En fase media a los 30 minutos la fragancia presenta un giro al apagar el grano de tonka mientras destaca un aroma de iris dominante un poco más fresco que el presente en Dior Homme de Dior, variando con el tiempo el iris hacia una violeta más dulce y llegando a 1 hora con una mezcla de cáscara de pomelo que le da un aspecto más amargo. A las 2 horas el perfume recupera la porción de resina sintética que es complementada por un plástico más cercano a la flor de azahar que al grano de tonka y que mantiene una presencia de jazmines y violetas que dan un paso hacia amargos de cáscara de pomelo sin llegar a salvia o pimienta, bajando en intensidad a las 3 horas pero también aumentando la participación de un fondo polvoso de aspecto terroso que incluye musk y referencias vagas a higos y savia de plantas que evolucionan del iris y violetas, reforzando un acercamiento a Dior Homme que es mesurado por una presencia de pomelo a las 4 horas. Sobre las 6 horas el grupo de jazmín y violetas se aviva incorporando un acabado plástico que retorna la impresión inicial de resinas y tonka, aumentando la profundidad y creando efectos tenues especiados al anís que dan una idea masculina del Lolita Lempicka clásico de mujer, variando los florales a un acabado atalcado al jazmín a las 9 horas que complementa la resina que se abre a un benjuí o mirra suave no compleja con licorosos de tonka, incorporando picores más notorios que derivan del grano de tonka y dan una impresión de cardamomo con jengibre. En fase final a las 24 horas el aroma presenta una mezcla de resinas frías basadas en granos de tonka que están en paralelo con polvosos atalcados de violetas que por momentos se aproximan a un regaliz, con un efecto de agua al fondo que combina ideas de enebro neutro y jazmín de perfumería masculina.

La fragancia sigue un línea de aspecto floral con referencias a iris y violetas en su punto medio que tiene un inicio cotidiano pero luego se alinea con un enfoque más pulcro, desenvolviéndose de manera apropiada en un escenario de diario atemporal independiente de las épocas del año con una sensación de seriedad asociada al aroma a medida que pasa el tiempo, alejándose por este lado de las actividades deportivas. En oficina el aroma se apega a lineamientos laborales por la impresión de pulcritud seria que proyecta, sintiéndose por momentos como una versión más sencilla de otros perfumes clásicos como Dior Homme y desprendiendo una impresión de uso más cotidiano dentro de lo semiformal, con un efecto memoria mediano al confundirse el grupo de florales y de tonka con estructuras elegantes que incluyen referencias de desodorantes al jazmín. En el caso nocturno la fragancia sigue un enfoque no agresivo que se desenvuelve bien en reuniones sociales con amigos o con exigencias un poco más sociales, sintiéndose serio en fiestas juveniles y sencillo al usarse en eventos formales. En lo romántico el aroma sigue líneas ásperas y que desprenden pocas ideas de sensualidad o complicidad, y con el punto de grano de tonka apareciendo demasiado tarde como para compensar la seriedad de las fases anteriores, entendiéndose mejor como una fragancia de disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 45 años.