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Manifesto by Yves Saint Laurent

Este perfume de mediados del 2012 se agrega a la colección de Yves Saint Laurent 1 año después del último perfume femenino Saharienne, recuperando una frecuencia de lanzamientos originalmente bianual desde Parisienne del 2009 y Elle del 2007, manteniendo un enfoque hacia un público relativamente más joven al que apuntaba la marca antes de la década del 2000 pero tratando de rescatar la gala y elegancia de sus productos previos a esa época con un aroma centrado en una base oriental con un centro floral clásico. El envase resume varios conceptos relacionados con la casa YSL en el diseño de botella, con el frasco teniendo una forma que recuerda los bosquejos acinturados que hacía el diseñador Yves Saint Laurent a la hora de crear un vestido, con su parte media imitando una gema facetada tipo amatista en color morado como símbolo de gala y elegancia, y con el tapón en dorado usando una textura que recuerda la tela de los diseños de la casa. En el sitio de YSL Beauty destacan las siguientes notas aromáticas para esta fragancia: bergamota, notas verdes, jazmín, lirios del valle, sándalo, cedro, granos de tonka y vainilla.

En partida el perfume presenta un cuerpo centrado en vainilla tibia, gradualmente incorporando tonos ácidos de mandarina y bergamota que llegan por momentos a un pomelo secundario sin llegar a superar la vainilla, incorporando antes de los 10 minutos sensaciones confitadas de caramelo limpio inicialmente alejado de las ideas de un pachulí, marcando a los 15 minutos un recuerdo de las tibiezas de bizcocho de vainilla de Fantasy de Britney Spears. En fase media a 30 minutos el perfume mantiene un tibio de vainilla acaramelada que ahora varía a líneas más frescas de florales secundarios blancos, con impresiones de lirios del valle y jazmines más un cruce de fresias por un punto alimonado derivado de la bergamota, con desarrollo de porciones verdes bajas derivadas de los florales pero que también parecen provenir de vetiver y cáscara de lima, todo inserto dentro un marco secundario ubicado al fondo a 1 hora de aplicado por debajo de la vainilla. Hacia las 2 horas el perfume evoluciona desde una base de vainilla con más proporción de pachulí y trazas de moras hacia un jazmín clásico con rasgos de violetas, con parte de la vainilla inclinándose hacia un grano de tonka más resinoso, bajando la intensidad de la fragancia a las 3 horas manteniendo un dulce de ámbar y tonka con menos presencia alimonada y un soporte centrado en un jazmín menos tradicional y más fresco ligeramente verde, mostrando a las 4 horas una mayor profundidad en el grano de tonka que presenta características frutales y que se mueve complementado con una vainilla con más madera que sigue recordando a Fantasy, con el jazmín retornando a un estilo clásico y frío cercano a violetas e iris. Pasadas 7 horas el hilo central de tonka pierde algo del efecto de vainilla recuperando partes alimonadas del inicio y sumando porciones verdes ligeras que recuerdan a un pachulí mezclado con cáscara de pomelo, afinándose los alimonados en una bergamota más dulce que tiende a mandarina apagada en torno a las 9 horas, sumando una madera polvosa que vuelve a potenciar al grano de tonka hacia vainilla a las 12 horas. En fase final a las 24 horas se mantiene a nivel dominante el grano de tonka con una carga frutal menor y ahora más cercana a la vainilla y con partes notorias de madera con un aire a pachulí que causa un efecto ligero de chocolate y café dulce, con el jazmín ubicándose al fondo y apegado a un estilo clásico y antiguo cercano a violetas cruzado con bergamota.

La fragancia tiende a alejarse de las líneas clásicas florales sofisticadas que caracterizaron a la casa de YSL en la década del ochenta y noventa, optando en esta ocasión por un aroma mucho más simple y de enfoque joven y alegre que apunta en el escenario de diario hacia situaciones atemporales, con una preferencia de uso más amplia en invierno y restringiéndose a interiores en verano. En oficina el perfume asume un comportamiento correcto y semiformal, con un efecto memoria mediano a alto por lo puntual del grano de tonka con resina que resalta de la mezcla y la veta atractiva de vainilla tipo Fantasy, sintiéndose notorio en reuniones y manteniendo empatía con colegas sin volverse intrusivo. En situaciones nocturnas la fragancia se mueve en un segmento que va de semiformal a informal pulcro de épocas invernales, alejado de fiestas juveniles dinámicas y mostrando más elegancia en segmento juvenil, sintiéndose más relajado y de amplio uso a mayor edad por la veta clásica cercana a silvestres del jazmín. En el campo romántico las vetas de vainilla producen adicción e insinúan sensualidad de manera directa apoyadas en la sensación general de tibieza. Rango de edad entre 25 y 45 años.