Spicebomb by Viktor & Rolf

Esta fragancia del año 2012, de la casa de diseño holandesa Viktor & Rolf, es la segunda orientada a un público masculino después de Antidote del 2006 y corresponde al equivalente para hombres del emblemático Flowerbomb de mujer, destacando en el nombre la asociación que se suele hacer con las especies que se asumen como un rasgo viril masculino, de manera análoga a las flores que se asumen con un carácter más femenino. El envase propone una botella con una forma de granada más realista que la versión usada en Flowerbomb cercana a una gema, con un vidrio de color gris ahumado y con el logo en forma de lacre estampado de los diseñadores enganchado en la parte superior a modo de seguro de la granada. En el sitio de Viktor & Rolf señalan en una descripción que las notas básicas del perfume son: ají, azafrán, cuero, tabaco, vetiver, bergamota y pomelo.

En partida el perfume se siente fragante y llamativo, con tonos dominantes de resina en torno a aquilaria que se abren a ládano dulce, dando un paso cercano a tabaco narguilé e incorporando a los 5 minutos tonos especiados de cocina que van por anís y canela que apuntan a frescores vivos perceptibles en nariz en lugar de producir picor, dando la idea de una lavanda intercalada y sumando un punto de limón clásico extra a los 10 minutos. En fase media a 20 minutos el aroma comienza a traer recuerdos del estilo de otros perfumes clásicos, con mezclas de partes de La Nuit de L'Homme y de M7, ambos de YSL, con porciones de Lolita Lempicka au Masculin, profundizando un anís no picante tipo licor que varía hacia puntos de vainilla y caramelo a 1 hora del inicio, con una tendencia lineal que se mantiene a 2 horas con ligeros balances de las mismas notas. A 4 horas el perfume se siente más balsámico, con ideas de extracto de tolú y licorosos derivados de resina que mantienen una idea de aromas de cocina al fondo en torno a especies tipo canela, dando incluso la idea de una versión masculina del bizcocho de Fantasy de Britney Spears, con puntos ligeros de madera que también traen recuerdos del desaparecido Nemo de Cacharel pero con un carácter más dulce y sin ahumados a las 6 horas, abriéndose en este punto hacia miel y trazas de bergamota con retornos de tabaco dulce y vestigios de jengibre de repostería. A las 9 horas la resina se siente más ambiental y con mayor presencia de especies en papel que se mezclan con granos de tonka tibia, aproximándose a madera oriental y tabaco con miel, dando a las 12 horas un punto dulce de vainilla oriental con más miel y resinas con dejos de cuero y pimienta suave. En fase final a las 24 horas el aroma combina frutales de tonka con resinas dulces secundarias y tabaco con miel, con puntos especiados de anís con más presencia de pimienta en la base y con fondos ligeros extras más tradicionales de vetiver seco y tenue.

Debido a su composición general centrada en resina con oscilaciones especiadas, el aroma muestra una inclinación de diario casi exclusivamente invernal no deportiva que se aleja de líneas sociales más estrictas y complejas, aguantando un uso de disfrute personal sin sentirse desperdiciado si se está en solitario. En oficina el aroma presenta un carácter llamativo con un buen efecto memoria debido a las resinas, con recuerdos de estilos clásicos de perfumería masculina pero desmarcándose de esta tendencia por una idea de bizcocho que favorece un buen efecto memoria, consiguiendo un desplante optimista y empático que se mueve en un rango que va del informal de invierno al formal joven de traje y corbata, proyectándose bien en reuniones, presentaciones e interacciones con colegas. En el campo nocturno la fragancia aguanta sobreaplicaciones con el fin de destacar en fiestas pulcras, pubs y reuniones, ampliándose a cenas un poco más elaboradas y fiestas de matrimonio en alguien más joven. En lo romántico el perfume balancea de manera correcta ideas de empatía y sensualidad, saliendo del promedio e incluso consiguiendo efectos adictivos que invitan a mantenerse a corta distancia. Rango de edad entre 25 y 45 años.