La Perla Divina by La Perla
Este perfume del año 2011 se agrega a la colección de perfumes desarrollados bajo la marca de lencería italiana La Perla, siguiendo una línea paralela a la última serie de perfumes femeninos J'Aime con una fragancia más suave y girando en tonalidades frutales rojas y rosadas más jóvenes y menos agresivas, con el envase inclinándose hacia formas curvas y con el líquido tomando una tonalidad rosada que refuerza las ideas de feminidad más relajada y de día. En el sitio de La Perla no se hace énfasis en la descripción de perfumes, por lo que no se cuenta con sus notas aromáticas oficiales.
En partida la fragancia maneja una presencia notoria de frutales asociados a flores, en principio con un punto rojo cercano a una peonía seguido de un segundo grupo de frutas también rojas y de aspecto jugoso, con poca azúcar y al menos con una línea de jazmín limpio, con puntos esporádicos de rosas y una base más clásica estilo años noventa de un ylang-ylang o flores de azahar frescas. En fase media el grupo rojo frutal se suaviza tendiendo hacia rosas jóvenes, con una segunda flor tipo jazmín dando vetas vegetales limpias cercanas a ylang-ylang fresco con apariciones de vainilla suave, tendiendo hacia un estilo más clásico y menos azucarado a 1 hora de la partida donde se refuerzan las flores que todavía despiden tintes dulces de fruta, con la porción jugosa original tendiendo a un aspecto más maduro y licoroso por el lado de la ciruela y con el jazmín tomando un ascenso que lo lleva a aroma dominante a las 3 horas. A 5 horas el aroma es más clásico, con al menos una rosa y un ylang-ylang sobre jazmín, con una base de vainilla suave y dejos licorosos de fruta madura con personalidad, con una veta vaga de inciensado con dejo de menta esporádico y que da una sensación de capa fría complementaria. A 9 horas la fragancia baja en intensidad y varía la proporción de las notas florales destacando porciones más jóvenes y femeninas por el lado de las fresias y reduciendo la presencia el ylang-ylang, con los frutales alineándose con una vainilla dulce más notoria y centrándose en duraznos y damascos, con tibieza de peonías cercana a las fresias por el lado rosado y con un dejo suave de ámbar al fondo. En fase final la fragancia tiende a quedarse en una mezcla suave en partes iguales de peonías con rosas frescas de aspecto frutal rojo, fresias polvosas y vainilla dulce que se desdobla también en un atalcado clásico que se funde con el jazmín dando la idea ocasional de un acabado de perfume más clásico.
La fragancia muestra un buen balance de frutas rojas que se alejan del promedio azucarado adolescentes, haciéndolos evolucionar bien hacia una capa floral más elegante que es la que queda como dominante en las fases medias, de apariencia grata y correcta para un uso de diario primaveral y veraniego sin sentirse desperdiciada en solitario, destacando una imagen femenina relajada en el rango semiformal a informal. En oficina el aroma se mueve en líneas empáticas a distancia de conversación, con un efecto memoria no muy destacado pero privilegiando líneas limpias relajadas con puntos polvosos que le dan una elegancia discreta sin sentirse como un perfume clásico o más maduro, con tendencia a estar más cerca de un aroma personal que uno profesional pero superando en aroma a otros perfumes de corte cotidiano. Por el lado nocturno la fragancia comienza a perder desplante, sintiéndose más tenue y siendo superada por la competencia y por aromas ambientales, soportando un uso de negocios posterior a la oficina pero dando la impresión que su fuerte está en el día. Por el lado romántico la mezcla de notas se siente grata para estar en pareja sin producir rechazo o situaciones incómodas por exceso de intensidad o intrusividad, pero en líneas generales apuntando más hacia la idea de un perfume de disfrute personal más que una fragancia de intenciones seductoras o conquistadoras. Rango de edad entre 25 y 50 años.