Lovely Blossom by Armand Basi

Este perfume del año 2007 corresponde a uno de los productos que maneja la marca española Armand Basi, que tuvo sus inicios en Barcelona a manos de la señora Mercé Sabi quien en la década del cuarenta comenzó la fabricación de suéteres con el fin de ser vendidos en tiendas exclusivas del mercado español, con sus hijos Armand y Jordi Basi teniendo la visión suficiente para tomar el taller de costura de su madre y consolidarlo en una empresa textil en 1948 bajo el nombre Basi S.A., manejando suficientes contactos como para adjudicarse en 1962 la licencia de fabricación de prendas de la marca francesa Lacoste y atreviéndose con productos propios el año 1986 cuando fundan la marca Armand Basi que lleva el nombre del hermano menor, quien actuaba como diseñador al interior de la empresa. La fragancia en particular toma una inspiración en brotes de flores de corte femenino y alegre, los cuales aparecen decorando el tapón del frasco que sigue líneas rectas en una tendencia que se ha repetido en la mayoría de los envases de la marca. En el sitio de Idesa Parfums, fabricante de la fragancia, señalan que las notas destacadas del perfume son: damascos, flor de azahar, ciruelas, jazmín, heliotropo y abeto balsámico.

La fragancia tiene una partida floral frutosa con tintes avainillados bastante dulce y notoria, con ideas de damascos entremezclados con flores también dulces y que traen recuerdos de las rosas con vainilla de Tresor de Lancome. En fase media a unos 30 minutos de la partida tiende a mantener varias de las ideas frutales pero acercándose a una mezcla en su mayoría floral dulce, con una aparición de flor de azahar suave y con más rasgos cercanos a una mandarina que a los tonos característicos de plástico, con aires generales polvosos dulces y un fondo floral más clásico tipo jazmín fresco no jabonoso ni antiguo. A 2 horas la capa frutal dulce pasa al fondo, con predominio de florales más cercanos al jazmín pero integrados con las frutas y con una sensación de polvoso cercano al azúcar y a los pétalos. A 3 horas el aroma pierde algo del tono clásico y recupera las ideas de rosas dulces del comienzo, todavía con influencia de frutales clásicos de perfumería tradicional, agregando rasgos de ámbar y un poco de madera seca hacia las 4 horas. Sobre las 6 horas el grupo de notas tipo rosas dulce se afina en un frutal más concreto, cercano a lo que se declara como una ciruela pero también rondando ideas de berries oscuros algo neutros y con un especiado cercano a la madera y vainilla. A 10 horas el aroma sigue teniendo una buena intensidad, volviendo a la inclinación clásica de florales elegantes con cruces entre crema y tuberosa por momentos y que pueden ser influencia del jazmín con la flor de azahar, agregando más madera que se siente seca, discreta y más cercana a un especiado de canela ligeramente picante. En fase final los frutales tienden a berries ácidos parecidos a los usados en perfumería clásica femenina, con ambarados que se integran a un floral cremoso que actúa como nota dominante y que parece una combinación de flor de azahar con flor de damasco, tuberosa suave, rosas dulces rosadas y jazmín jabonoso, con un especiado tipo canela que ronda entre las otras notas y que en forma esporádica produce un picor en nariz.

El perfume parece ser una mezcla de un frutal de damasco luminoso con florales clásicos, con la intención de traer a la actualidad un estilo de florales tradicionales un poco mas densos y untuosos anteriores a la década del noventa, como Tresor, Red Door y un punto de Animale por mencionar algunos, bien montado y mesurando la intensidad al intercalar el frutal con algunos berries y madera picante. Pensando en un uso de diario la fragancia potencia una imagen femenina preocupada de su imagen sin importar si se mueve en situaciones cotidianas o en solitario, con una partida primaveral pero luego volviéndose atemporal por una sensación de tibieza y dulzor en los florales que lo independiza de las estaciones del año. En oficina el aroma rescata el estilo clásico profesional y pulcro de los años ochenta y noventa sin que necesariamente quien lo use se vea madura o fuera de época, con una proyección grata y no intrusiva que llama la atención aunque sin innovar en notas particulares que salgan del promedio, perceptible con más facilidad a distancia de conversación al aplicarse en cantidades normales, tal vez con riesgo de volverse muy denso si se usa en exceso. Por el lado nocturno la fragancia se abre a usos más cercanos al informal y al semiformal, algo denso para usar en situaciones muy dinámicas pero aportando el toque pulcro a reuniones con amigos, cenas y eventos especiales, aguantando un estilo más formal en mujeres jóvenes. Por el lado romántico la proyección dulce que dan la mayoría de las notas resultan gratas e invitan a acercarse, con una tibieza que da confianza y con puntos florales clásicos que dan el toque sensual de la vieja escuela. Rango de edad amplio, entre 20 y 60 años.