Siete Woman by Alejandro Sanz

Este perfume del año 2007 corresponde a la primera fragancia femenina del cantante español Alejandro Sanz, quien en asociación con Idesa Parfums crearon dos perfumes: esta edición de mujer y otra edición orientada al público masculino. Ambas fragancias fueron llamadas Siete, un nombre que se repetirá el 2010 con Siete de Loewe pero en este caso con un significado menos místico y numerológico, centrado en la idea de las 7 notas musicales como base fundamental del mundo del cantante. En el sitio web de Idesa Parfums describen la composición del perfume, declarando que sus notas aromáticas principales son: jengibre, madera de palisandro, jazmín, violetas, musk, ámbar y maderas exóticas.

La fragancia tiene una partida fresca y al agua, con una idea de agua de cítricos tipo cáscaras de mandarina, pomelo y bergamota que no alcanzan gran aromaticidad y que potencian la idea de agua de piscina tipo Sea & Sun In Cadaqués de Dalí, aunque con un fondo seco ligeramente especiado que ronda un loto o un dejo de papiro. En fase media se mantiene el cuerpo de agua sin llegar al calone, con fondos ambarados suaves y la aparición de las primeras capas florales de baja potencia, con carácter secundario con respecto al agua y con una primera aproximación hacia jazmines. Alrededor de 1 hora después de la partida se siente algo de jengibre suave, diferente al que aparece frecuentemente en perfumería masculina y con más ideas de tierra que se ligan con una violeta seca también incipiente, ambas notas dando la idea de tallos al floral de jazmín, el cual sigue montado sobre el cuerpo dominante de agua de cítricos. A las 2 horas se mantiene el cuerpo de agua fresco pero variando la concentración de cítricos en favor de agua de flores, entre jazmín de jardín poco fragante con violetas suaves y especiado, con cruces de ámbar rozando la madera y un amargo que puede ser un derivado de las violetas hacia iris como en el caso de Siete Man, o algo de loto. Sobre las 3 horas la fragancia se concentra en líneas de violeta mezclada con jazmín que dan una impresión clásica, como fragancia antigua sin llegar a la intensidad limpia o de esencia de un jabón y cruzada con vetas de polvo, con un aspecto algo lineal en este punto sin cítricos y con un fondo al agua que sigue recordando a un loto con maderas también polvosas. A partir de las 5 horas el aroma floral se estabiliza, con un ligero predominio del jazmín por encima de las violetas superando a las maderas y los cítricos y con mayor impresión de un aroma de perfume antiguo, un poco más jabonoso que en las fases anteriores pero bajando también la intensidad. En fase final el aroma se depura, con un jazmín más claro y puro con violetas suaves poco fragantes y no densas, sin sensación de antiguo y con más presencia de ámbar amaderado con un ligero punto amargo al fondo que sigue recordando a loto, papiro o derivados de papel.

La fragancia tiende a apegarse a notas aromáticas de proyección baja, sin mezclas o puntos llamativos que atraigan la atención o que faciliten un efecto memoria, tendiendo a un estilo de diario algo cotidiano veraniego en un comienzo pero que con la inserción de los florales tiende a un atemporal de interiores indiferente de la época del año. En oficina la fragancia se mantiene en el estilo cotidiano, un poco mejor enfocado en lo laboral o profesional por las flores pero tendiendo a sumar años y a mostrarse más maduro y menos dinámico, más reposado y sin mucha proyección social. Por el lado nocturno los grupos florales polvosos tienden a un seco con poca chispa, algo apagado en las violetas y sin aportar mucho en escenarios formales o informales. En lo romántico sufre el mismo problema del escenario nocturno, con un aroma que cuesta memorizar y que no ofrece muchos puntos llamativos. Rango de edad entre 25 y 50 años.