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Siete Man by Alejandro Sanz

Esta fragancia de finales del 2007 corresponde a la primera incursión en el mercado de los perfumes del cantante español Alejandro Sanz, quien en conjunto con la casa Idesa Parfums con sede en Barcelona diseñaron dos perfumes, una versión masculina y otra femenina, con el nombre Siete como una referencia a las 7 notas musicales y la capacidad creadora que tienen ellas para mostrar magia y espíritu. El envase sigue líneas simples, con una botella de líneas limpias y redondeadas en su parte baja, con el tapón con un borde metálico y centro negro que traen algunos recuerdos del logo de Bulgari. En el sitio de Idesa Parfums señalan que las notas principales de este perfume son: bergamota, nuez moscada, lavanda, ozono, vetiver, cedro y vainilla.

En la partida la fragancia muestra un inicio fresco cercano a pomelos y cítricos al agua aromáticos, más bajos que una mandarina y con una cercanía a vetas de Ferrari Light Essence, pasando a los pocos minutos a líneas especiadas suaves de nuez moscada con cercanía a sándalo. En fase media se mantiene el aroma a nuez moscada con maderas por unos 10 minutos, dejando paso a una nota floral que se inserta gradualmente, en la familia de la lavanda pero con cercanía también a una flor clásica femenina, que se desarrolla hacia las tierras y los puntos opacos tipo iris que crece como un derivado de la idea de sándalo. Al cabo de 1 hora y media el aroma floral se desarrolla hacia las violetas clásicas, algo apagadas y secas con presencia de especiados que dan el tinte seco de iris, conservando todavía líneas frescas al agua de pomelo que también agrega puntos verdes al igual que Ferrari Light Essence, acompañado de ideas de tibieza tipo ámbar que aparecen ligadas con la madera. Sobre las 2 horas el grupo floral tiende a la baja en favor de un repunte de los pomelos, con más insinuaciones de lavanda, sándalo y ámbar e ideas de algunas fragancias masculinas conocidas. A las 3 horas y media los grupos de pomelo y cítricos van a la baja privilegiando los tonos tibios de ambas que ascienden, con más cercanía a cedro que a sándalo y rasgos de arbustos que pueden ser de un vetiver fresco, conservando un picor fresco al fondo que se confunde entre agua especiada o agua de lavanda. A unas 4 horas la fragancia retoma las notas de lavanda con especies suaves en un estilo con algunos recuerdos de los años ochenta, aumentando ligeramente la tibieza del ámbar y la presencia de vetiver fresco, tendiendo a quedarse en un estilo de madera especiada al agua con un fondo clásico. En fase final la lavanda tiene cruces con violetas, ambas sobre un agua especiada ligera con madera fresca y un punto dominante de ámbar dulce, con apariciones esporádicas del floral secundario polvoso al iris que opacan la frescura y brillo del ámbar.

El aroma maneja líneas frescas con un punto de pomelo aromático ligeramente verde que se mantiene al menos durante la mitad de la duración del perfume, que compensa otras notas más clásicas de perfumería masculina impidiendo que el aroma tienda a oler como una fragancia tradicional. En general el aroma se presenta sincero, sin complejidades para un uso de diario veraniego que luego se amplía a atemporal pasada la fase media. En oficina el aroma mantiene el concepto de líneas frescas, privilegiando este aspecto por encima de intenciones autoritarias o de notoriedad en pasillos, por momentos con la nota floral dando la idea de un desodorante en especial cuando ocurre sobreaplicación. De noche la fragancia apunta a momentos simples, entre informal y semiformal, en situaciones sin grandes exigencias rondando conceptos como fiestas o reuniones improvisadas con amigos. En lo romántico el aroma tiende a quedarse en el aspecto personal, beneficiando frescura y con la línea de pomelo siendo grata pero sin alcanzar notoriedad suficiente como para atraer y mantener la atención. Rango de edad entre 20 y 50 años.