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Eau de Fleur de Yuzu by Kenzo

Este perfume del 2010 es la quinta fragancia dentro de la serie de Kenzo "Eau de Fleur", donde el aroma se estructura en torno a una nota central que corresponde a una flor de inspiración oriental que en este caso corresponde a un brote de yuzú, un cítrico local muy aromático de la zona de Japón, China, Corea y el Tíbet, con similitudes a un pomelo pequeño de cáscara más tosca y con un origen híbrido cercano a las mandarinas amargas y a las limas Kaffir. La colección "Eau de Fleur" comenzó el 2008 con 3 productos (flor de té, seda y magnolia, esta última al parecer en proceso de descontinuado), agregándose el 2009 un cuarto perfume (flor de ciruelo), dando la impresión con Eau de Fleur de Yuzu que la colección irá en aumento en forma anual. En el sitio oficial de Kenzo dedicado a sus fragancias no mencionan notas aromáticas adicionales, dejando al brote de yuzú como nota principal.

En partida la fragancia da un primer golpe cítrico, con un aroma a yuzú característico que se siente ácido e intenso, y que al menos al primer minuto de aplicado muestra una ligera variación a inclinarse hacia líneas verdes recordando a una lima, con un aroma menos agresivo que en otras fragancias tipo L'Eau d'Issey Homme de Miyake, quedando estable en esta línea por los siguientes minutos y con una insinuación hacia verdes y flores. En fase media el grupo cítrico se abre, manteniendo la lima verde pero agregando dejos polvosos que a primera impresión recuerdan un jengibre que luego pasa hacia pomelo rosado aromático y rebajado a la vez, acompañado de dejos azucarados provenientes de cítricos y con presencia de una capa todavía vaga parecida a una magnolia pero que también da la impresión que se trata de notas derivadas del grupo cítrico. Avanzada la fase media se reduce al mínimo la nota de yuzú, siendo reemplazado por grupos florales polvosos derivados de cáscaras de cítricos con un fondo alimonado apagado que parece ser un residual de un jabón perfumado al limón. Se sienten partes herbales de verbena también apagada con jazmines bajos, con un repunte breve del yuzú asociado a limas verdes junto con notas de musk vegetal que aportan a una capa polvosa dulce que es la que queda como dominante en este punto. En fase final la fragancia vuelve a perder los cítricos en favor de notas florales más cercanas al jazmín y a notas de jardín, con una pequeña línea verde que recuerda a notas de la naturaleza y con variaciones del musk dulce dando insinuaciones de una mimosa al agua parecida a la usada en Summer de Kenzo.

La fragancia propone una mezcla que se siente fresca y ligada a la naturaleza, apuntando a una idea de espacios abiertos que es bien recibida en un uso de diario veraniego, aunque con un enfoque un poco elegante por la calidad de los ingredientes lo que la hace menos deportiva y más apta a actividades que consideran un roce social. En oficina destaca el concepto de pulcritud y el uso de notas puras cercanas a la naturaleza, mostrándose limpia y profesional con una buena estela en pasillos, y con el hecho de tener una estructura lineal y tener notas puntuales ayudando a conseguir un buen efecto memoria. Por el lado nocturno tiene potencia suficiente para destacar, pero bajando a un estilo serio y semiformal de reuniones en lugares con baja contaminación ambiental, sintiéndose con poca chispa y alegría en fiestas y muy ligero en eventos formales. Por el lado romántico la fragancia se siente grata pero también un poco indiferente al estar cerca de la idea de un agua de colonia, con el punto floral de mimosa impidiendo que la fragancia se hubiese interpretado como un unisex. Rango de edad amplio, entre 20 y 60 años.