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Vetiver Hombre by Adolfo Domínguez

Esta fragancia de 1998 es parte de la colección Natural de Adolfo Domínguez donde el diseñador español, apoyado por la casa Puig, muestra su preferencia por aromas que muestren sobriedad, elegancia y autenticidad, destacando el uso de la naturaleza como fuente de inspiración como en el caso de Bambú, dándole un pequeño giro al aroma para darle un toque de modernidad. Para el caso de Vetiver Hombre se continúa en la misma línea de su antecesor directo Agua Fresca de 1993, en la idea de un agua de colonia centrada en el vetiver como nota clásica de la perfumería masculina pero con una veta más fresca para evitar que el resultado recuerde a lociones antiguas. El empaque corresponde a una botella completamente verde de líneas simples parecidas a la de Agua Fresca y que repetirá la misma forma en su sucesor Agua de Sándalo del 2004, con un tapón de borde metálico en común que lleva grabado el nombre del diseñador. En el sitio de Adolfo Domínguez describen a nivel general el aroma señalando las siguientes notas: vetiver, notas de tierra húmeda, raíces, madera, especies y cuero.

En la partida la fragancia proyecta una estructura parecida a un agua de colonia y que trae bastantes recuerdos a la 4711 original, con una capa de grupos alimonados algo lineales y cercanos a hierbas y verdes que pueden ir hacia un nerolí o petit-grain de perfumería clásica, acompañados de grupos especiados secos pero sin agregar aromáticos extras florales o de lavanda. En fase media la porción alimonada baja en favor de los especiados con hierbas secas que pasan primero por una etapa de similitud breve con un Heno de Pravia para luego comenzar a mostrar una cercanía a vetiver fresco tipo arbusto, agregando a 1 hora del inicio algunas notas jabonosas con cercanía a un jazmín muy mesurado pero que podrían pertenecer a características de un agua especiada apegada al vetiver. Sobre las 2 horas la fragancia sigue mostrando un centro de vetiver pero en una variante más fresca que otras fragancias centradas en esta misma nota con una sensación de agua alimonada ligeramente floral como soporte. Sobre las 3 horas la parte especiada agrega un nivel de profundidad adicional a la mezcla que hasta este punto se mantenía bastante lineal, con sensaciones de tierra también seca que contrastan con el vetiver que contiene puntos verdes más frescos potenciados por un vestigial de alimonado tipo verbena y por los tonos de jabón que guardan parentesco con una lavanda muy tenue, con la tierra oscilando entre musgo de roble o cuero, mostrando a las 4 horas este último grupo una tonalidad mucho más oscura y dando espacio a que algunos alimonados muestren puntos frutales más cercanos a una bergamota, con recuperación del estilo de 4711. A 8 horas la fragancia sigue dando brillos frescos de colonia, con mayor inclinación a bergamotas y todavía sosteniendo la veta central de jabonoso limpio, con el vetiver todavía constante pero con tendencia a irse a terrosos más oscuros y especiados, dando la idea de un iris de doble comportamiento tipo violetas al jabón y de tierra húmeda, en un estilo tipo Infusion d'Homme de Prada pero más lineal y menos fragante. En fase final la fragancia retoma las líneas características del vetiver en una faceta fresca no vieja, con un pequeño dejo especiado aromático a la nuez moscada y un fondo que parece cuero, iris jabonoso o una especie secundaria manteniendo una capa de bergamotas.

Por el comportamiento cercano a un agua de colonia de la fragancia, da la idea que la intención de Adolfo Domínguez tras el uso del vetiver es recuperar la tradición de perfumería masculina basada en notas clásicas de la naturaleza con un cuerpo fresco, ajustando el comportamiento para evitar que el vetiver principal se muestre como una loción demasiado antigua y quedando en un punto medio entre una colonia y un perfume actual. Por el enfoque fresco y de centro verde cítrico la fragancia tiene un enfoque principal de diario y veraniego, con características refrescantes y con una base no demasiado densa, sin que se escape hacia el lado del especiado con pimienta. En oficina la fragancia ronda los cánones tradicionales con una imagen con suficientes líneas masculinas de corte limpio pero sin ahondar en una proyección de personalidad, rondando más lo cotidiano que lo profesional o lo autoritario. Por el lado nocturno el agua de colonia tiende a perder potencia y dar una idea muy ligada al uso diario, sintiéndose simple en situaciones que requieran de más complejidad o formalidad. Por el lado romántico el aroma muestra un tono relativamente neutro en términos de proyección de personalidad, enfocándose más como fragancia personal limpia que como aroma conquistador o empático. Rango de edad entre 30 y 60 años.