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Bogart pour Homme by Jacques Bogart

Esta fragancia del año 2004 corresponde a una reactivación de la linea francesa Jacques Bogart, la cual tuvo sus inicios en 1975 y que continuó creando productos en forma normal en la década del ochenta y deteniéndose en los noventa, período en el que el grupo Bogart se concentró en administrar nuevas adquisiciones como las licencias de Balenciaga y Ted Lapidus, siendo Bogart pour Homme el inicio de una tendencia en la cual se buscó volver a lanzar productos al menos cada un par de años y usando frascos similares entre sí. La fragancia hace uso de notas de flor de azahar con granos de tonka, los cuales servirán como base de prueba para Silver Scent aparecido en el mercado 2 años después, aunque todavía centrado en un estilo verde clásico que recuerda a One Man Show. La marca no posee un sitio oficial donde se describan sus productos, pero en el tester de la fragancia se señalan las siguientes notas aromáticas principales: lavanda, bergamota, flor de azahar, lirios del valle, rosas, granos de tonka, musk, pachulí y cedro.

La partida es en torno a una lavanda dominante y limpia, similar a la usada en perfumería clásica y en aromatizadores de ambiente, con presencia de algunas líneas verdes más herbales que de bosque que van alineadas con la lavanda. En fase media se mantiene la lavanda como nota central, con un pachulí también natural y similar al usado en aromaterapia, incluso con un parecido a la citronella para espantar mosquitos, con vetas clásicas que dan una cercanía con ciertas facetas de Drakkar Noir e incluso un punto muy fugaz de Allure Chanel de mujer. Pasada la hora y media la fragancia mantiene la lavanda pero abriéndose hacia el lado floral, con sensación de lavanda de praderas pero también con algo de rosas tipo perfumería tradicional masculina. La fragancia mantiene líneas clásicas en torno a lavanda, agregando puntos que recuerdan a tabaco con cedro fragante y algo de resina aromática que dan una idea de un estilo ochentero limpio, con una base verde de complemento al fondo que sigue dando ideas ambientales de pachulí. A 5 horas el grupo floral permite el paso de tonos dulces de resina un poco plástica que recuerdan a tonka y flores de azahar, con menos pachulí y menos lavanda en proporción a las flores. En torno a las 8 horas el aroma conserva los florales pero con la lavanda tendiendo a talco intercalada con verdes esporádicos de pachulí fresco, vainilla licorosa unida a resina y unos puntos vagos que dan una impresión de la familia el Azzaro pour Homme. En fase final se siente predominio de un grano dulce de tonka con rastros plásticos bajos de flor de azahar, con sensaciones de resina también plástica por influencia del azahar, con la lavanda en un nivel mínimo más algunos verdes casi imperceptibles.

La fragancia realiza un enfoque bastante clásico al ensamblar las notas en torno a una estructura bastante masculina que trae recuerdos de estilo de comienzos de los ochenta con partes verdes de los setenta, pero con una intensidad mesurada que lo hace acorde a un estilo más actual, lo que compensa también con resinas que dan la idea de un aroma mejor diseñado que se desmarca de las lociones verdes más cotidianas. El estilo calza con un uso de diario, de líneas atemporales semiformales de dinamismo medio a bajo, no deportivo y con una inclinación hacia un escenario social. En oficina el aroma se siente correcto, semiformal con una imagen masculina potente y algo serio mientras domina la lavanda pero mostrando facetas un poco más elegantes al aparecer la flor de azahar, con una intensidad suficiente para que se sienta a distancia de conversación aunque con el pachulí por momentos dando ideas esporádicas de verde antiguo y de loción cotidiana. Por el lado nocturno el pachulí muestra algunos momentos conflictivos muy relacionados con el día, con la lavanda indiferente del día y la noche y con las resinas dando una mejor impresión de pubs y situaciones ligeras no demasiado producidas, nuevamente en lo semiformal y quedando corta o demasiado seria en escenarios formales e informales respectivamente. En el campo romántico la lavanda con resina y el punto de tonka dan una imagen masculina sólida por el lado clásico pulcro, tal vez con el pachulí dando situaciones que pueden entenderse como más paternales. Rango de edad entre 30 y 60 años.