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Envy for Men by Gucci

Esta fragancia de 1998 aparece al año siguiente del lanzamiento de Gucci Envy de mujer, siendo ambos los dos perfumes más antiguos de la marca que todavía se encuentran en producción, y en particular siendo este perfume uno de los éxitos destacados en venta que tuvo Gucci a finales de los noventa y en los primeros años de la década del 2000. La fragancia sigue un diseño de envase parecido a su par femenino, pero exagerando el tamaño del tapón el cual cubre casi 2/3 de la botella, manteniendo líneas rectas que se repiten en forma más proporcionada en Gucci pour Homme y Gucci pour Homme II. En el sitio de Gucci señalan a grandes rasgos que las notas principales del perfume son: cardamomo, cedro y pachulí.

La partida presenta un anís dominante que recuerda bastante a varias líneas también iniciales de Must pour Homme de Cartier, incluso con algunas ideas de mandarina con madera de olivo alrededor del especiado, variando a los pocos minutos hacia una madera más resinosa y abandonando la idea de anís a la mandarina. En fase media parece mostrar un cuerpo de maderas resinosas, en principio oscuras y dando la idea de resinas untuosas casi inciensadas, aligerándose al cabo de un rato y tendiendo a un cedro fresco algo húmedo con fondos especiados imprecisos. Al cabo de 1 hora y media se siente hacia el fondo un cuerpo más fresco e igualmente aromático que da la idea de un agua de lavanda no vieja que cruza las resinas y las aligera, tendiendo a la idea de hojas de olivo con jengibre fresco. Sobre las 2 horas y media la porción de jengibre se abre a más especies en la línea de la pimienta ligera sobre nuevas variaciones de resina ahora más frescas y fragantes, volviendo por momentos el anís en capas suaves. A 4 horas la fragancia se aligera, con las resinas perdiendo densidad y volviéndose más ligeras hacia el ámbar, con más fragancia de madera entre cedro y olivo con cruces entre Must pour Homme y Allure Homme de Chanel, destacando puntualmente del grupo una resina con líneas mentoladas hacia el lado de la aquilaria tipo Fahrenheit Absolute con Ormonde Man. A 8 horas la fragancia muestra maderas tibias, mezcla de sándalo y cedro potenciado por una capa suave de resina muy cercana a la madera y con rasgos de nuez moscada, con un fondo de agua de lavanda que da una linea jabonosa limpia. En fase final destaca la capa de madera ligeramente especiada con resinas aromáticas suaves, nuevamente alineadas con la madera y repitiendo la idea de hojas de olivo sobre un fondo limpio inconsciente casi sin aroma de lavanda, con un pequeño dejo clásico verde al fondo que parece ser el pachulí por un tinte mínimo de vetiver mentolado parecido al de las lociones de afeitar.

La fragancia tiene un cuerpo que distingue, de rasgos elegantes parecido al desplante de otras dos fragancias contemporáneas a ella como Must pour Homme del 2000 y Allure Homme de 1999, potenciando un centro amaderado con resinas al anís. El aroma presenta un estilo de diario grato y relajado, atemporal, no necesariamente social pero centrado en un estilo pulcro y semiformal, de alguien que siempre está bien presentado y lejos de la idea de un deportista o alguien que viste con lo primero que encontró en el armario. En oficina el aroma establece territorio, desmarcándose del promedio y quedando en un punto medio entre una fragancia clásica y una elegante joven, no intrusiva excepto en los terrosos finales con anís que podrían resultar molestos si se llega a aplicar en exceso. Como aroma nocturno sigue dominando la situación, como buena primera alternativa formal para galas y matrimonios seguido de un estilo semiformal de cenas especiales o de negocios y aguantando en forma excepcional una fiesta informal pero con una imagen pulcra no adolescente ni extremadamente sudorosa. Por el lado romántico las maderas y resinas atraen, con el anís creando puntos de interés que mantienen la atención sin aburrir. Rango de edad entre 30 y 60 años, asegurando una edad donde el desplante elegante fluye en forma natural no forzada.