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Ô d'Azur by Lancôme

Esta fragancia del mediados del año 2010 aparece después de 41 años de la primera edición de Ô de Lancôme y unos 12 años después de la segunda edición Ô Oui!, manteniendo la idea de frescura del original pero alejándose de los tonos verdes en favor de aromas frescos cítricos y florales que buscan asociarse con un viaje en un día de verano por las costas mediterráneas, con ánimos de relajo combinando las ideas de placer, frescura y sensualidad. Al igual que el nombre del primer Ô que correspondía a un juego de palabras con la letra O acentuada de Lancôme, en Ô d'Azur se produce una similitud con "Côte d'Azur" que corresponde a la Costa Azul o Riviera Francesa. El frasco sigue líneas y proporciones muy parecidas al del original de 1969, con el color del vidrio mostrando un tono ligeramente dorado y con la idea que los grabados siguen líneas más estilizadas y artísticas. En el sitio de Lancôme señalan que las notas principales del perfume son: limón de Calabria, rosa damascena de Turquía, pimienta rosa, maderas y musk.

La partida de la fragancia es fresca, con sensaciones de agua en los que destaca un agua de rosas ligera y dulce, con fondos suaves que dan la idea entre un alimonado suave y mandarinas también al agua. Las rosas recuerdan partes de Tresor, pero en una versión mucho más rebajada y ligera. En fase media sigue desarrollándose la nota de rosa, que comienza a adquirir tonos cada vez más dulces que bordean lo frutal, en un corte joven y romántico un poco inocente sin caer en extremos densos y manteniendo un cuerpo de agua refrescante. Al cabo de 2 horas el aroma mantiene la misma tendencia, un poco lineal y centrado en las rosas que se mantienen dominantes y mostrando una inclinación hacia tonos ligeramente polvosos de pétalos con frutos rojos suaves tipo guindas y frambuesas, manteniendo una buena estela a mediano rango. A unas 4 horas las notas rojas de las rosas alcanzan su nivel máximo con un tono de frambuesa bastante ácido, comenzando a bajar en favor de unas notas de peonía que son muy parecidas a las rosas pero sin la línea dulce clásica y con más tonos de pétalos polvosos neutros. Se sienten capas dulces diferentes hacia el fondo, que puede ser un tono de musk ligeramente ambarado que se confunde con el dulce de la rosa que ahora es más clásica y da puntos especiados más picantes. En fase final continúan las notas florales, con las rosas sintiéndose más suaves y más dulces, incluyendo vetas polvosas que dan un aspecto inocente de jardín y agregando capas de musk y fondos especiados suaves propios de las flores, manteniendo un residual de frambuesa con moras al agua derivado de las rosas.

La fragancia a pesar de tener una estructura bastante lineal a ratos, cumple con el objetivo que se planteó en un comienzo con la propaganda y la historia detrás del perfume, que es dar la idea de un aroma de costas mediterráneas asociada a la idea de verano, que se siente ligero, fresco y todavía con una buena estela no densa para usar de diario en primavera y verano. En oficina la fragancia sigue dando tintes de día veraniego, agregando una componente femenina bastante social y con las rosas dando el toque clásico elegante por el lado joven. Como fragancia nocturna alcanza a proyectar una estela notoria, tal vez no tan intensa si se compara con otros perfumes más complejos, pero suficiente para que se sienta sin niveles intrusivos en una cena íntima en el aspecto semiformal, sintiéndose algo rígida y clásica al apuntar al extremo informal dinámico de fiestas. Por el lado romántico las rosas frutales consiguen crear un ambiente de inocencia grato con una buena carga femenina, sin apuntar en forma explícita al lado sensual. Rango de edad entre 15 y 60 años.