Aromatics Elixir by Clinique
Esta fragancia de 1971 fue la primera creada por Clinique en sus comienzos, apegándose al objetivo de desarrollar un producto orientado a las mujeres que tenían problemas en escoger perfumes, o que definitivamente no usaban perfume, debido a problemas de alergia en piel con los ingredientes. En este aspecto los laboratorios de Estée Lauder apoyaron a Clinique en la selección de ingredientes que fuesen lo más apropiado posible para pieles sensibles, aprovechando el hecho que Clinique fue creado el año 1968 como una rama de Estée Lauder orientada a crear cosméticos para pieles sensibles. Las notas principales declaradas en Clinique para este perfume son básicamente cuatro: rosas, jazmín, ylang-ylang y vetiver.
Al aplicar en papel la fragancia desde lejos ya marca presencia, dando unos tonos que recuerdan ciertas vetas del Paloma Picasso... una mezcla con un limón leve y florales con un dejo animal. En este aspecto también recuerda algo en estilo al Animale de los ochenta, también por los dejos animales y por la mezcla floral, que al menos con Paloma Picasso tienen en común notas de ylang-ylang con rosas. En fase media mantiene el aroma intenso floral casi compacto de la partida con la veta de limón disminuida, pero el dejo animal ahora toma tonos más terrosos, como notas verdes turbias o raíces que calzan con la nota declarada de vetiver. Tiene una tendencia a un final chiprés, así que es muy posible que junto al vetiver se encuentre una nota de musgo de roble y algunas maderas, pero también se siente algo herbal entremedio, como una hierba aromática. En fase final se siente terroso con una intensidad verde casi mentolada al respirar el aroma, de vetiver con pachulí y trazas florales cargadas al ylang-ylang. El aroma general es bastante diferente al del comienzo, con final chiprés neutro y tendencia a aromas animales y tierra húmeda de bosque, pero a la vez fresco, no denso y hasta algo frío en papel.
El perfume muestra en su estructura señales de la época en que que hecho, en especial por la tendencia chiprés de rematar en terrosos después de una partida floral y el uso de intensidades aromáticas altas. Como aroma presenta características atemporales, en parte porque el final no es tibio ni denso estilo oriental de invierno y los florales no se apegan a estaciones primaverales o veraniegas, sintiéndose también de diario como una fragancia notoria, aunque no en estilo dinámico... más bien algo elegante o social en un corte clásico. En oficina produce el mismo efecto clásico no dinámico, destacado a nivel social y limpio a pesar de las notas animales, pero con un grado de madurez implícito. Tiene cuerpo nocturno pero al no ser una fragancia compleja, ya que se mueve de un grupo floral semi terroso a un verde final terroso sobre una misma línea aromática, destaca más en ocasiones menos formales y como continuación del estilo de oficina. En el campo romántico los florales no alcanzan a desarrollar tonos sensuales y el terrososo final es apagado... sin embargo en una mujer más madura o bajo condiciones de reunión de pareja ya conocida puede destacar, pero más ligado con el estilo nocturno que con el romántico. Rango de edad algo mayor, entre 35 y 60 años.