Aramis by Aramis
Esta fragancia del año 1964 fue la primera creada para la marca Aramis, la cual también fue creada ese mismo año como una subsidiaria de Estée Lauder con el fin de expandirse a un mercado masculino que no estaba siendo cubierto, que comenzó originalmente sólo como una fragancia pero que con los años se convirtió en una serie de productos complementarios como after shaves, champús, desodorantes y productos para el afeitado, llegando incluso a inspirar la creación de una segunda filial masculina más avanzada en 1988 llamada Lab Series, orientada al cuidado de la piel con productos sin aromas y libre de aceites. Como punto inicial, esta primera fragancia sigue un enfoque clásico de la época caracterizado por el uso de una buena cantidad de notas aromáticas, cubriendo las familias aromáticas especiadas con un centro aparente en las maderas y cuero pero sin cargarse en una línea verde, considerado lo tradicional en esos años. A pesar de ser una de las filiales poderosas dentro del imperio Estée Lauder, e incluso ser la productora de las fragancias de Tommy Hilfiger, Donna Karan, Michael Kors y Sean John, la marca Aramis no tiene un sitio web propio (que de paso sólo corresponde a un enlace directo hacia el sitio de Lab Series) ni tampoco destaca sus fragancias, por lo que no se declaran en forma oficial sus notas principales.
La partida se siente como una mezcla de alimonados secos especiados sobre una capa entre jengibre con cuero, cercano en algunos puntos con el cítrico seco de Tuscani pero Uomo también de Aramis. Se sienten notas verdes de cocina junto con el especiado, en parte comino con tomillo y una traza de madera cercana a la canela. En fase media aumentan los tonos verdes especiados, con el alimonado seco bajando incluso a la idea de un aldehídico polvoso y el aumento de la sensación de aroma a semillas, como el cilantro y el comino. La nota de cuero baja en favor a maderas de bosque y musgo, con cruces de mentol de cardamomo y líneas florales clásicas masculinas de perfumería, tipo jazmín con geranio. Algunos verdes dan una idea de perfumes tipo Polo, con presencia de comino y musgo húmedo con maderas, pero sin llegar a un extremo de resinas ni a una estela ahogante, destacando el cardamomo. A unas 3 horas de aplicado la fragancia baja sus notas verdes y de madera de bosque en favor de un especiado polvoso con trazas de bergamota de perfumería tipo aceite o extracto acompañado de una canela algo apagada y vetas de vetiver fresco que parecen tener un fondo floral discreto. Una línea de madera parece evolucionar del vetiver, pasando por jengibre, musgo y cardamomo hasta insinuar un tipo de nota de cuero tibia, todavía fresca. La fase final es un especiado con restos de limón y trazas verdes que van al lado herbal elegante, con un vetiver que se complementa con estas dos sensaciones anteriores sin que se sienta viejo. La base en varios aspectos se siente estándar de acuerdo a los cánones de la perfumería actual y no parece en este punto un perfume de los años 60, tal vez diferenciándose en el hecho que las tendencias actuales se quedan en un puñado de notas con un par dominante y acá se siente una amalgama de ingredientes donde todos se complementan. Destaca la sensación de tierra o jengibre tipo sílica gel más el musgo y la madera que están más restringidas, y posiblemente un tipo de cuero fresco que puede ser la idea de jengibre, todos estos últimos aromas apareciendo al seguir oliendo el papel por un par de minutos. En una prueba a 48 horas de aplicado el aroma muestra una veta notoria de bergamota que luego pasa a cáscara y aceite natural de limón tipo perfumería clásica, con fondos herbales verdes discretos y unas pocas semillas como representantes de las especies.
En parte por su origen antes de la década del setenta y ochenta y por su composición tipo perfumería basada en varias capas de componentes tradicionales, la fragancia se siente de un estilo clásico más discreto que un Polo con quien comparte algunas notas de madera y sin redundar en notas demasiado viejas anteriores a los años 50. El aroma no es extremadamente intenso e incluso calza bien con un estilo de diario informal y semiformal, de corte atemporal aunque la mezcla de notas da ciertos recuerdos de parajes secos veraniegos de Tuscani pero Uomo. En oficina el estilo clásico siempre funciona bien, tal vez un poco semiformal al formal no tan dinámico y con características serias por la veta de cuero pero también proyectando un aroma que aunque es de la familia de los tradicionales, sale del promedio al tener bien balanceados los grupos verdes con especiados sin acercarse a la idea de lociones verdes más sencillas que tienden a dejar una de estas notas como dominante exclusiva. Como fragancia de noche apela a lo formal, más de eventos serios tipo fiesta de matrimonio donde uno es parte de un grupo de invitados bien vestidos, y alejada del concepto de aroma dinámico semiformal a informal orientado a destacar en el grupo. Por el lado romántico proyecta una imagen masculina apegada a los cánones clásicos, de presencia más madura para alguien que intencionalmente no quiere ser apreciado como un adolescente. Rango de edad entre 30 y 60 años, con un fuerte en los 45 años.