Realiza una Búsqueda

Summer by Kenzo

Esta fragancia del año 2005 se anuncia como una nueva reinterpretación del verano a manos del diseñador Kenzo Takada, con una fragancia que gira en torno al color amarillo como símbolo de un rayo de sol que ilumina el ambiente y da el tono dorado característico del verano. El frasco se inspira en la naturaleza repitiendo las líneas de una hoja transparente de cristal (igual a la versión actual de Kenzo Parfum d'Eté) con bordes de brillo amarillo que nuevamente recuerdan la influencia de los rayos del sol. En el sitio de Kenzo se mencionan las siguientes notas principales: bergamota, cidro, mimosa, violetas, leche de almendras, musk, ámbar, cedro y styrax (planta de donde se extrae la resina de benjuí).

La fragancia da como primera impresión un aroma de almendras bastante natural e intenso, con sensaciones de vetas frescas del tipo cítrico casi de acompañamiento y florales suaves de fondo que aligeran el aroma sin quitar protagonismo a la almendra. En fase media el aroma sigue manteniendo la nota de almendra pero cede paso a unos tonos florales algo inocentes y bastante femeninos de tono jabonoso, como un jabón fragante de flores en un estilo limpio. La fragancia se queda en esta línea por bastante tiempo, con una flor que podría ser la mimosa pero que también da la idea de una gardenia muy joven mezclada con aroma de talco de bebé. Las almendras tienden a un tono plástico cercano a la flor de azahar o al nerolí junto a una nota creciente de musk tibio y que complementa el dulzor de la flor. Tal vez hay algo de violetas, a nivel de acompañamiento y asociado a la idea de aroma de bebé, y en general el floral dominante tiende a notas de perfumería clásica, como aceites o extractos florales naturales provenientes de la flor completa, no sólo de los pétalos. Se siente la idea de más flores amarillas, de jardín o de praderas al aire libre bastante fragantes y nuevamente tendiendo a la idea de un talco perfumado. A unas 6 horas de aplicado la nota floral fragante aumenta la idea de aroma inocente, recordando incluso una colonia de niños por una mezcla de cítricos al nerolí con azahar, por la mimosa, la violeta polvosa y el amargo suave de la almendra que a veces es usado en aceite de masaje para bebés. En fase final el aroma se mantiene con el floral en un tono de jabón con mezclas de talco y cruces de flor de azahar, y con la almendra aportando un fondo tibio, mostrando a nivel general un estilo que recuerda vagamente a algunas capas de Anais Anais de Cacharel.

Al igual que otras fragancias de la colección de Kenzo que se inspiran en ambientes y parajes, este perfume consigue proyectar un aroma no complejo pero que se sustenta bien en un puñado de notas bien integradas que dan una idea de primavera inocente o de estadías al aire libre, bastante apropiado para un uso de diario en verano para comenzar con ánimo el día. En oficina la idea de inocencia cambia por feminidad relajada y limpia, con una buena imagen y bastante social por el lado empático sin requerir imponer ideas de profesionalismo semiformal o formal. De noche la fragancia se vuelve íntima, de círculos pequeños y situaciones calmadas, no estridentes ni de ambientes enrarecidos, también de estadías al aire libre o de cenas. La idea de intimidad se repite en el campo romántico donde los florales son bien recibidos produciendo un pequeño efecto adictivo pero más por curiosidad, por una sensación de notas naturales frescas y de vuelta a la niñez. Rango de edad entre 15 y 50 años.