Eau de Fleur de Prunier by Kenzo
Esta fragancia lanzada al mercado a mediados del año 2009 corresponde a la cuarta integrante de la denominada colección de aguas de flores de Kenzo, en francés Les Eaux de Fleurs, las cuales se centran particularmente en una flor característica de la flora japonesa. En esta ocasión el perfume se basa en el brote de la flor de ciruelo, que es descrito en el sitio de Kenzo como un brote que ha aguantado todo el frío invierno del Japón para luego abrirse y soltar todos sus pétalos al aire, perfumando la primavera con un aroma floral polvoso con tintes almendrados.
La partida de la fragancia es tenue, con un aroma con sensaciones jabonosas algo lineal y que incluso recuerda a un shampoo o la esencia de otro producto de limpieza, levemente rojo y con un pequeño dejo polvoso. La fragancia se mantiene algo lineal en este mismo estilo hasta la fase media a unos 40 minutos de aplicado, que mantiene las mismas notas de la partida pero que se caracteriza por un aumento brusco de la intensidad del perfume, proyectando bastante estela y dando mayor profundidad aromática, tendiendo ahora a la idea de una rosa roja polvosa como de jabones perfumados. El aroma es limpio y aunque no presenta tonos almendrados muy obvios, sí tiene un fondo más seco que se confunde con algunos especiados propios de las flores de jardín. Ya a unas 6 horas de aplicado la fragancia se siente bastante intensa, con una buena proyección a nivel de estela y manteniendo el aroma de la familia de las rosas, en un estilo artesanal parecido al que consigue L'Occitane en Provence. Al probar nuevamente aproximadamente a 9 horas de aplicado se sienten pequeños tonos frutales paralelos al floral que se mantiene sin cambios, levemente inclinados a los frutos rojos con un poco de acidez. En fase final se mantiene el floral limpio tipo jabón pero se agregan unas notas breves a la primera olida que dan la sensación de frutales rojos azucarados alineados con lo que parecen rosas, notas que no duran más de medio minuto y que luego vuelven a la veta floral limpia del comienzo.
Apegado al estilo de la colección de las aguas de flores que lanzó Kenzo el 2008 y de la cual esta fragancia viene a ser la integrante número 4, la fragancia mantiene un estilo bastante cercano al monofloral de corte natural bordeando lo artesanal, de líneas limpias y buena intensidad... incluso mayor que sus 3 antecesoras. Por este enfoque relativamente sencillo se siente agradable como una fragancia de diario en las épocas primaverales y veraniega, destacando en oficina por su buena estela que no es intrusiva, que se siente limpia e incluso tiene unos toques clásicos que la llevan al estilo semiformal. Como aroma nocturno muestra un lado elegante clásico en el rango semiformal a informal pero sin caer en el aspecto dinámico sudoroso como el de una fiesta, es un aroma de salidas a ciudades de la costa lejos de las grandes ciudades e incluso de cenas o visitas al casino en vacaciones en un estilo elegante y relajado a la vez, un aspecto que se ha repetido en otras fragancias de Kenzo. Como perfume romántico el aroma es grato pero el aspecto lineal del aroma se queda en lo clásico personal sin potenciar factores sensuales o conquistadores llamativos. Rango de edad entre 25 y 60 años, con mejor desplante o sintiéndose más natural entre los 30 y 40 años.