24, Faubourg by Hermès
Este perfume del año 1995 toma su nombre de la calle donde se encuentra la casa central de Hermès en 24, Faubourg Saint Honoré, y se define como un perfume de luz misterioso y sensual, inspirado por un viaje por los países soleados del Mediterráneo. Apegado al estilo de artículos de lujo de Hermès, el perfume está disponible en diferentes formatos como un envase metálico dorado rellenable de 7,5 ml. para el extracto puro de perfume, una versión en vidrio de eau de parfum y eau de toilette, una edición eau délicate más suave e incolora, y un eau de toilette de frasco cilíndrico también rellenable forrado en cuero. Las notas principales declaradas por Hermès son: flores de azahar, jazmín sambac, iris, ámbar gris y vainilla.
En papel la primera sensación que da este perfume es el de un aroma clásico algo tradicional, de flores elegantes levemente aldehídicas y tonos ambarados que dan la sensación de recordar algún perfume antiguo de los años 60. Pasados algunos minutos el floral toma cuerpo en forma de una mezcla parecida a la tuberosa con ylang-ylang, muy clásica e intensa y a la vez con un aroma bastante natural... cercano en estilo al Carolina Herrera o al YSL Paris pero sin flores extras. En fase media se mantiene la idea de tuberosa con ylang-ylang con bastante intensidad, agregando por un momento un aroma a violetas terrosas o a iris que tiende a diluirse con el tiempo volviendo nuevamente a la tuberosa casi pura. De fondo aparecen algunos recuerdos de otras fragancias Hermès, como el ámbar con vainilla de Eau des Merveilles pero a un nivel muy tenue, menos tostado y nunca superando a los florales principales, más un dejo metálico terroso diferente al iris y que parece ser el aporte del ámbar gris. Ocasionalmente los florales principales dan paso a otros florales ocultos, con un jazmín elegante levemente jabonoso pero que no llega al extremo viejo, y una flor de azahar que parece ser la que originaba los tonos de tuberosa con ylang-ylang del comienzo, dando ahora más tonos de naranja y sin presentar el aroma a plástico sintético que comúnmente se siente en otros perfumes. En este punto el aroma se siente más relajado y menos formal, incluso dando vetas jóvenes dentro del marco elegante. Ya en fase final la fragancia tiende a un jabonoso con puntos aldehídicos como en la partida y menos presencia floral, quedando la sensación que ambos tonos son un aporte de la flor de azahar que tiende a un alimonado limpio. El ámbar con la vainilla parecen integrados con el alimonado y manteniéndose en segundo plano con residuales de tuberosa con ylang-ylang.
El perfume desde un comienzo refuerza la idea de un aroma elegante y clásico, distinguido y notorio en un estilo tradicional algo apegado a la perfumería tradicional donde se huelen los ingredientes de alta calidad. El aroma es bastante atemporal dentro del marco elegante en el que se maneja, sintiéndose como un floral grato en un uso de diario notorio tanto en invierno como en verano y bastante profesional en un ámbito de oficina, con un aspecto pulcro y limpio sin caer en lo serio o lo viejo. Como nocturno se siente como aroma de eventos importantes como galas o matrimonios pero mostrándose con naturalidad, sin sentirse sobrecargado, vanguardista o denso, mostrando distinción por la calidad de sus ingredientes. En el campo romántico uno de los florales que parece tuberosa da una impresión bastante sensual y atractiva, con presencia y personalidad, capaz de llamar la atención y atraer a un hombre. Si bien por el estilo elegante se podría tender a pensar en un rango de edad entre los 40 y 60 años, el aroma no se siente viejo e incluso da la impresión de desenvolverse bien y de manera bastante natural en una mujer de 30 años o incluso de 25 años, pero recordando que el aroma va complementado con una imagen elegante.