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Essence of Benetton Woman by Benetton

Lanzado el año 2008 en conjunto con una edición masculina, este perfume rescata varios motivos recurrentes en la línea Benetton como el uso de un empaque muy colorido, la idea de dúo masculino y femenino y la propuesta de un aroma moderno y clásico a la vez, lo que se resume en la "esencia de Benetton" que es la traducción del nombre del perfume. Aunque los frascos de las fragancias de hombre y mujer son iguales, la diferencia está en el tipo de colorido estampado en la parte trasera de la botella que en el caso de este perfume se mueve en gamas de colores entre el rojo, naranja y rosado. Tanto en Benetton como en el sitio web creado para promocionar este perfume destacan que las notas principales son: bergamota, naranja de Florida, fresias, notas verdes, durazno blanco, jazmín, rosas, lirios del valle, musk blanco, vetiver, pachulí y cedro.

En la fase inicial la fragancia muestra una nota algo terrosa que cambia a los pocos segundos en un azucarado frutoso tipo golosina con papaya, levemente rojo pero algo opaco, nuevamente con una sensación de una capa polvosa o de tierra. En fase media siguen los frutales pero se siente gradualmente la entrada de florales tipo jardín que se alinean con la sensación dulce de la partida. La mezcla floral es variada, sintiéndose un fresco esporádico en la línea del jazmín o la fresia y otro de flores más tradicionales a las que se les puede atribuir el aroma polvoso. El azucarado terroso es intenso por momentos, tendiendo más a una nota aromática vegetal que a un gourmand y manteniéndose alineado con la veta floral. Al descansar y oler varias veces da la idea que el lado terroso del azucarado parece provenir de un pachulí. En fase final el pachulí sigue dulce pero más cercano a las maderas y los arbustos, con mayor predominio de frutales también dulces aunque neutros y vestigios de naranja. Las flores bajan en presencia con respecto al pachulí y al frutal, quedando un tono jabonoso atribuible al jazmín.

La fragancia presenta una evolución que va de un frutal dulce a un floral, rematando en tonos de pachulí más clásicos que se mantiene frescos y de línea veraniega, aunque la fase final abre campo a un uso invernal no extremadamente frío y de espacios cerrados. Se siente fresco de diario en partida y mas de oficina al alcanzar la fase media con el pachulí, lo que le da más elegancia y un leve toque más formal y sofisticado sin caer en lo recargado o maduro. La misma idea final de pachulí azucarado resalta de noche cubriendo una gama que va de lo semiformal a lo formal joven, funcionando bien incluso en un matrimonio como fragancia no compleja. Sin ser un perfume seductor tiene puntos agradables en el lado romántico que lo sacan del promedio de la tendencia de los rojos azucarados tipo golosina y que le da un dejo de sofisticación a corta distancia dentro del ámbito de lo joven y no complejo. Rango de edad entre 20 y 50 años.