A*Men Pure Coffee by Thierry Mugler

Este perfume del año 2008 es una variante inspirada en el A*Men, pero con la inclusión de notas principales de café puro en proporciones aromáticas más intensas que otros perfumes masculinos. Lejos de parecer una taza de café expreso en spray, el resultado está bien logrado, acercándose a la idea de un producto elaborado con café estilo Moka, con trazas de chocolate y azúcar y con bajo grado de tostado. Las notas que se declaraban en el frasco del tester mencionaban café versión Arábica, pachulí, cedro, musk, musgo y vetiver.

En partida se siente una nota dominante de café inusual, bien lograda y que da una primera impresión de granos de café en tostado suave molidos (huele muy diferente al café instantáneo más ácido o al tostado estilo francés o italiano que son más quemados), y que integrados con el resto de las notas del perfume evoluciona dejando una idea más cercana a la de un producto basado en café, como un bombón de chocolate relleno con un mousse de café, que a granos de café independientes. En notas medias la fragancia toma tonos dulces levemente confitados que recuerdan al primer A*Men, con el café tendiendo a un segundo plano ahora más seco. Parece haber vainilla en el dulce y también presencia de maderas aromáticas tostadas con más cuerpo, en la línea del cedro (donde la idea de tostado podría abrir el paso a notas de ámbar tostado), quedándose en este tipo de aroma por un buen tiempo. En notas de base mantiene un aroma entre cedro tostado con dejos de café, pero a la primera olida da una sensación de notas verdes que se pueden atribuir al vetiver y que dura unos instantes antes de pasar a un segundo plano. El café sigue destacando en esta fase, pero al oler granos de café en forma paralela (del café usado en perfumería para evitar saturación de olores) y volver a oler el papel de prueba se sienten aromas en la familia de las hojas de tabaco que pueden atribuirse a resto de las notas declaradas de musgo y pachulí.

Si bien la idea de oler a café puede sonar algo metabólico (como alguien que tomó café en exceso y lo bota por los poros o como aliento), la nota de café aquí presente se siente trabajada como un producto en la línea de las bebidas tipo capuchino o de los bombones con relleno de pasta de café, con una idea bastante alejada del café instantáneo o de las infusiones al agua. La presencia general del perfume combina estilos que van del maderoso al dulce terroso, siendo el café solo la nota de partida y un hilo común a las fases en un segundo plano. El aroma llamativo se siente bien en estilo informal en ocasiones de diario y de oficina, bordeando un estilo tostado maderoso de los ochenta. Se siente bien en verano por el tono aromático que presenta y en invierno por el grupo de notas maderosas más intensas. Se le puede sacar buen provecho en un escenario nocturno, enfocándose como un perfume con presencia informal en ambientes enrarecidos con humo de cigarros, aroma a comida y otros perfumes en el aire, o apelando a una reinvención del aroma ochentero en un estilo más elegante de corbata. En el campo romántico presenta algo de indiferencia, ya que la formulación y el uso del café es más para goce personal y para destacar, en lugar de ser un factor sensual atractivo. Rango de edad entre los 25 y 45 años.