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Cabotine by Grès

Esta fragancia de 1990 fue la primera lanzada por la casa Grès después de su éxito Cabochard de 1959, como una forma de reactivar la empresa después de una quiebra en el año 1987. Cabotine fue el primer perfume en utilizar una flor difícil de manejar, el lirio de jengibre blanco del Himalaya (el "Hedychium Lunar Moth", pariente de la Flor de la Mariposa, la flor nacional de Cuba) por medio de la técnica de extracción de aromas "living flower", que en lugar de hervir o destilar las flores para obtener aceite, se encierra una flor viva y se extrae el aire que la rodea por un filtro microscópico, para obtener moléculas de aroma que son duplicadas por medios químicos. En el sitio de Grès señalan que las notas declaradas del perfume son: mandarina, casis, cardamomo, jengibre, brotes de naranjo, ylang-ylang, lirio de jengibre, jacinto silvestre, tuberosa, pachulí, sándalo y musk.

En partida la fragancia distingue por un aroma floral dulce e intenso, bastante diferente y difícil de catalogar, como una tuberosa dulce y densa pero joven y fresca, con dejos de cítricos fresco en la línea de la mandarina pero que siempre quedan en segundo plano con respecto a esta flor. Se sienten otras notas frutales también, como berries de bajo perfil o moras ensamblados a los florales, que aportan solo un dulzor complementario sin un sello ácido como un berry rojo o un fruto tropical que habría tomado más personalidad y destacado por encima de la flor. En notas medias la fragancia pasa a notas más obvias de tuberosa con ylang-ylang, como si fuese la porción frutosa fresca del Organza de Givenchy. Se sienten tonos florales adicionales densos de fondo y un poco más ásperos, que pueden coincidir con el jacinto o el cardamomo. Al seguir oliendo se percibe una veta especiada en segundo plano, de la línea del jengibre con el cardamomo, pero luego vuelve al floral de tuberosa en estilo joven. Hacia las notas de base el perfume mantiene la misma estructura floral dulce, con un primer golpe del lirio de jengibre blanco que después se funde en tuberosa fresca y con tonos frutales. El final toma tonos algo más clásicos y maduros por la aparición de pequeños toques de pachulí y una capa tibia de musk.

El perfume tiene fuerza y muy buena fijación (la muestra se sentía a través del bolsillo de mi chaqueta y en casa se sentían trazas de perfume a más de 6 metros de mi escritorio), bastando unas pocas aplicaciones para que se sienta, y aunque tiene florales tradicionalmente densos como el ylang-ylang, tuberosa y jacinto se siente joven y fresco, en un estilo incluso que roza lo inocente, similar a Anaïs Anaïs (aunque Anaïs tiene una mezcla floral completamente diferente que agrega un sensual escondido junto al inocente, mientras que en Cabotine los florales se sienten como un paisaje de la pradera). Se siente joven y alegre sin caer en el extremo adolescente, atemporal con preferencia al invierno y primavera o veranos no sudorosos. Tiene características de diario y de oficina, más joven en el día y algo más formal y maduro en oficina. De noche tiene un estilo informal y por el lado romántico es femenino atractivo, sin requerir una veta sensual extra. Rango de edad entre 20 y 60 años.