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Cacharel pour L'Homme by Cacharel

Esta fragancia de 1981 fue la primera de Cacharel creada para hombres, siguiendo el éxito que tuvo Anaïs Anaïs 3 años antes. A pesar de la época en que fue creada, no sigue los patrones típicos ochenteros siguiendo un esquema especiado bastante novedoso y atemporal, que de paso se siente bastante actual. Posiblemente por ser la primera del grupo, esta fragancia es la de perfil más bajo y la menos publicitada de la línea Cacharel.

En las primeras notas se siente en estilo especiado, apareciendo gradualmente una nota solitaria de limón o bergamota alimonada que dura unos minutos. En forma adicional parece haber también una nota aromática algo mentolada muy en el fondo en esta fase, bajo el limón. En unos 10 minutos la fragancia entra en notas medias, apagando el limón en favor de una nota especiada levemente picante. En este punto parece haber contradicciones con respecto a las notas del perfume, ya que el frasco mencionaba "mace" (que es la cáscara de la nuez moscada), ylang-ylang y madera de sándalo, mientras que la página oficial de Cacharel declara cilantro, salvia y cedro. La nota especiada por momentos huele como una nuez moscada dulce y maderosa, pero luego se concentra en clavo de olor levemente picante. Se siente también lo que parece ser una flor, suave e integrada con el clavo... en ningún momento huele como perfume de mujer ni menos como un Amarige de Givenchy por la nota de ylang-ylang, pero no se siente en forma precisa qué flor es. Tampoco se siente una salvia tradicional ni menos los tonos metálicos característicos, hay dejos de menta que se acercan más a una lavanda suave con limón que a salvia. De todos modos el clavo de olor queda por encima del resto de las notas. Al llegar la fragancia a las notas de base, la intensidad baja un poco sintiéndose todavía el clavo de olor. Existen notas de madera en este punto, pero quedan bajo el clavo de olor... sintiéndose más en la línea del cedro que del sándalo aromático.

Aunque fue fabricado en la década de los 80, no se siente como una fragancia clásica ochentera (como Kouros, Santos, Azzaro o Drakkar Noir que siguen un patrón similar de la época). El clavo de olor da un tono parecido al Salvatore Ferragamo de hombre (el primero, de finales de los 90) y la nota floral le da un estilo más actual. El especiado es suave, en un punto medio que se siente frío en verano y algo tibio en invierno, sin irse a los extremos ni determinar una época del año. Da un estilo de diario algo serio, no muy informal por la ausencia de frutas o tonos más dulces o frescos. En oficina se aprovecha bien esta sensación seria, con aires formales y frescor limpio. De noche se siente formal e informal, ya que el ambiente nocturno beneficia aromas especiados más intensos y secos, cargados a las maderas. Por el lado romántico da una impresión masculina segura y agradable, aunque se le podría haber sacado más provecho dándole un aire seductor atractivo y más sexy con algunas notas de tipo gourmand. El rango de edad parte desde los 30 años hasta unos 60 años, ya que las especies determinan cierto nivel de madurez... no es una fragancia adolescente veinteañera.