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Laguna by Salvador Dali

Este perfume del año 1991 suele considerarse uno de los clásicos de la línea Salvador Dalí, siendo el tercero de la línea en antigüedad después de Salvador Dalí de mujer de 1983 y de Salvador Dalí pour Homme de 1987, marcando un estilo mucho más vivo y frutal que el primer perfume de la marca apegado a líneas chiprés con florales clásicos de la época, y que inspiraría a las siguientes ediciones con un estilo mucho más joven y alegre. La fragancia centra su aroma en la idea de una laguna de aguas calmadas en una isla del Pacífico, con una playa de temperaturas cálidas y rodeado de flores y frutas tropicales, repitiendo la misma forma de frasco de la versión de 1983 con una nariz y labios extraídos de la pintura "La aparición del rostro de Afrodita de Cnido en un paisaje" pintado por Dalí. En el sitio web de Parfums Salvador Dalí declaran que las notas principales del perfume son: lirio, lirio de los valles, rosas, piña, ámbar gris y vainilla.

En la partida el aroma muestra una mezcla de frutales en la línea de la mandarina con las piñas mezclado con una vainilla dulce y tibia, más un fondo floral impreciso, con una buena intensidad y un grado de densidad de la vainilla notorio, pero sin inclinarse a un estilo invernal e incluso dando unos puntos que recuerdan a vainilla de bronceador o de flores de playa tropical. En fase media se mantiene la vainilla como dominante a la par con grupos frutales donde destaca un pomelo con extracto del interior de una cáscara de mandarina, ambos bastante aromáticos e intensos. En fase media se mantiene la vainilla dulce con frutales de fondo, agregando florales nuevos que dan una idea de flores tropicales, parte orquídeas con flores de vainilla, frangipani y osmantus y azahar, con un agregado de jazmín que da una estructura levemente clásica y limpia sin llegar al extremo jabonoso. Al cabo de 4 horas donde mantiene a grandes rasgos la misma estructura de vainilla dulce con florales fragantes de playa, se agrega una resina licorosa más opaca junto con un floral más denso y líneas de vainilla que tienden al grano de tonka, con apariciones esporádicas de cítricos con vainilla levemente alimonados como en Laguna Homme. Casi a las 6 horas de la partida el grupo floral denso se vuelve más clásico, con ideas de jazmín floral no jabonoso y rosas con un pequeño punto especiado picante que roza la madera. La vainilla tiende a inclinarse al licoroso y del grupo frutal destaca una línea de piña cítrica que compensa la vainilla manteniendo el nivel fresco e intenso a la vez, más un durazno o damasco tenue que potencia el grupo de florales tropicales. Bordeando las 7 horas se suman dos nuevas líneas aromáticas, con una resina que trae recuerdos esporádicos del final de Blv de Bulgari, y un grupo de frutales un poco más maduros que parece una evolución de los duraznos. En fase final vuelven los tonos frutales con una primera impresión de piña y durazno seguido de vainilla tibia con flor de azahar y jazmín ahora mucho más jabonoso, con algo de especiado proveniente de rosas y un pequeño dejo de madera suave que parece tallo de flores.

El perfume consigue una mezcla bastante particular de aromas, con un primer enfoque floral y frutal de corte tropical que se ve potenciado por la vainilla que roza la idea de bronceador al aceite de coco, montado sobre florales con resinas de corte clásico que aterrizan el perfume al ámbito de ciudad. La fragancia se siente bien como aroma de diario, enfocándose como un aroma elegante social de verano por las notas florales y que tiene suficiente chispa frutal como para usar cotidianamente el solitario sin sentirse desperdiciado. En oficina el aroma se siente fuera del promedio, con una estela llamativa que podría bordear lo intrusivo si se aplica en exceso o se usa en espacios muy cerrados, pero que se plantea como un perfume elegante y profesional, de líneas limpias sobre una base clásica floral y con una buena capacidad de memorización, que consigue llamar la atención entre colegas y especialmente en reuniones por su estela. Por el lado nocturno retoma la idea de verano, de cenas semiformales e incluso de gala formal, mostrando una chispa parte alegre y parte agresiva en un uso informal. Como aroma romántico la vainilla es directamente sensual, con las flores dando el marco femenino recordando que existió preocupación para un evento especial, y con las resinas aportando la tibieza adictiva a corta distancia. Rango de edad entre 25 y 60 años, con una preferencia inconsciente alrededor de los 30-40 años por la idea de mujer elegante y formada.