Familias aromáticas: Verde
Esta familia es uno de los grupos más antiguos dentro de la historia de la perfumería clásica y considera aromas obtenidos de plantas no leñosas y hojas de arbustos y árboles, teniendo en sus inicios un desarrollo en paralelo con la comida donde se usaban hierbas para sazonar la comida y luego como solución al mal olor producido por el sudor después de ingerir carnes más silvestres como el cordero (donde los aliños al romero y tomillo agregaban un aroma más fresco y agradable que se exudaba por los poros de la piel después de la comida).
A nivel de destilados esta familia presenta una mayor facilidad para extraer aceites esenciales debido a que en general las hierbas y plantas aguantan de mejor manera métodos agresivos de extracción como el agua hirviendo, lo que todavía se mantiene como una tradición en la preparación de infusiones herbales. Considerando además la facilidad que tienen muchas plantas para ser cultivadas en grandes cantidades y bajo condiciones climáticas difíciles, el grupo herbal resulta en una materia prima más económica que por ejemplo la familia floral donde se necesitan toneladas para conseguir algunos gramos de esencia bajo condiciones de destilamiento restringidas.
Las notas clásicas de este grupo son el romero, salvia, albahaca, tomillo, perejil, orégano, laurel, cilantro, eneldo y menta, todas ellas siendo utilizadas también a nivel culinario, con la lavanda teniendo un rasgo verde mentolado intenso en sus hojas y presentando una aromaticidad alta en sus flores que se acerca a la familia aromática. Con el tiempo se agregaron nuevas notas como el enebro, ajenjo, manzanilla, té verde y las hojas de higuera que se alejan del aspecto culinario pero mantienen una tradición de infusión o de licores como la ginebra elaborada con enebro, pasando a lineas más silvestres como el pachulí y el vetiver o propuestas más elaboradas como pulpas de cactus, savia y capturas de pasto húmedo para recrear impresiones de rocío matinal. Ocasionalmente se incluyen algunas notas de árboles como el pino, el cedro y el ciprés por un efecto mentolado que desprenden y algunas frutas como la manzana verde, el melón verde, el pepino, limas y cítricos a medio madurar por una sensación vegetal que arrastran.