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Familias aromáticas: Aromático

El grupo de las notas aromáticas es bastante amplio, literalmente resumiendo las notas que no quedan completamente clasificadas por otras familias, en un principio considerando grupos de resinas e incienso como una derivada de la familia de las maderas pero procesada al fuego, tonos animales de cuero, vainilla, miel como una versión densa y dulce de un polen de flores, y algunos aceites como la lavanda que tienen un rasgo verde pero que se apartan de la familia floral.

La familia olfativa de los aromáticos es una de las más antiguas y la base de la perfumería, llamando la atención en los albores de la historia humana como talismanes para atraer o alejar espíritus y teniendo una connotación religiosa en varias culturas. Muchos de los inciensos consisten en trozos de maderas fragantes molidas o pastas de resinas de árboles mezcladas con aceites que producen un humo aromático al quemarse. De esta práctica derivan las palabras "perfume" como la unión de los términos latinos "per" y "fume" que significan "a través del humo", y del incienso que también en latín corresponde a "encender".

La base de los inciensos son las resinas de árboles, las cuales alcanzaban un alto precio no solo por ser elementos aromáticos para quemar sino también porque varias de ellas tenían propiedades medicinales. Los más valiosos desde tiempos bíblicos son el franquincienso (que es una denominación de categoría para el olíbano que significa "incienso de alta calidad"), la mirra, el ládano y el gálbano, todos ellos siendo resinas de árboles o arbustos del sector del Medio Oriente con propiedades que pasan por antisépticos, calmante de reumatismos, como alivio de la bronquitis y como cicatrizante de heridas. El benjuí también corresponde a una resina del árbol Styrax benzoin originario de la zona de Java y Borneo usado como incienso por su aromaticidad pero que en formato de tintura es el ingrediente principal de la "leche virginal" usada para el cuidado de la piel en Egipto. En el Nuevo Mundo destacan los bálsamos de Tolú y de Perú (que en realidad es del Salvador pero que se embarcaba desde Perú, en una historia parecida al sombrero Panamá de Ecuador) ambos correspondientes a variantes de Myroxylum usados como ungüentos y expectorantes, el palo santo del sector tropical de Centro y Sud América y la resina de elemi originaria de Filipinas. El ámbar es una variante particular de resina que se ha endurecido y fosilizado con el paso de los años pero que todavía contiene aceites aromáticos que se liberan con el calor.

Con el tiempo la familia aromática ha aceptado nuevas inclusiones donde la más popular es la vainilla que es un fruto de una orquídea pero que tienen una aromaticidad tan particular que no cae en la clasificación de frutas o flores gracias al aporte de cumarina que se repite con mayor densidad en los granos o habas de tonka cosechados del arbusto Dipteryx odorata del sector caribeño de América del Sur. Lo mismo aplica para el cacao, el té y el café que incluyen un proceso de secado que les aporta un tono de madera parecido a humo.

Caso aparte son los extractos de secreciones glandulares de animales como el musk (del ciervo almizclero o de la rata almizclera), el castóreo (del castor) y la civeta (un pequeño mamífero de sector de la India que es conocido también por el kopi luwak, que es el café más caro del mundo que se obtiene de las heces no digeridas de una civeta, después de alimentarla con granos de café sin tostar), todas ellas actualmente producidas de forma sintética por un tema de costos, de extinción de especies y de crueldad animal. El cuero y la gamuza en rigor no son extractos animales sino aproximaciones al aroma que se logra con abedul, resinas y notas sintéticas.
 
En la perfumería del siglo 20 se repite una tendencia a usar tonos de resinas y ámbar en fragancias masculinas, surgiendo un patrón de cítricos, madera y ámbar con musk en los lanzamientos masculinos entre 1950 y 1990, destacando una combinación femenina de resinas para las fragancias nocturnas y de vainilla para las propuestas de invierno. Burberry Woman de 1995 es un ejemplo de una vainilla aromática intensa al musk que opaca los aportes frutales al durazno y los rebaja a un nivel secundario mientras que Antaeus de Chanel de 1981 tiene tintes de cuero, ládano y vetas al borde de lo animal que producen una sensación oriental oscura y que se suaviza en Allure Homme de 1999 en una combinación de ládano con tonka.