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La pirámide olfativa

La pirámide olfativa es uno de los elementos característicos de la perfumería actual y corresponde a una forma de explicar la composición de un perfume de acuerdo a la volatilidad de sus ingredientes y el orden en que se van presentando. Asume una estructura triangular dividida en tercios horizontales con una primera porción llamada cabeza o salida que es seguida por un centro llamado corazón y terminando en el último tercio llamado base, e incluso dándole en algunas ocasiones tiempos de aparición y duraciones: las notas de cabeza aparecen desde el comienzo y predominan en los primeros 15 minutos, a continuación surgen las notas de corazón o centro que se presentan por unas 2 horas desde la primera aplicación y luego las notas de base siguen hasta el final.

Los orígenes de esta idea parecen estar en Jicky de Guerlain de 1889, ocasión en la que Aimé Guerlain describió su nueva creación como un aroma de múltiples notas que se desarrollaba por etapas. Desde entonces este modelo se ha repetido y publicado una y otra vez pero no se le ha sometido a revisión para ver si aplica a la perfumería contemporánea.

La pirámide olfativa no debe ser tomada como una pauta estricta, incluso los tiempos que se le asignan a cada fase no son exactos y las familias aromáticas que se incluyen por etapa no siempre están presentes en todos los perfumes. Corresponde a una pauta visual orientada al cliente que dice qué es lo que se va a oler, en especial si existen notas que son desconocidas para el consumidor y entrega a nivel de perfumista una guía para lograr una armonía a la hora de componer siguiendo una pauta de 3 familias: lo brillante, lo aromático y lo cálido.

¿Y qué ocurre si alguien quiere construir una fragancia que no siga este esquema, que no quiere comenzar con cítricos, no quiere tener flores al medio y no quiere terminar en ámbar o madera (o que intencionalmente ordene todo de manera inversa como Eau des Merveilles de Hermès del 2004)? ¿Y si se trata de una composición solifloral, un agua fresca dinámicamente lineal, una propuesta futurista o una representación ambiental de un paraje o evento? Incluso en fragancias estándares la evolución que tienen las notas es oscilante, solapándose con otras para reaparecer con más fuerza a cabo de unas horas y ocurriendo ecos de las notas iniciales al final.

La mejor alternativa que ha aparecido en el mercado es el uso de descriptores basados en familias olfativas, algo parecido a lo que hizo Allure de Chanel en sus ediciones de hombre y mujer donde presentó en sus testers las notas agrupadas en torno a un rombo y un hexágono para indicar los grupos de notas usados, aunque todavía falta una forma de explicar qué rasgos son más dominantes que otros sin caer en una pirámide. El punto en contra de este sistema de descriptores olfativos es que la creatividad comercial inventa términos que se sienten más como una promesa de placer en lugar de entregar un perfil aromático que facilite una compra.