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Les Sorbets de Bella by Nina Ricci

Este perfume del 2019 forma parte del trío de fragancias de la serie Les Sorbets de la marca Nina Ricci lanzada como una edición especial de verano que reinventa los aromas de Nina, Luna y Bella en un formato fresco inspirado en helados, con Les Sorbets de Bella tomando un enfoque floral con un inicio particularmente ácido. El envase está alineado con una forma estándar de botella para la serie Les Sorbets y que consiste en un frasco con forma de manzana mordida en colores pastel con un tapón en dorado tomado de las versiones originales de Nina, Luna y Bella, en este caso recurriendo a un cuerpo de color verde pistacho con un tapón esférico con hojas bajas ligeramente elevadas que incluyen un insecto. En el sitio de Nina Ricci describen a la fragancia con estas notas: mandarina verde, pomelo, ruibarbos, granada, jalea de rosas, shiso (una planta de la familia de la menta cuyas hojas de color púrpura o verde son usadas en la cocina japonesa, con un aroma que se describe con similitudes a menta, cilantro, albahaca, hinojo, canela y cítricos) y violetas.

En partida el perfume presenta un desarrollo general ácido con fondos verdes y acuáticos que no se siente asociado a grupos cítricos, definiendo a los 5 minutos una capa dominada por un ruibarbo astringente con menta que tiene aproximaciones a los 10 minutos a pomelo rosado con puntos rojos de rosas y peonías reteniendo el ácido extremo del ruibarbo, surgiendo a los 15 minutos un frescor dulce a cargo de un hilo de fruta roja neutra que se ubica a la par con el pomelo y que cae a los 20 minutos superado por giros en ácidos altos en ruibarbos sobre un pomelo menos aromático con inserciones herbales de menta. En fase media a los 30 minutos la fragancia sigue sobre una línea de cítricos a la menta dando un paso breve por un herbal más silvestre de albahaca, destacando una evolución rápida sobre frutos rojos que remata a 1 hora en un jugo o sorbete de fresas o frutillas que incluyen al grupo herbal confundiéndose con el aroma de las hojas que suelen estar unidas a la fruta, con algunas variaciones dulces a duraznos. Al pasar de las 2 horas la fragancia reduce la potencia de las frutillas o fresas que se mantienen como la nota dominante, apareciendo puntos dulces de duraznos que siguen recordando un jugo de frutas con desplazamientos a mango conservando una base verde fría, resaltando a las 3 horas una veta de caramelo y vainilla que se siente como una confitura de mezclas de frutas concentradas al azúcar donde persiste en menor grado una presencia herbal a la menta, ascendiendo a las 4 horas un aporte de caramelo con azúcar de frutas rojas que apaga las líneas ácidas del ruibarbo y pomelo sosteniéndose en fresas dulces con un fondo polvoso delicado que por momentos se aproxima a rosas de jardín. Al superar las 6 horas el perfume pasa a un tono dominante de algodón de azúcar con menores referencias a fresas o frutillas que tienden a una granada más dulce y neutra reteniendo una línea verde suave, pasando a las 9 horas a una combinación de vainilla con fruta madura compacta al licor y aportes alimonados ambientales a la fresia, favoreciendo a las 12 horas una combinación tibia basada en azúcar, fresas y vainilla pero que se inclina a duraznos con un aire verde muy bajo similar a pachulí con jazmín que se muestra con mayor intensidad a nivel ambiental en forma de una fresia alimonada. En fase final a las 24 horas el perfume se inclina hacia tonos azucarados y acaramelados que tienen una base vegetal fresca, destacando líneas frutales tibias en una granada diluida con residuos de un pomelo verde con naranja.

La fragancia destaca por un inicio bastante atrevido basado en una nota ácida de ruibarbo que alcanza niveles astringentes y que lentamente se nivela sobre un pomelo que remata en fondos de caramelo, a nivel de diario apuntando a usos en épocas calurosas de primavera y verano en exteriores entregando algunos complementos refrescantes en actividades deportivas mesuradas. En oficina las primeras horas del perfume pueden descolocar a nivel profesional al tener matices intrusivos en espacios cerrados, nivelándose en su fase media a un acabado floral dulce bastante femenino que cruza ideas de jazmines tradicionales con frescores personales de fruta, cubriendo los segmentos informal y semiformal con un efecto memoria que comienza en bueno y luego se nivela al promedio igualando otras propuestas basadas en fruta azucarada. En el escenario nocturno el aroma se muestra empático alineándose con un público joven informal de fiestas en verano y reuniones despreocupadas con amigos, manteniéndose en un segmento joven semiformal muy ligero dominado por flores al azúcar pero que no llega a la elegancia o complejidad de un perfume de eventos formales. En lo romántico el aroma se siente agradable al alejarse de la fase del ruibarbo que se muestra intrusiva y con capacidad de descolocar a corta distancia, teniendo matices agradables en salidas con pareja conocida y conversaciones sociales. Rango de edad entre 20 y 60 años.