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Agua de Bambú Hombre Pure Ice by Adolfo Domínguez

Esta fragancia del año 2017 corresponde al tercer perfume de la línea Agua de Bambú, originada en el 2013 con la primera versión masculina que a su vez era una derivada a de Bambú del 2010, con Pure Ice siguiendo un formato de lanzamiento simultáneo para hombre y mujer que comenzó con Agua de Bambú Exotic del 2016, con esta edición planteando un enfoque limpio y frío a la vez. El envase se apega al diseño de botella creado para Bambú y Agua de Bambú masculinos, consistentes en un cilindro de vidrio con un surco lateral que recuerdan la sección de un tronco de bambú, con este edición usando un gradiente que comienza en el tapón con un color negro y desciende dentro de la gama de grises a una base transparente. En el sitio de Adolfo Domínguez no entregan información sobre este lanzamiento, sin que se cuente con un listado oficial de notas.

En partida la fragancia posee un aroma fresco cercano a nerolí mezclado con secciones acuáticas que tienen un corte marino, variando a los 5 minutos el nerolí hacia pomelo y yuzú con dejos verdes que se muestran apagados por la presencia de un calone polvoso, ampliando a los 10 minutos el cuerpo acuático con impresiones de agua especiada a la pimienta e intensificando el aporte del pomelo a los 15 minutos que toma un formato de cáscara más seca que contiene a los especiados, destacando a los 20 minutos una sección amarga tibia que se sostiene en pomelo y pimienta sin llegar a salvia, acompañada de vetas marinas frías. En fase media a los 30 minutos el perfume agrega una mayor proporción de verdes a la línea amarga dominante, presentando brillos de salvia y pachulí sobre un pomelo amarillo más marcado, dejando a 1 hora impresiones de algas marinas saladas, cuero y tonos de bosque con oscilaciones al yuzú con vetiver similares al aroma de L'Eau d'Issey pour Homme de Issey Miyake. A las 2 horas la fragancia afina la sección salada en una combinación verde cítrica de pomelo con mandarinas y bajando el tono de salvia a niveles secundarios que se confunde con salados de algas, tomando a las 3 horas una tendencia acuática que vuelve a recordar secciones de L'Eau d'Issey pour Homme donde los alimonados de pomelo se abren a vetiver pero reforzando un fondo marino con rasgos salados que rondan un ámbar gris, sosteniendo a las 4 horas una línea principal de pomelo con tintes verdes que contiene turbiedades menores de lavanda, pachulí, musgo y mandarina derivadas del ámbar gris. A las 6 horas la fragancia mantiene un cuerpo cítrico acuático pero cambiando los pomelos por aportes florales que siguen la línea del nerolí y apuntan a flores de azahar con musk, sumando acordes acuáticos a las 9 horas en una variante diferente de calone que se acerca a una brisa fría de piscina que incluye porciones de lavanda y musk con un pomelo inclinado a pimienta, variando la fragancia a las 12 horas hacia tonos verdes frescos que conocieran un aroma basado en pomelo con aportes de menta y enebro. En fase final a las 24 horas el perfume presenta rasgos adicionales de jengibre que se desprenden del centro de cáscara de pomelo que se siente menos verde y más cercano una variante amarilla, sintiéndose aportes florales menores como en la primera edición de Agua de Bambú pero compensado con líneas clásicas a la madera con un hilo menor de vetiver y tabaco.

Esta propuesta de la línea Agua de Bambú sigue un formato amargo más marino en la partida que la versión de del año 2013 y que la variante Exotic, destacando el uso de pomelos que establecen un aroma frío con un dejo verde que apuntan en el escenario de diario a usos primaverales y veraniegos en exteriores, siendo un complemento refrescante en la realización de actividades deportivas mesuradas. En oficina el perfume tiene matices cítricos notorios, con las secciones amargas pudiendo restar empatía y creando una intrusividad acotada en espacios mal ventilados, adaptándose a situaciones informales y semiformales como un agua limpia de climas cálidos y teniendo un efecto memoria que ronda lo mediano y que tiene momentos altos cuando se eleva de manera precisa y punzante el pomelo verde. En el caso nocturno la fragancia se centra en usos más bien informales pulcros, dejando una impresión algo seria pero todavía funcional en el público adolescente y moviéndose con más soltura a mayor edad en reuniones con amigos, teniendo una presencia relajada en el caso semiformal donde muestra matices clásicos poco complejos que no alcanzan a llegar al nivel formal. En lo romántico el perfume se basa en aportes de notas punzantes, cítricas, amargas y verdes que parecen tener un propósito refrescante astringente en lugar de una intención de conquista. Rango de edad entre 20 y 60 años.