Bijan Clasic for Men by Bijan

Esta fragancia aparecida en el mercado el año 1986, aunque formulada originalmente en 1981, corresponde al primer perfume comercializado por la boutique Bijan, ubicada en Beverly Hills y creada en 1976 por el diseñador iraní Bijan Pakzad, orientada exclusivamente hacia el segmento masculino y manteniendo un perfil de ventas muy exclusivo y lujoso que todavía se caracteriza por un cartel en la entrada que señala "ingreso sólo con cita previa", ganándose con el tiempo la fama de ser la tienda más costosa del mundo al centrarse en la producción de vestuario y accesorios como abrigos de piel para hombre, zapatos, valijas y relojes de altísimo precio apegados a un alto estándar de estilo y calidad. La fragancia fue comercializada en tiendas exclusivas acompañada de una versión femenina, estableciendo un tipo de lanzamiento pareado en las futuras ediciones y determinando una forma de botella particular que se hizo acreedora de varios premios por su diseño y empaque, consistente en un aro de vidrio creado por la casa de cristales Baccarat con un agujero al centro y una pared divisoria en la parte inferior que crea un efecto de descenso desnivelado del perfume a medida que se ocupa, con un tapón esférico blanco con surcos que recuerdan un turbante oriental. En el sitio de Bijan Fragrances no describen en detalle las notas aromáticas de este perfume, señalando solamente que está elaborado con 98 ingredientes de alta calidad.

La fragancia en su partida muestra líneas muy intensas de verdes clásicos, con un primer punto de pino que evoluciona a ciprés al cabo de 2 minutos, seguido de mentolados de pachulí con cardamomo que sumados al ciprés dan una primera impresión de una variante de Polo verde de Ralph Lauren pero evitando las vetas oscuras de resina y favoreciendo un enfoque más fresco pero igualmente denso e intenso. En fase media a 40 minutos la fragancia presenta pocas variaciones, manteniendo el ciprés con mentoles de pachulí y rebajando la presencia de pino, sumando líneas más oscuras de vetiver seco con musgo de roble y cuero con maderas oscuras que se mantienen como el centro de la fragancia, manteniendo pocos cambios en el aroma hasta las 5 horas de la partida cuando el ciprés baja su presencia, manteniendo el centro de mentol al vetiver pero dejando espacio a puntos jabonosos de origen floral apegados a perfumería masculina clásica de los años ochenta, con ideas de jazmín y geranios seguidos de lavanda y terrosos que se abren a especiados de canela y clavos de olor con nuez moscada. Pasadas las 8 horas el perfume muestra una mayor proporción de jabonosos de lavanda con rebrotes de puntos de pino e incluso bayas de enebro que aportan una frescura relativa, bajando la proporción del mentol de vetiver en favor de cuero y musgo de bosques con especiados no picantes de la familia de la canela, con oscilaciones de florales por el lado del clavel y el geranio que dan una impresión cruzada entre Polo verde, Animale for Men y Obsession for Men de Calvin Klein, con repuntes de vetas residuales más animales en torno a cuero húmedo con clavo de olor a las 12 horas. En fase final al llegar a las 24 horas la fragancia muestra líneas menos agresivas y más bajas en intensidad, conservando la línea central de mentolado de ciprés con pachulí e ideas de pino pero aumentando la presencia del clavo de olor y del cuero que se siente como madera ahumada y húmeda en torno a musgos, afinando un cardamomo que concentra las ideas de mentol y tierra aportando un picor extra por el lado especiado, y con la lavanda quedando reducida a una sensación de veta fresca intercalada que absorbe a la mayoría de los florales de las capas anteriores, sintiéndose adicionalmente unas trazas extras de tabaco que se abren a maderas de cedro y sándalo más frescas y que siguen alejándose de la idea de bosques húmedos.

De manera similar a su par femenino aparecido en el mismo año, esta fragancia maneja una potencia aromática lo bastante alta para poner trabas de uso en varios escenarios restringiendo además la imagen de quién lo usa, requiriendo de forma implícita cierto grado de roce social y un nivel de madurez adquirido con los años que al menos en el uso de diario apuntan hacia un uso atemporal semiformal de vestuario elegante, ya sea traje de cuello abierto o camisetas polo en alguien que se moviliza constantemente en automóvil, apegándose a un uso en eventos sociales recordando la idea de club de Polo verde y por el mismo lado evitando su uso en situaciones demasiado cotidianas, incluso resultando chocante en usos masivos como un viaje en metro. En oficina la fragancia muestra una personalidad intimidante y autoritaria, con posibilidad de resultar ahogante para quien lo usa o de desprender la imagen de una edad mayor a la propia si se aplica en exceso, moviéndose nuevamente en un segmento de semiformal a formal de vestuario elegante o bien cuidado como forma de compensar la idea de loción de barbería con el que podría asociarse al usar con ropas más descuidadas o de líneas deportivas o cotidianas. En el campo nocturno la fragancia comienza a sentir restricciones por parte de la competencia, sintiéndose menos dinámico que otros perfumes más modernos y jóvenes y tendiendo a encerrarse en imágenes pulcras y formales tipo matrimonios o cenas con cierto nivel de gala o con intenciones de celebrar un evento especial. En lo romántico el aroma por potencia tiende a alejar en lugar de acercar, dando por momento una imagen demasiado cercana a lo paternal, sintiéndose como un aroma para ser admirado y no necesariamente empático. Rango de edad entre 35 y 60 años.