Acqua di Giò Essenza by Giorgio Armani
Este perfume del año 2012 aparece en el mercado como complemento masculino de la fragancia Acqua di Gioia Essenza del año anterior, con la denominación "essenza" inspirando una versión mucho más concentrada de la versión de la década del noventa en la que se reconstruyó la fragancia cambiando dos de sus tonos característicos por notas pertenecientes a una nueva generación de moléculas de perfumería, con el calone siendo reemplazado por un Cascalone que aporta una sensación de aire frío con menos dejos marinos, y con el Paradisone ingresando como una evolución más pura del hedione que aporta un rango floral más amplio y puro. La fragancia repite la misma forma clásica de botella de Acqua di Giò, cambiando el efecto esmerilado por un vidrio transparente y con el tapón adquiriendo un tono metálico más pulido y brillante. En el sitio de Armani Beauty sólo describen algunas notas principales para este perfume, las cuales son: bergamota, cáscara de pomelo, paradisone y cascalone.
En partida la fragancia muestra muchos rasgos similares con la versión original de Acqua di Giò de los años noventa, distinguiéndose la ausencia de tonos cítricos tipo mandarina en favor de un cuerpo ligeramente confitado que incluso recuerda por momentos a chocolate y a confitura de pachulí, sin apariencia de calone o puntos de melón del original ya presentes en este punto. En fase media a 30 minutos la fragancia mantiene una línea independiente de dulce de pachulí que abandona la fase de chocolate en favor de puntos ligeros de madera tipo cedro, mostrando puntos fríos cercanos a calone pero sin desarrollo hacia el lado del melón, con apariciones de resinas suaves que recuerdan una porción muy diluida del fondo de L'Instant de Guerlain pour Homme, desarrollando a 1 hora del inicio un fondo que se siente como una versión concentrada y más licorosa del centro característico de Acqua di Giò, presentando una mayor profundidad en los tonos marinos ahora mucho más notorios y que van por puntos yodados de algas basadas en maderas sin rasgos de calone. A 3 horas la fragancia mantiene un centro de aspecto más concentrado, tendiendo por momentos hacia líneas de pachulí, con los tonos marinos manteniendo una frialdad que se abre a las 4 horas hacia tonos clásicos de lavanda con agua de cáscara de nuez moscada amaderada, volviendo a ideas de sándalo y cedro más apariciones esporádicas de una cáscara de pomelo que no alcanza a determinar una línea cítrica, con fondos secos y terrosos derivados de la madera y que adquieren tibieza de resinas a las 5 horas, con más puntos especiados que producen picor en nariz. Al llegar a las 9 horas una parte importante de las líneas marinas se aproxima a lavanda, con la parte residual de esta veta yendo hacia terrosos especiados de la familia de la nuez moscada, con un aroma parecido a la mayoría de las líneas de Fendi Theorema Uomo ya descontinuado y manteniendo un aire principal de maderas con pequeños aportes de cítricos fríos derivados de porciones cercanas a calone. A las 12 horas se mantiene al aroma de Theorema Fendi Uomo compuesto de un agua especiada de bajo picor entre jengibre con nuez moscada con un cítrico a la lavanda y una base de madera liviana de sándalo, con un dejo de bergamota en el punto cítrico que le dan un aspecto de agua fresca mediterránea de fondo terroso sin verdes. En fase final al pasar las 24 horas la fragancia muestra vetas ligeramente licorosas de madera que se mueven en un entorno de bosque, con fríos especiados ligados a cedro y vestigios de líneas marinas, con ausencia completa de la sensación de agua fría del original y sin presencia aparente de frutas.
El perfume enfoca la mayoría de su reformulación a privilegiar un aroma más serio que evita encasillarse en un agua fresca de verano y se proyecta a nivel de diario hacia situaciones atemporales, perdiendo por momentos el efecto frutal llamativo que caracterizaba al original al oscurecer estas notas bajo una capa amaderada más estándar y apegada a la perfumería tradicional masculina, limitando la posibilidad de reaplicación al ya tener una intensidad mayor y presentando algunas restricciones a un uso deportivo amplio. En oficina la fragancia tiende a apegarse a cánones más tradicionales en torno a maderas, bosques y pachulí, tal vez mostrando menos personalidad independiente y perdiendo algo del efecto memoria del original, moviéndose en un rango semiformal pulcro apropiado para reuniones con colegas. En el campo nocturno el perfume se sostiene mejor en ambientes contaminados alineándose con estos aromas en lugar de enfrentarlos con un tono opuesto, destacando la veta marina de aire frío que luego deriva en nuez moscada especiada de corte semiformal, dando un estilo de uso amplio que incluso llega a un formal joven de matrimonios. En el campo romántico el aroma todavía mantiene algunas vetas atractivas por el lado del aire frío con especies, tal vez sin poder compararse con el primer Acqua di Giò que llamaba la atención y despertaba curiosidad a distancia pero enfocándose bien como perfume pulcro para ocasiones especiales en pareja. Rango de edad entre 25 y 45 años.