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L'Eau The One by Dolce & Gabbana

Esta fragancia del año 2008 aparece en el mercado 2 años después de la primera versión de The One Eau de Parfum, cambiando el formato de la fragancia a un Eau de Toilette de menor densidad que conserva la mayoría de las notas originales y que apunta a un uso más cotidiano y de día, sin perder las vetas atractivas y llamativas del primer The One. El empaque sigue la misma forma de botella cúbica de líneas rectas y base de vidrio grueso de la versión original, cambiando las tonalidades en dorado hacia plateado en el tapón y en el líquido que ahora es mucho más transparente. En el sitio de Dolce & Gabbana señalan que las notas aromáticas del perfume son: bergamota, mandarina, lichís, peras, ciruelas, lirios del valle, jazmín, azucenas de la Virgen (Lilium candidum o Madonna Lily en inglés), ámbar, musk, musgo, vainilla y vetiver.

La fragancia en su partida conserva un aire similar a The One, más rebajado y con cierto aspecto polvoso que restringe el brillo de varias de las notas frutales principales, destacando una idea de pera con frutos maduros por el lado de la ciruela junto con el floral característico del original, con menos brillo de mandarinas y con los polvosos afinándose en pétalos que rozan la idea de iris. En fase media a 30 minutos el aroma presenta un punto dominante de frutales densos con mayor definición de los polvosos que se estabilizan en una flor clásica aterciopelada cercana a iris, con trazas de vetiver más marcadas que ascienden rápido y quedan en paralelo con las flores reafirmando la idea de iris y musgo a 1 hora y media de la partida, con líneas de mandarina esporádicas y algo secas, manteniéndose dominante la flor a 2 horas del inicio con una buena estela aromática que gira en torno a noto de fruta madura tipo ciruela mezclada con ásperos de vainilla y residuos de pulpa de peras. A 3 horas la fragancia se estabiliza en una variante polvosa de vainilla tibia con partes de ámbar más frescas, todavía con influencia de ciruelas y puntos florales fuertes posiblemente aportados por las azucenas, con rasgos de base en torno a vetiver que repiten ideas de ásperos de flor de loto de la versión Eau de Parfum, estabilizándose la vainilla en un formato más licoroso a las 4 horas y manteniendo el resto de la mezcla de manera algo lineal hasta las 12 horas cuando incorpora líneas suaves de ámbar de baja influencia, evitando en el trayecto los puntos alimonados que presentaba la versión original a este punto. En fase final a 24 horas el aroma se mantiene constante con respecto a las fases anteriores, con menos tonos secos con respecto a The One y manteniendo una vainilla sensual de buena proyección en la línea de Allure Sensuelle de Chanel, marcando una diferencia de intensidad a las 48 horas cuando el aroma gira hacia tonos secos mientras que la versión original sostiene la vainilla licorosa.

El aroma presenta pocas variaciones con respecto a la versión original de The One, cambiando su formato a un Eau de Toilette menos denso que por efecto de la nueva proporción en que se concentraron las notas muestra interacciones diferentes un poco más polvosas en su partida y con la vainilla mucho más mesurada, conservado el centro floral característico con dejos de fruta madura, y que al menos en un escenario de diario da la ventaja de abrirse a un público que evitaba la versión Eau de Parfum por su alta densidad encajando mejor en situaciones cotidianas atemporales de interiores, todavía evitando días demasiado calurosos y sin apuntar hacia un uso deportivo extremo. En oficina la fragancia reduce las posibilidades de volverse intrusivo sin perder su capacidad de llamar la atención, con un buen efecto memoria por lo particular del aroma producto de la mezcla de vainilla con flores densas y frutos maduros y comportándose como un perfume con personalidad proyectando feminidad y confianza en reuniones. En el campo nocturno el perfume vuelve a dar la oportunidad de mesurar y controlar su presencia por medio de sobreaplicaciones en fiestas informales y galas formales, moviéndose a nivel natural como aroma elegante semiformal de cenas y reuniones con amigos con una imagen pulcra en un lugar más bien producido que cotidiano. En lo romántico la fragancia conserva la idea de aroma seductor de su predecesor, con líneas densas que llaman la atención a distancia y no cansan o marean a corta distancia, consiguiendo ser recordado después de conversar con alguien al tener un aroma relativamente diferente al promedio. Rango de edad entre 25 y 45 años.