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Emotion for Men by Pierre Cardin

Esta fragancia del año 2006 aparece en el marcado 1 año después de Emotion para mujer, con ambas fragancias estableciendo una tendencia más comercial de lanzamientos pareados que se aleja del formato manejado por Pierre Cardin entre los años 1972 y 1999, antes que la casa Coty adquiriera la licencia de fabricación, donde cada perfume destacaba como un ente independiente con nombres propios y sin considerar variantes de temporada o ediciones limitadas. El envase sigue líneas cuadradas de esquinas redondeadas en plástico negro con una ventana también cuadrada al centro que deja ver el vidrio de la botella y el líquido en su interior, un detalle que se repite en su par femenino, con un tapón plateado que lleva un anillo en su parte media con el nombre del perfume, con la caja en tonalidades grises decoradas en forma sobria con dos líneas plateadas cuyos ángulos rectos se entrecruzan repitiendo la forma de ventana del perfume.

La partida de la fragancia es lenta, con tonalidades neutras imprecisas que demoran cerca de 5 minutos en evolucionar dando rasgos cercanos a una resina amaderada muy suave sobre una base de agua, sin precisión de partes especiadas y dando un rasgo frutal de naranja al cabo de 10 minutos. En fase media a 30 minutos se mantiene la evolución del aroma inclinando parte del cuerpo de agua hacia tonos de jengibre con cáscara de mandarina o pomelo verde, con aumentos de picor en el fondo de agua que rozan la idea de anís con lavanda y que potencian a la fragancia dando la sensación de gas carbónico de una gaseosa pero sin profundizar la intensidad de las notas. A 1 hora la fragancia sigue suave, resaltando por el lado del agua una presencia cercana a enebro vegetal con aires de lavanda apagada y aportes de jengibre suave de aspecto frío, con trazas de limón y cáscara de pomelo por el lado verde que sustentan la idea de agua fresca pero sin inclinarse a un estilo dinámico deportivo. A 2 horas el aroma muestra cruces polvosos cercanos a violetas y lavanda con ásperos de vetiver y amargos de pomelo que se acercan a salvia pero evitando todavía un paso hacia líneas verdes herbales, con las violetas dando pocas impresiones florales y rozando ideas de anís y regaliz como en las fragancias de Lolita Lempicka, resaltando el cuerpo de agua que se aproxima a una idea de enebro especiado. Hacia las 5 horas el aroma tiende a simplificarse y a girar en torno a un agua de especies suave con rasgos suaves de madera seca y porciones cada vez más bajas de amargo de cáscara de pomelo, con menos presencia de anís con violetas y con el jengibre inclinándose a tonos terrosos afines con la madera, teniendo repuntes de la porción de violeta anisada a las 6 horas y confundiéndose con salvia de desodorante al unirse con el pomelo. Hacia las 10 horas el aroma comienza a mostrar tonos dulces más vivos por el lado de bergamota y mandarinas en formato de cáscaras, con las especies y la madera teniendo una baja temporal en este punto y recuperándose a las 13 horas con tonos a la par con las mandarinas que se abren hacia ámbar, con un pequeño residuo verde de salvia en el fondo. En fase final a 24 horas el aroma reduce su intensidad centrándose en tibios de ámbar con rasgos de lavanda que absorben las líneas de anís y violetas, con terrosos cercanos a musgo que también contienen a las líneas de jengibre y con ausencia de porciones amargas, conservando aires de nuez moscada en el formato de agua.

La fragancia parece mostrar una evolución en el manejo de notas especiadas y amaderadas con respecto a lanzamientos anteriores como Revelation del 2004, rebajando la presencia de tonos verdes herbales más clásico y paternales y aportando dinamismo a la mezcla al apegarse a un cuerpo de agua ligero que aguanta una actividad deportiva mediana y usos cotidianos informales y semiformales atemporales con apertura al verano, sin sentirse desperdiciado si se usa en solitario. En oficina la fragancia mantiene un estilo serio y tradicionalmente laboral, con una estela más ligera que aporta relajo en su uso y evita dar una impresión madura, beneficiando ideas de limpieza por encima de intenciones de destacar, con un efecto memoria todavía bajo por la falta de notas puntuales que resalten del grupo y quedándose en un segmento cotidiano como reemplazo de perfumes más complejos. En el aspecto nocturno la fragancia parece necesitar de potencia extra para destacar requiriendo de una sobreaplicación, moviéndose en un segmento informal de ambientes sucios y relajados con amigos como fiestas, algo lejano de cenas importantes y galas o matrimonios. En lo romántico la fragancia carece de notas llamativas que escapen del grupo amaderado especiado y que despierten curiosidad para acercarse o para mantenerse cerca, tendiendo a interpretarse como una fragancia con aportes frescos de disfrute personal. Rango de edad entre 25 y 50 años.