Brut by Brut Parfums
Esta fragancia clásica del año 1964 tuvo un origen bastante accidentado. Originalmente fue creado bajo el alero de Fabergé, una marca creada a finales de los años 30 por un empresario que se inició en el rubro de la importación de productos de higiene y adoptó el nombre inspirado en la idea de lujo de los huevos Fabergé, un hecho del que se enteró la familia del joyero Carl Fabergé quienes lanzaron una demanda por uso ilegal de su apellido, llegando a un acuerdo extrajudicial a comienzos de los años 50. Pasada esta etapa la marca se posicionó con un buen nivel de ventas en un nicho exclusivo, cosa que cambia en la década del 60 cuando ocurre la venta de la marca a la cosmética Rayette, periodo en que se crea la fragancia Brut y se reenfocan las ventas a un público masivo usando publicidad extensiva y apoyo de celebridades, convirtiéndose en la fragancia más vendida a nivel mundial por varias décadas. Hacia los años 80 la firma fue comprada por la marca de ropa McGregor quien desechó otros productos creados en Fabergé concentrándose en Brut con bastante éxito comercial como para adquirir la marca Elizabeth Arden. A finales de los 80 ambas marcas fueron compradas por Unilever, con la rama Fabergé orientándose a crear nuevos productos cosméticos como Axe y Dove. La historia cambia nuevamente el año 2007 cuando Unilever vende el nombre Fabergé a un consorcio internacional que tiene la intención de retomar el negocio de joyas y productos de lujo, lo que obliga a remover el nombre Fabergé de todos sus productos en favor de una nueva división Brut Parfums Prestige. En la actualidad la fragancia sigue siendo fabricada por Unilever en casi todo el mundo con excepción de Estados Unidos y Latinoamérica donde los derechos los posee la firma Helen of Troy, en ambos casos apuntando a un mercado que resalta una imagen masculina con inclinación deportiva.
La partida es bastante limpia, más fresca que las ediciones de décadas anteriores y destacando un aroma jabonoso dominante, con capas de limón al fondo que aportan frescura, lavanda fresca que aporta la idea de limpieza, y grupos verdes imprecisos más cercanos a la cocina que al jardín o al estilo mediterráneo. En fase media el aroma se mantiene mostrando una estructura algo lineal persistiendo el cuerpo jabonoso pero mostrando más detalle en las líneas verdes que oscilan entre una menta suave y hojas de apio, más un floral muy fresco que parece una manzanilla o camomila. Pasados unos 40 minutos de aplicado se sienten nuevas capas más intensas en el grupo de los tonos secos, parte madera de sándalo con tabaco o cuero, florales de perfumería clásica masculina y unos dejos fríos de menta que tienden al mentol, parte vetiver y parte pachulí, que se asemejan a la idea de una loción de barbería. Cerca de las 2 horas de aplicado se mantiene la misma base aromática pero aumenta la profundidad del alimonado a cargo de hierbas con tonos cítricos, tipo toronjil e incluso un poco de verbena, con una camomila alineada con la lavanda y el aumento de una base más seca tipo madera o arbustos que puede ser helechos, vetiver, tabaco o incluso un poco de cuero. A las 3 horas de aplicado la porción jabonosa se abre, dejando atrás la idea de lavanda en favor de flores más obvias que ahora se acercan a un jazmín fresco y otros grupos florales masculinos como el geranio, con más sensación mentolada limpia alineada con las flores, con un poco de fondo seco terroso que roza la idea de madera suave de arbustos tipo vetiver. En fase final aumentan los tonos secos tipo cuero, sándalo o un tipo de madera ligeramente especiada, manteniendo el centro limpio tipo jabón y con los verdes fundiéndose en un vetiver fresco. Se sienten florales pero inclinados al lado verde, de corte mesurado para no perder el toque masculino y rondando entre jazmín con ylang-ylang, con un fondo dulce que podría atribuirse a un ámbar más que a un musk.
Puede que se deba a reformulaciones que haya sufrido el perfume por los cambios de dueño en todo este tiempo o por restricciones económicas, pero la fragancia en general no se siente vieja o desactualizada para la cantidad de años que tiene, tal vez delatándose por un carácter algo lineal propio de una colonia y unos tintes de barbería pero también queda justificado por ser un producto de fácil acceso, no costoso y para uso cotidiano. Planteado de esta forma, su uso ideal está en el escenario de diario como un aroma limpio que da continuidad a los aromas jabonosos de salida de ducha y con un carácter atemporal por su aroma notorio y de líneas neutras. En oficina la fragancia sigue sintiéndose como un aroma limpio con un desplante lo bastante bueno como para obviar que se trata de una fragancia de corte masivo y no un perfume costoso, con líneas gratas que causan una atracción y empatía no intrusiva, tal vez fallando en el factor sorpresa al ser un aroma relativamente conocido. Por el lado nocturno la fragancia sigue mostrando un buen desplante principalmente semiformal reposado e incluso como aroma formal de fiestas de matrimonio (si se deja de lado su origen como fragancia de corte simple, conocida y accesible por casi todo el mundo), apuntando a un estilo nostálgico retro y clásico (lo cual incluso tiene como antecedente a favor que en la década del setenta Brut era el perfume que usaba James Bond en "The Man With The Golden Gun"), en especial para alguien que ha tenido este aroma por muchos años como sello personal y no desea cambiar de estilo por un evento puntual. En el escenario romántico la mezcla actual de Brut se siente más suave y sin necesariamente proyectar una imagen paternal, con un aroma que proyecta una masculinidad empática no monolítica, que resulta atractivo a distancia y que incluso sale del promedio por no ser una fragancia actual. Rango de edad amplio, entre 20 y 60 años, con tendencia a orientarse a un segmento sobre los 35 años pero sólo por factores culturales y prejuicios por la antigüedad del perfume.