Hei by Alfred Sung
Este perfume del año 2002 es la segunda fragancia masculina (después de Sung Homme de 1988 y antes de Paradise Homme del 2003) creada para la línea de perfumes de Alfred Sung, un diseñador canadiense de origen chino que al igual que otros diseñadores como Kenzo Takada e Issey Miyake toman una preferencia hacia estilos relajados naturales propios del Oriente, teniendo Sung una preferencia especial hacia el equilibrio de energías entre elementos de la naturaleza como la tierra, maderas y los minerales, todos incluidos de alguna manera en la fragancia reforzando el significado de "hei" (o "qi" en chino cantonés) que se interpreta como "vapor", "respiración", "fuerza vital" o "flujo de energía". En el sitio web Alfred Sung Perfumes justifican el aroma como un perfume destinado a los hombres que no gustan de las fragancias demasiado intensas o de estilo perfumista, comparándose como una versión menos maderosa de Drakkar Noir, más refinada que Club Med y similar a Polo Blue pero más ligera y sin tonos de melón y proyectando la idea de un viaje por una jungla tropical, con lo que se justifica su balance hacia los tonos de musgos y hojas. En este mismo sitio se declaran las siguientes notas principales: bambú, bergamota, hojas verdes, menta, lavanda, nerolí, jazmín, maderas, ámbar y musk.
La partida tiene rasgos herbales naturales un poco toscos, entre vetiver con raíces e incluso pachulí no dulce, más algunos vegetales y herbales de cocina que bordean los especiados, como cardamomo con jengibre y un poco de limón. En fase media el aroma se sostiene sobre una base alimonada y sobre ella oscilan notas de características terrosas, un poco en el estilo del L'Eau par Kenzo pour Homme pero con una veta verde diferente más de jardín. Se sienten notas imprecisas que aportan a la idea de un cuerpo de agua, tal vez una lavanda pero como complemento y no en línea clásica tradicional. A un par de horas de aplicado tiende a resaltar un tono verde cercano a la salvia, con ámbar y maderas de fondo más un tono fresco de agua que compensa a la salvia, con un poco de cardamomo que junto con la menta dan un tono mentolado secundario más frío. Sobre las 8 horas de aplicado el aroma presenta mezclas clásicas de perfumería masculina, con notas marinas entre madera amarga, lavanda y especies, algo de pimienta y un tono frío como residual de un cítrico, casi bordeando la idea de vetiver de loción antigua. En fase final se sienten notas herbales de pradera, un cruce entre algunos Paris Hilton de hombre y unas vetas de Swiss Army, con un cuerpo de agua con dejos de salvia o pimienta y algunas maderas secas de fondo como soporte, sin un nivel protagónico.
La fragancia reune una serie de componentes que proyectan la idea de un aroma relajado, sin grandes pretensiones sociales y para gente que rehuye de los perfumes intensos con una propuesta que apunta a una vuelta atrás hacia aromas esenciales en torno a verdes y hierbas especiadas, casi como la filosofía oriental del L'Eau par Kenzo pour Homme. En este sentido se proyecta bien como una fragancia de diario de corte básico bastante personal y atemporal por la mezcla de especies con tonos de agua. En oficina el aroma se siente limpio aunque tradicional, algo básico y con una proyección mitad clásica tipo lociones de afeitar y desodorantes al vetiver, y mitad natural por el enfoque de hierbas, tendiendo a una imagen medianamente madura semiformal y dinámica sólo a ratos. En el escenario nocturno las notas especiadas y de raíces traen recuerdos del día, perdiendo terreno ante la competencia en situaciones formales y semiformales y quedando relegado a un estilo informal con baja proyección social y bastante introspectivo, casi como aroma de alguien que sale a cenar o divertirse en vacaciones. Por el lado romántico el cuerpo especiado y las hierbas no apuntan a una imagen seductora, tendiendo a acercarse a la idea de un perfume paternal. Rango de edad entre 30 y 60 años.