Eternal Magic by Avon
Este perfume de la línea Avon se lanzó al mercado a comienzos del año 2010, complementando una línea de joyería con el mismo nombre dentro de la misma marca y enfocándose como una fragancia elegante y nocturna con un dejo de misterio. El perfume saca provecho del aroma de una rosa bautizada con el nombre de Princesa de Mónaco en honor a Grace Kelly, cuya imagen inspira en parte la idea de elegancia clásica y los vestidos mostrados en la publicidad del perfume. En Avon señalan que las notas principales del perfume son: iris, rosas, vainilla y maderas.
La partida es bastante dulce, con mezclas de frutales neutros y florales frescos bastante aromáticos levemente cremosos, con líneas entre duraznos con vainilla y un dejo a violeta vago, con una nota particular dentro del grupo que recuerda un punto dulce de Wild Country también de Avon y algunos rasgos a la vainilla frutal de Hypnôse de Lancôme. En fase media se sienten líneas florales polvosas dulces, parte rosas con agua de violetas y un tinte entre vainilla con fruta que recuerda una esencia usada en aromatizadores de ambiente, tendiendo esta última nota después de unos minutos hacia una mezcla entre violetas con musk tibio que recuerdan un aroma limpio a piel y a jabón. Pasada 1 hora y media de la primera aplicación se siente un aroma intenso y más al agua de la idea de Wild Country con Hypnose, recordando frutas como pomelo y damascos sobre una vainilla polvosa, con algunos aires de violeta de Flower de Kenzo pero en su edición invernal más concentrada y tibia, con un dejo floral jabonoso entre rosas y jazmín. A 4 horas de aplicado en una primera olida la vainilla baja en favor de tonos de agua que por momentos incluso recuerdan a la lavanda, retomando a los pocos segundos la vainilla su intensidad y mezclándose con agua de rosas para dar un aroma no oriental y más cercano a la vainilla aromaterápica, con parte de esta vainilla dando un tono de talco perfumado a las violetas bastante notorio, tendencia que se mantiene en las siguientes horas. En fase final domina una violeta limpia, tal vez acompañada por algunas rosas clásicas para complementar la idea de olor de jabón que se siente a nivel general, con capas de vainilla atalcada cercana al musk que dan la idea de tibieza de piel y recordando algunas líneas del polvoso final de algunas fragancias de la línea Flower de Kenzo.
La fragancia durante su desarrollo trae recuerdos de diferentes aromas conocidos, mostrando en un comienzo algunas inspiraciones de perfumes masculinos y femeninos y luego desarrollándose en una línea que bordea las esencias aromaterápicas y el talco perfumado a ras de piel. Si bien la propaganda del perfume parece enfocar la fragancia hacia un uso nocturno sensual, tiene un buen desplante de diario por sus características limpias y sensación de producto de limpieza ligado con la buena higiene, en general atemporal y con tintes clásicos. Por el lado de oficina la porción de violetas dulces tiene un mejor desplante mostrando una línea llamativa medianamente alegre y dinámica dentro del perfil semiformal de ambiente de trabajo, recordando por momentos un jabón perfumado clásico. Por el lado nocturno la idea de jabón se enfoca mejor por el lado semiformal e informal, con un desplante bastante social aunque presentando un comportamiento algo estructurado y no muy dinámico para salir a bailar. Por el lado romántico las líneas florales limpias se sienten atractivas, manejando un estilo simple no rebuscado pero bastante efectivo con buena recepción a nivel de piel y con una estela llamativa de potencia media. Rango de edad entre 25 y 60 años, con un óptimo bien aprovechado entre los 20 y 40 años.