Les Monstres de Nina Ricci Nina by Nina Ricci
Esta fragancia aparece en el mercado a comienzos del 2018 como un lanzamiento limitado compuesta de 3 perfumes que se inspiran la colección Les Belles de Nina conformada por Nina del 2006 y Luna del 2016, más una variante de Luna Blossom del 2017 para ser distribuida sólo en el mercado asiático, pero dando un giro imaginario hacia criaturas juguetonas con aspecto de animales que tienen la forma de las botellas del perfume, comercialmente teniendo como primer foco el ser una edición especial orientada al día de San Valentín. El envase mantiene la botella original de Nina con forma de manzana, agregando un decorado con la forma de la cara de un búho contra un vidrio con degradado de rojo a amarillo en la base y llevando en la zona del cuello un pompón esférico rojo. En el sitio de Nina Ricci presentan para este perfume las siguientes notas: fruta fresca ácida, algodón de azúcar, peonías, ambroxán y granos de tonka.
En partida el perfume tiene un comienzo dulce y azucarado en frutas rojas cálidas y no ácidas que agrega a los 5 minutos tonos herbales de verbena, desarrollando a los 10 minutos un conjunto frutal de mandarinas con rasgos de grosellas rojas y verdes metálicos de savia que favorece a los 15 minutos un alza más notoria del metálico de savia que cambia las mandarinas a cáscaras de naranja, agregando a los 20 minutos un paso por claveles, tallos de flores, cremosos de gardenia y hojas de cardenal o geranio común. En fase media a los 30 minutos la fragancia mantiene un centro de hojas amargas menos metálicas que se aproximan a pachulí, afinando a 1 hora la veta metálica en iris, violetas y jazmines que permiten que fluya en paralelo una línea de azucarado rojo tipo algodón de azúcar con vainilla y peonías. A las 2 horas el aroma se mantiene sobre una savia de plantas con menos algodón de azúcar que pasa a vainilla y se aproxima a mandarinas apagadas al limón, ocurriendo a las 3 horas variaciones menores en la savia de plantas que se integra con tostados de caramelo y polvoso de flores que establecen un ambiente verde de jardín, recuperando a las 4 horas tonos más dulces de peonías y mandarinas secas. Al pasar de las 6 horas la fragancia se aleja del efecto azucarado centrándose en frutas rojas un poco más densas que incluyen variaciones entre lichís y frutillas o fresas con un aporte mesurado de vainilla en el fondo, regresando ocasionalmente la nota de iris pero en una versión más fresca que no surge del nivel de base, subiendo a las 9 horas una peonía ácida cercana a magnolias que se vuelve más dulce y pasa a frutas ácidas con un acabado tropical sobre un residual de vainilla y madera, aproximándose a las 12 horas a un estilo parecido al de Ágatha Ruiz de la Prada en una combinación de frutales de moras, mandarinas y peonias con un acabado de golosinas azucaradas en el fondo. En fase final a las 24 horas el perfume continúa con una línea roja menos azucarada que tiene un centro en mandarinas concentradas, destacando la base aportes frutales imprecisos de apariencia ácida con cruces verdes apagados al limón.
El perfume en esta nueva colección incrementa la potencia de los frutos rojos de la edición original de Nina fundiéndolos en una nota de algodón de azúcar con caramelo, teniendo algunas variaciones en torno a efectos metálicos accidentales y aportes de talco de iris en el camino que apagan la fragancia restringiendo una posible presencia demasiado infantil o juvenil, destacando a nivel de diario como una fragancia atemporal de exteriores en verano y de interiores en climas fríos que aguanta algunas actividades deportivas ligeras al comienzo. En oficina el perfume se siente algo compacto en las notas dulces, pero teniendo momentos de balance en torno a iris y peonías que sostienen una apariencia alegre no extrovertida ni adolescente en un ambiente laboral informal y semiformal, por momentos recordando algunas propuestas de Ágatha Ruiz de la Prada también de Puig, teniendo un efecto memoria levemente sobre el promedio en lo llamativo y lineal de las notas frutales rojas azucaradas. En el escenario nocturno la fragancia se relaja aceptando mayores dosis o reaplicaciones, mostrándose como un aroma alegre de fiestas y reuniones con amigos en un ámbito informal que puede pasar a ocasiones semiformales dentro de un marco joven, careciendo de la complejidad necesaria para encajar en el nivel formal. En lo romántico el aroma tiene momentos gratos y acogedores no molestos que funcionan en salidas con una pareja conocida, llamando también la atención en conversaciones con desconocidos en un segmento joven. Rango de edad entre 15 y 60 años.
En partida el perfume tiene un comienzo dulce y azucarado en frutas rojas cálidas y no ácidas que agrega a los 5 minutos tonos herbales de verbena, desarrollando a los 10 minutos un conjunto frutal de mandarinas con rasgos de grosellas rojas y verdes metálicos de savia que favorece a los 15 minutos un alza más notoria del metálico de savia que cambia las mandarinas a cáscaras de naranja, agregando a los 20 minutos un paso por claveles, tallos de flores, cremosos de gardenia y hojas de cardenal o geranio común. En fase media a los 30 minutos la fragancia mantiene un centro de hojas amargas menos metálicas que se aproximan a pachulí, afinando a 1 hora la veta metálica en iris, violetas y jazmines que permiten que fluya en paralelo una línea de azucarado rojo tipo algodón de azúcar con vainilla y peonías. A las 2 horas el aroma se mantiene sobre una savia de plantas con menos algodón de azúcar que pasa a vainilla y se aproxima a mandarinas apagadas al limón, ocurriendo a las 3 horas variaciones menores en la savia de plantas que se integra con tostados de caramelo y polvoso de flores que establecen un ambiente verde de jardín, recuperando a las 4 horas tonos más dulces de peonías y mandarinas secas. Al pasar de las 6 horas la fragancia se aleja del efecto azucarado centrándose en frutas rojas un poco más densas que incluyen variaciones entre lichís y frutillas o fresas con un aporte mesurado de vainilla en el fondo, regresando ocasionalmente la nota de iris pero en una versión más fresca que no surge del nivel de base, subiendo a las 9 horas una peonía ácida cercana a magnolias que se vuelve más dulce y pasa a frutas ácidas con un acabado tropical sobre un residual de vainilla y madera, aproximándose a las 12 horas a un estilo parecido al de Ágatha Ruiz de la Prada en una combinación de frutales de moras, mandarinas y peonias con un acabado de golosinas azucaradas en el fondo. En fase final a las 24 horas el perfume continúa con una línea roja menos azucarada que tiene un centro en mandarinas concentradas, destacando la base aportes frutales imprecisos de apariencia ácida con cruces verdes apagados al limón.
El perfume en esta nueva colección incrementa la potencia de los frutos rojos de la edición original de Nina fundiéndolos en una nota de algodón de azúcar con caramelo, teniendo algunas variaciones en torno a efectos metálicos accidentales y aportes de talco de iris en el camino que apagan la fragancia restringiendo una posible presencia demasiado infantil o juvenil, destacando a nivel de diario como una fragancia atemporal de exteriores en verano y de interiores en climas fríos que aguanta algunas actividades deportivas ligeras al comienzo. En oficina el perfume se siente algo compacto en las notas dulces, pero teniendo momentos de balance en torno a iris y peonías que sostienen una apariencia alegre no extrovertida ni adolescente en un ambiente laboral informal y semiformal, por momentos recordando algunas propuestas de Ágatha Ruiz de la Prada también de Puig, teniendo un efecto memoria levemente sobre el promedio en lo llamativo y lineal de las notas frutales rojas azucaradas. En el escenario nocturno la fragancia se relaja aceptando mayores dosis o reaplicaciones, mostrándose como un aroma alegre de fiestas y reuniones con amigos en un ámbito informal que puede pasar a ocasiones semiformales dentro de un marco joven, careciendo de la complejidad necesaria para encajar en el nivel formal. En lo romántico el aroma tiene momentos gratos y acogedores no molestos que funcionan en salidas con una pareja conocida, llamando también la atención en conversaciones con desconocidos en un segmento joven. Rango de edad entre 15 y 60 años.