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Jimmy Choo Man Ice by Jimmy Choo

Este perfume del 2017 es la tercera fragancia masculina de la marca Jimmy Choo después del lanzamiento de Jimmy Choo Man en el 2014 y que fue seguida por Jimmy Choo Man Intense en el 2016, con Man Ice conservando el concepto de hombre seductor de sus predecesores pero bajo un perfil más relajado donde su actitud rebelde se compensa con un carácter con más humor. El envase mantiene la forma de botella diseñada para Jimmy Choo Man de frente rectangular con una curvatura en su parte posterior más un tapón cilíndrico con una banda de cuero con textura de piel de cocodrilo, donde todo el envase es de color blanco pero dejando ver un gradiente en la base que llega a transparente. En el sitio de Jimmy Choo destacan para el perfume estas notas: mandarina, bergamota, cidro, vetiver, pachulí, cedro, manzana, musk, musgo y ambroxán.

En partida la fragancia destaca un inicio en especiados fríos a la nuez moscada con evolución a jengibre y tomillo que presenta a los 5 minutos un alza de cáscara de lima verde que se estabiliza a los 10 minutos en un limón con herbales a la albahaca, con el aroma dando un giro a los 15 minutos a madera áspera con picores de pimienta que se nivelan a los 20 minutos en lima y jengibre con maderas tibias que tienen un aire de resina. En fase media a los 30 minutos el aroma del limón se suaviza, dando un paso rápido por yuzú y pomelo pero acercándose rápido a variantes más aromáticas y dulces tipo cidro que contienen la presencia de jengibre reduciendo el cuerpo especiado, insinuando a 1 hora una nota de vetiver que surge del grupo de maderas tibias con limón. A las 2 horas la fragancia se suaviza combinando características de pomelo amarillo en cáscara con tibios próximos a ládano que pasan pronto a madera manteniendo un fondo menos preciso de agua especiada, favoreciendo a las 3 horas la presencia de un vetiver fresco con tintes de limón y aires ahumados que se mezclan con un punto de picor de madera que todavía retiene una cercanía con jengibre, reemplazando lentamente el ládano por ámbar a la mandarina, llegando a las 4 horas con un vetiver mucho más ligero pero con un aroma marcado y de tintes clásicos que contiene por completo los aportes especiados, compactando a la vez las líneas cítricas en un yuzú secundario con bergamota. A las 6 horas la fragancia reemplaza parte del vetiver por un yuzú, desviando también las secciones más secas de la base hacia tabaco y madera con apariciones de un especiado que pasa de jengibre a cardamomo, bajando la potencia del perfume a las 9 horas en un hilo de vetiver más cercano al estilo de perfumería de la década de los años 80 al mezclarse con musgo y puntos marinos mentolados al cedro con un aire de pachulí de bosques, apareciendo las 12 horas matices complementarios que se mueven en paralelo al vetiver y dan la idea de un pachulí suavizado al cacao con un residuo acuático cítrico verde. En fase final a las 24 horas la fragancia se sostiene sobre un vetiver limpio menos alimonado y con una mayor carga de maderas ahumadas que se acercan a sándalo y pimienta, apareciendo en la base residuos aislados de yuzú y mentol de cedro cercano a pachulí.

La fragancia consigue en sus primeras notas crear un efecto frío en cítricos con especiados que gradualmente pasa a un vetiver no antiguo, sin llegar al nivel de agua fría de L'Eau d'Issey pour Homme de Issey Miyake, Guerlain Homme o de Encre Noir Sport de Lalique al tener una estructura aromática más suave y compacta muy diferente al estilo más agresivo y oscuro de sus 2 predecesores de la misma marca, destacando en el escenario de diario en épocas de primavera y verano donde se adapta a la realización de actividades deportivas mesuradas. En oficina la fragancia se siente algo cotidiana y personal al no tener una gran intensidad, destacando una imagen pulcra y limpia con aires clásicos a distancia de conversación que cubre el segmento informal y semiformal, teniendo un efecto memoria levemente sobre lo mediano que saca provecho de un uso no masificado de una nota de vetiver fresco. A nivel nocturno el perfume se siente fresco y limpio dentro de un público juvenil informal, consiguiendo apartarse de propuestas comerciales más masificadas en este segmento, pasando de manera natural a un nivel semiformal no rígido que requiere de espacios de poca contaminación, faltándole potencia e intensidad para hacerse notar en el caso formal. En lo romántico las notas que propone el perfume tienen un propósito más bien funcional y refrescante que se asocia con limpieza en lugar se establecer una línea sensual, entendiéndose como una fragancia de disfrute personal. Rango de edad entre 20 y 60 años.