Kalos Sport by Ésika

Esta fragancia de la marca Ésika, con un año de lanzamiento estimado en 1999, toma su nombre de la palabra de origen griego Kalos que tiene una primera interpretación de hermoso o guapo y que también se abre a conceptos de correcto en términos de calidad e incluso virtuoso o noble a nivel moral, desarrollando un concepto deportivo de un hombre ganador que tiene la fuerza y energía suficiente para sobreponerse a los desafíos del día, con el producto siendo distribuido en algunos mercados como Winner Sport. El envase considera una botella de frente rectangular donde sus costados comienzan a aumentar y cubrir la sección frontal a medida que ascienden, rematando en hombreras facetadas plateadas que sostienen un tapón también plateado, con el vidrio del frasco teniendo un color azul que insinúa una inspiración marina. En el sitio de Esika destacan las siguientes composición aromática: notas cítricas, cedro, vetiver y musk.

En partida la fragancia tiene un inicio clásico y potente en lavanda con grosellas oscuras que recuerdan secciones intermedias de Insensé Ultramarine de Givenchy, apareciendo a los 5 minutos mezclas de menta con cardamomo que apuntan gradualmente a bayas de enebro y teniendo a 10 minutos un cruce de fruta madura con cuerpo acuático, con el aroma presentando una inclinación a 15 minutos a salvia que produce una sensación áspera que deriva a 20 minutos en un efecto marino focalizado en madera y algas. En fase media a los 30 minutos la fragancia continúa sobre tonos marinos al cardamomo con brillos acotados de incienso y conservando rasgos de fruta madura que no apuntan de manera precisa a un grano de tonka, combinando al cabo de 1 hora un frescor de lavanda al calone con mezclas amargas similares a algas y que parecen compuestas por salvia, pomelo y un vetiver áspero con apariciones de flores alimonadas al lirio del valle y flor de azahar. A las 2 horas la fragancia baja las secciones marinas reduciendo el tono amargo, manteniéndose en una línea fresca y potente a la vez en lavanda acuática con tintes de ozono y enebro, sosteniéndose sobre una base terrosa que combina residuos de cuero al abedul, pachulí y cardamomo con musgo donde una sección particular de pomelo se abre a un fresco floral masculino de lirios del valle con naranja amarga, volviendo a las 3 horas a una lavanda clásica y depurada que recuerda a la capa superior de Drakkar Noir de Guy Laroche pero agregando apariciones de grosellas a nivel ambiental que se sostienen sobre un acuático de enebro menos verde y sin rasgos de menta donde se desarrolla un seco de vetiver jabonoso con cruces de flores blancas que dan un aire a Cool Water de Davidoff, ocurriendo a las 4 horas un repunte de una sección verde en vetiver y menta pero con matices dulces a la lima y bergamota con un punto de durazno jugoso. A las 6 horas la fragancia tiene una baja de intensidad focalizándose en enebro frio unido a lavanda y aportes florales mezclados con melón de calone que dejan un acabado al jabón, destacando las 9 horas una inclinación a tonos secos de musgo que determinan un fondo de bosques sostenido sobre lavanda y enebro, llegando a las 12 horas con un aroma tibio de madera con mentol provenientes de cedro con lavanda y enebro. En fase final a las 24 horas el perfume ajusta el balance de sus notas manteniendo en un nivel superior una lavanda limpia que es acompañada por notas de bergamota, incluyendo una tibieza de musk que posee rasgos florales sobre una base de menta de enebro con residuos herbales más amargos.

La fragancia combina un cuerpo clásico que se alinea con los aromas de la perfumería masculina limpia de la década del noventa, teniendo un momento amargo centrado en tonos marinos asociados a algas con pomelo que describen la idea publicitaria de un perfume deportivo de costas y olas de mar, decayendo a un nivel más urbano a partir de las 6 horas, destacando a nivel de diario como un aroma fresco de primavera y verano que se adapta a actividades deportivas mesuradas. En oficina el perfume tiene a favor el mostrar una imagen siempre limpia con guiños clásicos, con el punto central de algas amargas y fruta madura dando la nota diferente pero también afectando en parte su enfoque laboral o empático que se recupera al apagar la aparición de estas notas, cubriendo el segmento informal y semiformal con un efecto memoria bueno que se sostiene en un centro aromático estable que se hace notar y que no es frecuente en la perfumería contemporánea. A nivel nocturno el aroma se vuelve algo serio para un público joven, con la combinación de lavanda y vetiver dando matices serios que quitan dinamismo a un adolescente en fiestas informales o en momentos de esparcimiento con amigos, volviendo a un estilo más natural a edad mediana en situaciones informales y semiformales, sintiéndose algo simple en eventos de mayor formalidad. En el caso romántico el perfume posee un cuerpo frío que apunta a un efecto funcional y refrescante limpio de disfrute personal, más que a una intención sensual o de conquista. Rango de edad entre 25 y 60 años.