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La Nuit Trésor Eau de Parfum Caresse by Lancôme

Este perfume de mediados del 2016 aparece como la primera variante de La Nuit Trésor del año el 2015, el cual a su vez se inspiraba en la fragancia clásica Trésor de 1990, con Caresse manteniendo la idea de una gema o diamante negro pero con un enfoque más delicado donde dos amantes se encuentran y acarician. El envase repite la forma de diamante propuesta por La Nuit Trésor, con el color del vidrio teniendo un tono morado más claro que se acerca a rosado, conservando en la zona del cuello una cinta negra que incluye un moño con forma de rosa que en esta ocasión es rosado. En el sitio de Lancôme entregan el siguiente listado de notas: pimienta rosada, bergamota, rosas, flor de almendro, musk y granos de tonka.

En partida el perfume destaca un centro de rosas dulces apegadas a un aire clásico que va seguido por un secundario de duraznos que trae recuerdos vagos del centro del primer Trésor diferenciándose en un aporte atalcado de iris muy suave que se siente en el fondo y que a los 5 minutos crea una impresión aldehídica ligera que se confunde con desprendimientos de acetona de las rosas, surgiendo a los 10 minutos un aporte frutal notorio que deriva de la impresión de duraznos y se centra en un mango fragante que se mueve apegado a una rosa que tiene un cuerpo fresco de perfumería clásica más alimonada, incrementándose a los 15 minutos la acidez del perfume y que proviene tanto de flores y de frutas al combinar frambuesas secas con violetas polvosas, ocurriendo a los 20 minutos un ascenso de violetas frescas no atalcadas y de puntos dulces discretos enfocados en mango y maracuyá suaves, complementados por ámbar y un amaderado que tiene tintes de almendras. En fase media a los 30 minutos el perfume se mantiene sobre una línea de rosas más frescas y jóvenes que arrastra tonalidades frutales, surgiendo a nivel ambiental un aporte de pachulí confitado que a corta distancia se siente como madera, musgo y almendras azucaradas, incrementando a 1 hora el aporte del pachulí que evita las vetas verdes al moverse apegado con el grano de tonka, enviando a las rosas al fondo dentro de un marco de agua de frambuesas. A las 2 horas el perfume vuelve a tonos de rosas que se sienten más acuáticos y ácidos cambiando las frambuesas por lichís y azucarado de granadina que se sostiene sobre un pachulí con talco de violetas y almendras tenues al praliné, combinando a las 3 horas los tintes azucarados confitados del praliné y el pachulí con las violetas que recuerdan secciones de Hypnôse pero solapadas por cruces de frambuesas y rosas ácidas frías, con el fondo frutal agregando aportes jugosos al agua a las 4 horas donde las frambuesas superan el frescor del lichís y recuperan las rosas que incluyen un brillo breve de piña, conservando un fondo más oscuro de praliné y pachulí con madera que rebaja las violetas. Sobre las 6 horas las notas de frambuesa y rosas pierden su acidez moviéndose hacia moras medianamente azucaradas y de apariencia fría con un hilo fresco en el fondo que comienza el limón pero remata en jazmín con aldehídicos, sintiéndose vestigios verdes en la base que tienen un origen impreciso pero que no tienen cercanía con el pachulí, aumentando a 9 horas su proyección ambiental donde domina un acaramelado de praliné que es menos notorio a corta distancia y donde predominan trazas verdes de jazmín y aldehídicos al limón que dejan la idea de una flor de azahar, profundizándose a 12 horas un mentol ambiental proveniente de un pachulí que pasa por la línea de Angel de Thierry Mugler y llega al nivel de TL pour Lui de Ted Lapidus, teniendo un aroma diferente a corta distancia con un dejo floral frío en alimonados con madera donde vuelve a sentirse un punto de rosas. En fase final a la 24 horas de aplicado el perfume apaga parcialmente el aporte de pachulí verde que pasa a comportarse como un tono de humedad terrosa, enfocándose en grupos frutales de la familia de las moras y las frambuesas con una acidez mesurada y un efecto azucarado central, relegando a la base mezclas florales a la madera donde se siente una rosa oscura con un picor suave de amaretto.

La fragancia rebalancea las líneas aromáticas principales de la primera edición de La Nuit Trésor, bajando el aporte de pachulí en favor de frutas rojas con rosas reteniendo algunas referencias a maracuyá y a Hypnôse, con el aroma resultante sintiéndose más joven y menos denso encajando a nivel de diario en usos atemporales con una preferencia invernal amplia y adoptando un perfil primaveral no veraniego más marcado en las primeras horas, sin tener rasgos deportivos. En oficina la fragancia consigue balancear notas jóvenes con una estructura con rasgos clásicos, dando como resultado un perfume que sigue un lineamiento laboral semiformal con momentos informales más relajados que se siente a distancia de conversación, logrando un efecto memoria por encima de lo mediano focalizándose en rosas, violetas y confitados. A nivel nocturno el perfume logra una mayor soltura de uso, sintiéndose grato y apropiado con un aire pulcro en fiestas juveniles y adolescentes de invierno, ampliándose a noches un poco más cálidas en el segmento semiformal y respetando un enfoque correcto en eventos protocolares como cenas y visitas a conocidos, con las notas de frambuesa y violetas reduciendo el potencial formal del perfume. En el caso nocturno la mezcla de notas es llamativa y menos densa que La Nuit Trésor resultando grata de oler a corta distancia sin tener que espera muchas horas en salidas con pareja conocida, persistiendo un matiz frío de violetas que ocasionalmente puede sentirse más personal y extrovertido que sensual y frenando su proyección a desconocidos. Rango de edad entre 25 y 60 años.