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Olympéa Aqua by Paco Rabanne

Esta fragancia del año 2016 es una edición especial que se basa en las fragancias Invictus del 2013 y Olympéa del 2015 dándoles un nuevo formato de denominación Aqua que imagina el aroma de la piel recién bañada de una diosa olímpica moderna que se muestra encantadora e intimidante a la vez. La fragancia repite el envase diseñado para su predecesor Olympéa con forma de trofeo de frente circular con grabados de laureles a los costados y una base tipo pedestal, el cual a su vez tiene líneas similares con la botella de las primeras versiones de Panthère de Cartier de 1987, cambiando las secciones de vidrio que pasan de transparente a un acabado esmerilado. En el sitio de Paco Rabanne destacan las siguientes notas: bergamota, jazmín, lirio jengibre (una denominación de plantas de la familia del jengibre, posiblemente refiriéndose a Hedychium coronarium o "flor de mariposa" de Cuba), petit grain, vainilla salada, Cashmerán y ámbar gris.

En partida el perfume presenta un paso breve por frutales rojos ligeros que sufren una alta influencia de florales en ascenso que terminan por fundirse en un jabonoso de jazmín, sumando a los 5 minutos una resina suave que posee características ahumadas como en un incienso, con el punto floral mostrándose tosco a los 10 minutos y tendiendo hacia lavanda mezclada con una cáscara fresca de naranja, volviendo a los 15 minutos el jazmín a niveles dominantes y mezclado con una flor de azahar que refuerza una impresión plástica que recuerda secciones de Imagina de Ágatha Ruiz de la Prada también fabricado por Puig, sufriendo el perfume una desviación del jazmín a los 20 minutos que llega al nivel de una mora sintética y densa de un saborizante de golosinas sobre una base de talco floral y ahumados de palo santo. En fase media a los 30 minutos el perfume muestra un incremento de la nota de palo santo que reduce el punto de mora en favor de fresias y flor de azahar, volviendo los tonos de mora sintética mezclados con el jazmín usado en Ágatha Ruiz de la Prada que se asientan como nota dominante a 1 hora de aplicado, con la base complementando la tonalidad plástica cambiando la flor de azahar por ámbar gris y palo santo. A las 2 horas el perfume agrega matices amargos de naranja al sintético de mora con jazmín, pasando por características plásticas de flor de azahar y nerolí con resina tibia y un aire rojo apagado de peonías, variando a las 3 horas el punto de ahumado por vainilla que se ubica en paralelo con una veta constante de jazmín sintético a la mora, cambiando a las 4 horas el grupo frutal que pasa de moras a grosellas rojas mezcladas con un tinte de almendras con vainilla apagada, reapareciendo porciones más limpias de jazmín en un formato frío. A las 6 horas el perfume comienza a suavizarse bajando la capa de apariencia sintética y acercándose hacia florales todavía intensos pero más acogedores dentro de la gama de la flor de azahar, los jazmines y un punto de ylang-ylang o mimosa tipo polen, reapareciendo a las 9 horas la nota de incienso ahumado al palo santo que absorbe la mayoría del acabado plástico y de moras manteniendo una línea central de flor de azahar, incluyendo a las 12 horas una línea ligera de violetas sobre una base mucho más plástica que deriva de polvosos de lirios del valle y resina con vainilla. En fase final a 24 horas de aplicado la fragancia baja en intensidad, agregando un tono de vainilla ligera a florales verdes menos plásticos que cambian la flor de azahar y el jazmín por mimosas con musk, con el fondo demorando unos minutos en elevarse y aportando turbiedades de lavanda, mora y un tono de ámbar gris como en su par Invictus.

La fragancia se estabiliza en una veta constante de jazmín sintético que trae recuerdos de otras fragancias de la casa Puig, en particular con la línea juvenil de Ágatha Ruiz de la Prada en los puntos de mora y jazmín de Love Love Love e Imagina, mostrando una inclinación más invernal en el escenario de diario por el punto denso de acabado sintético plástico, pudiendo molestar por densidad en actividades deportivas. En oficina la fragancia se hace notar en pasillos pero siguiendo un perfil cotidiano y joven, por momentos sin seguir una línea laboral explícita y estando al borde de un comportamiento intrusivo, volviéndose más grato y manejable sobre la segunda mitad con un efecto memoria bueno en lo particular del tono plástico, pero también confundiéndose con fragancias juveniles e incluso infantiles. En oficina el perfume saca provecho de una veta notoria que supera la contaminación ambiental, en especial en fiestas y salidas con amigos a pubs, faltándole características elegantes para lograr un buen desplante en escenarios semiformales y formales. A nivel romántico la mezcla de acabado plástico y sintético puede sentirse punzante a corta distancia y dar una imagen no precisamente sensual o conquistadora, entendiéndose como una fragancia de disfrute personal. Rango de edad entre 15 y 45 años.