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Sauvage by Christian Dior

Esta fragancia de mediados del 2015 surge como un interés en mantener la herencia clásica de perfumería clásica establecida en 1966 con Eau Sauvage que rompió patrones en su época, proponiendo un aroma sincero que fuese tosco y noble a la vez, basado en ingredientes naturales escogidos y mezclados bajo un prisma minimalista que reflejen la masculinidad esencial de un hombre sin interferencias en un espacio abierto y solitario que trasciende de los cánones del tiempo y la moda. El envase se aleja de las líneas de Eau Sauvage al proponer un nuevo diseño de botella cilíndrica con tapón con ranuras horizontales que dejan la idea de una evolución del frasco de Fahrenheit, coincidiendo en el uso de un gradiente oscuro pero que en esta ocasión va de un ahumado negro a transparente en la base. En el sitio de Dior destacan sólo 2 notas básicas: bergamota y ambroxán (un derivado sintético del ámbar gris).

En partida la fragancia posee un inicio en grupos de limón con tintes suaves de pimienta de bajo picor con un aporte de cáscara de pomelo, incluyendo a 5 minutos un tono de ámbar de corte clásico pero suave y secundario, surgiendo naranjas tenues a 10 minutos y desprendiéndose a 15 minutos un terroso con origen en las naranjas que se inclinan a un formato de cáscara pero que incluye una impresión de cardamomo, sumando un licoroso ligero en torno a ámbar a los 20 minutos. En fase media a los 30 minutos se sienten derivadas del limón en lavanda limpia con madera de sándalo apegadas a un estilo clásico previo a los años noventa pero con una baja profundidad, agregando una veta cálida más turbia que un ámbar pero que no llega al nivel de un ámbar gris, volviendo a 1 hora la nota de limón pero con aportes verdes de un nerolí denso un poco más picante que un agua de colonia fresca sobre una base terrosa al agua. A las 2 horas la fragancia sigue girando dentro de la familia del limón y nerolí con inclusiones de lavanda y picores de cáscara de naranja, estableciendo por momento un efecto marino de ozono que nubla la mayoría de las notas y que se apega a un cálido neutro de madera ambarada con acabados especiados imprecisos, destacando a 3 horas un picor que no llega a especiado y que apunta a pomelo seco dentro del marco de cáscaras cítricas con variantes ocasionales de la naranja seca hacia madera cálida de baja profundidad en torno a sándalo menos terroso, incrementando a las 4 horas una sensación de lavanda fría y deslavada de corte sintético que reduce la precisión de los cítricos elevando una impresión de nerolí lineal sobre un tibio de ámbar apagado con menos madera. A las 6 horas la fragancia presenta cambios en su formato, reduciendo la presencia de limones y naranjas en favor de una capa cálida ligeramente especiada de la familia de las resinas neutras y que incluye matices verdes de madera apegados a un estilo de perfumería clásica que se mezclan con una lavanda todavía secundaria pero de aspecto más natural, agregando a 9 horas variaciones de la lavanda que crean un efecto similar a mentol que no llega a vetiver y que vuelve a asociarse con tonos más concentrados de bergamota con aires de pimienta apagada, teniendo la fragancia una caída de intensidad a las 12 horas que reduce la mayoría de las notas secundarias persistiendo un mentol de pimienta con una esencia concentrada de bergamota. En fase final a las 24 horas la fragancia rebalancea sus notas en favor de una capa principal más verde que contiene aportes de pimienta con impresiones secas de madera terrosa al vetiver, montado sobre una base todavía cálida de resinas neutras que van en retroceso conservando de un fondo frío más denso de esencia de bergamota con tintes de lavanda.

El estilo de la fragancia se presta para opiniones encontradas, por un lado recibiendo el peso de la herencia de elegancia y complejidad de la casa Dior sobre un producto de aroma simple y comportamiento lineal con alta carga publicitaria, situación que también afectó a Bleu de Chanel, y por otro lado sosteniendo la intención de presentar una creación minimalista que apela a una masculinidad básica independiente del tiempo y del uso de notas asociadas a una época o moda en particular, centrada en una bergamota matizada con tonos especiados ligeros con madera cálida y lavanda de acabado ozónico que a nivel general consigue un desplante apropiado en exteriores de diario en primavera y verano con un grado de uso deportivo mediano. En oficina la fragancia se siente limpia pero con una profundidad baja si se le compara con perfumes más corporativos y que siguen una línea aromática similar como Boucheron Homme, apegándose a un perfil fresco no agresivo ni explícitamente profesional que requiere de tiempo para ser apreciado en círculos pequeños dentro de un marco de vestuario semiformal y a riesgo de pasar desapercibido dentro de una imagen informal o más cotidiana, teniendo un efecto memoria que roza lo bajo por una estela aromática acotada que se siente a corta distancia y que se potencia sólo por la linealidad del perfume en torno a cáscaras cítricas. En el caso nocturno el perfume requiere de sobreaplicaciones antes de salir de casa para ser percibido, apuntando a situaciones de espacios limpios y con una preferencia semiformal lejana a un enfoque adolescente dinámico que busca diferenciarse de sus pares en una fiesta, sintiéndose como una opción protocolar correcta y relajada tipo cenas, faltándole potencia para moverse con naturalidad y carácter en eventos formales. En lo romántico la fragancia se apega a líneas aromáticas estables y no exóticas que carecen de potencia para establecer un marco sensual o de conquista explícito y que apuntan a una idea de masculinidad clásica correcta, teniendo sin embargo algunas porciones de bergamota con verdes de lavanda producen un grado de adicción similar a la esencia usada en las hojas de té Earl Grey y que consigue un nivel de atracción pulcro a nivel de conversación. Rango de edad entre 25 y 60 años.